El Romanticismo Musical: Características, Compositores y Legado en el Siglo XIX
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El Romanticismo Musical en el Siglo XIX
El siglo XIX es considerado, en la historia de la música, como el siglo del Romanticismo. Ya en la obra de Beethoven pueden reconocerse muchos aspectos románticos; él es, para todo el siglo XIX, una figura emblemática y un modelo. La música romántica está hecha para la burguesía, la clase social dominante, y no como ocurría antes, que la música iba dirigida a una minoría selecta. La música pasa a ser una actividad social y pública; a ello contribuyó la moda de fundar orquestas sinfónicas y la implantación regular de conciertos-recitales, espectáculo favorito de la burguesía.
El Piano y la Popularización de la Música
El instrumento favorito de la burguesía es el piano, que va adquiriendo poco a poco mayor sonoridad y dimensiones. Para él se destinan la mayor cantidad de composiciones de esta época, pero incluso la música sinfónica o las arias de ópera son adaptadas o transcritas para el instrumento, a fin de que puedan popularizarse y las pueda tocar cualquiera. En muchos hogares románticos hay un piano y un pianista no profesional. Esto provocó un gran aumento en la actividad de industrias musicales, como la construcción de instrumentos y el incremento de la impresión de partituras.
Revistas Musicales y la Nueva Consideración del Músico
También fue un rasgo típico de la vida musical del siglo XIX la publicación de revistas musicales especializadas, en las que se incluían críticas de conciertos, reseñas sobre partituras publicadas, etc. Estas surgirán en las principales ciudades europeas, destinadas al nuevo público musical. Hay un cambio en la consideración social del músico, que de ser prácticamente el siervo del príncipe de turno, al que tenía que satisfacer en sus gustos musicales, pasa a ser un artista libre cuya única guía es su propia inspiración. Beethoven se convierte así, por su actitud ante la sociedad, en el modelo del artista romántico, y con él se inicia un periodo en el que la música de todo tipo, sea sinfonía, oratorio o música de cámara, se compone sin que nadie la encargue, para un público imaginario. Surge así el concepto de “arte por el arte” y la música pierde, por tanto, el carácter aristocrático y funcional que tenía anteriormente. Pero, como consecuencia de esto, a partir de entonces al músico le será imposible tener una posición segura; el éxito y la supervivencia económica dependen del público.
Intérpretes Estrella y la Música del Pasado
El siglo XIX vio la aparición del intérprete estrella, como Paganini o Liszt, y con él una división entre el compositor y el ejecutante que progresivamente fue cada vez más marcada en el siglo XX. Muchos de los compositores del siglo XIX (Chopin, Liszt, Brahms) continuaron la tradición seguida por Mozart y Beethoven de escribir música para ser interpretada por ellos mismos, pero también empezaron a escribir para otros ejecutantes virtuosos. Un aspecto importante del movimiento romántico fue la preocupación de los eruditos y músicos por la música del pasado. Los conciertos de música de épocas precedentes se extendieron por toda Europa. Se recupera la música que hasta entonces había estado olvidada (Bach, Palestrina). Esto supuso un reto sin precedentes para el compositor: sus obras estaban obligadas a competir no solamente con la de sus contemporáneos, sino también con los grandes maestros de las generaciones precedentes.
Características de la Música Romántica
- Formas Musicales: El músico romántico no sintió mucha inclinación por las formas musicales preestablecidas, que dificultan la expresión individual de sentimientos, como la sonata y la sinfonía, por lo que buscó expresiones más libres. Ello lo llevó a dos géneros como el “poema sinfónico” y el de la pequeña pieza (impromptu, nocturno, momento musical).
- Melodía: La melodía es la parte vital de la música romántica, pero frente a la regularidad y simetría de la melodía del Clasicismo, ahora comienzan a predominar melodías asimétricas, que intentan provocar sorpresa y, sobre todo, expresividad. Las melodías son líricas, cantábiles. La melodía es el vehículo de la expresión del sentimiento.
- Ritmo: En general, los ritmos románticos son menos variados que los del periodo clásico, ya que el interés se dirige más bien a la melodía lírica. Extensas secciones, incluso movimientos íntegros, pueden mantener un mismo esquema rítmico.
- Armonía: Las armonías se enriquecen, a menudo con cromatismos, disonancias y modulaciones remotas.
- Orquestación: El registro y el tamaño de la orquesta se expanden, a veces hasta llegar a proporciones inmensas. Tímbricamente, el Romanticismo fue una época de enriquecimiento continuo, de experimentación. Se agregan instrumentos nuevos a la orquesta (corno inglés, arpa, más percusión) y, sobre todo, nuevas maneras de combinarlos.
Influencia Germánica y París como Centro Musical
El Romanticismo, por último, es un estilo predominantemente alemán. Los artistas germánicos imponen su concepción de la música culta, salvo en la ópera, en la que triunfan los italianos. Sin embargo, el centro musical de confluencia de estilos es París.