La Romanización de Hispania: Ciudades y Obras Públicas del Imperio Romano
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Los romanos llegaron a la Península en el siglo III a.C., con motivo de la Segunda Guerra Púnica, en la que se enfrentaron a los cartagineses que habían ocupado parte de la Península Ibérica. Tras este conflicto, los romanos decidieron completar la conquista de la península, un proceso que duraría dos siglos. Hispania se convirtió en una provincia del Imperio, que adoptó las formas de vida romanas. La romanización de Hispania se produjo gracias a la extensa red de calzadas, puentes y caminos, y, sobre todo, a la gran cantidad de ciudades. Los romanos desarrollaron los núcleos urbanos ya existentes y fundaron numerosas ciudades.
Las Ciudades Romanas en Hispania
Orígenes y Estructura Urbana
Las ciudades de nueva planta, como León, tienen su origen en los campamentos militares de las legiones: presentaban una planta rectangular, un plano ortogonal con dos grandes vías que se cruzaban en el centro, y un recinto amurallado con grandes puertas de acceso. Estaban organizadas en torno a dos grandes calles principales: el cardus y el decumanus. Las ciudades hispanas imitaron a Roma en sus edificios, espacios urbanos y viviendas privadas.
Principales Centros Urbanos de Hispania
Las ciudades más importantes de Hispania fueron: Tarraco, Emérita Augusta, Itálica, Caesaraugusta, Complutum, Valentia, Saguntum, entre otras.
Tarraco
Tarraco fue la ciudad principal de la península en la época de Augusto. Su trazado urbano se adaptaba a la orografía del terreno. La terraza más elevada estuvo ocupada por el foro principal, con sus templos y el circo. El anfiteatro y el teatro estaban fuera de la muralla; la ciudad contaba con varios acueductos.
Emérita Augusta
Emérita Augusta llegó a tener 50.000 habitantes y tuvo un papel primordial en la romanización del oeste peninsular gracias a su situación estratégica. La ciudad tuvo dos foros: el municipal, donde se situaban los templos de Diana y Marte, y el provincial, en el que destacaba el arco de Trajano. Estaba totalmente amurallada, con cuatro puertas de acceso. En la parte meridional se hallaban el teatro y el anfiteatro, y el circo se encontraba fuera.
Las Obras Públicas Romanas
Los romanos dotaron a sus provincias con las mismas infraestructuras que existían en la capital.
Las Calzadas
Una importante red viaria de calzadas permitía comunicar las ciudades y los centros de explotación económica con los puertos o centros comerciales, así como un rápido desplazamiento de las tropas. El trazado de algunas de estas calzadas es visible hoy día en la red de carreteras.
Los Puentes
Fueron sólidas obras de ingeniería que, en muchos casos, han servido hasta tiempos recientes. Entre los más destacados que han llegado hasta hoy día están: el de Salamanca sobre el río Tormes, el de Córdoba sobre el Guadalquivir, y los dos de Mérida sobre el Guadiana y el Albarregas, entre otros.