De Roma a Bizancio y el Islam: Transformaciones Clave en la Alta Edad Media
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Cronología Esencial de la Edad Media
Presentamos una visión general de los hitos clave durante este extenso período:
- Siglo IV: División del Imperio Romano.
- Siglo V: Comienzo de la Alta Edad Media y caída del Imperio Romano de Occidente.
- Siglo VI: Esplendor del Imperio Bizantino bajo Justiniano.
- Siglo VII: Expansión inicial del Islam.
- Siglo VIII: Conquista islámica de la Península Ibérica y apogeo del Califato Omeya.
- Siglo IX: El Imperio Carolingio.
- Siglos XI al XIII: Plena Edad Media (época de las Cruzadas, auge de las ciudades).
- Siglos XIV al XV: Baja Edad Media (crisis, Peste Negra, Guerra de los Cien Años).
La División del Imperio Romano y el Destino de Occidente
A finales del siglo IV, el vasto Imperio Romano se dividió administrativamente en dos mitades para facilitar su gestión y defensa:
- Imperio Romano de Oriente: Con capital en Constantinopla (antigua Bizancio), donde predominaba la cultura y lengua griegas. Sobreviviría mil años más, conocido como Imperio Bizantino.
- Imperio Romano de Occidente: Con capital inicial en Roma y luego en Rávena, entró en una profunda decadencia. No pudo sostener las sucesivas invasiones germánicas y finalmente colapsó en el siglo V (tradicionalmente en el año 476 d.C. con la deposición del último emperador, Rómulo Augústulo).
El Imperio Bizantino: Heredero de Roma en Oriente
El Imperio Bizantino alcanzó su máximo apogeo territorial y cultural durante el reinado del emperador Justiniano I (siglo VI) y su influyente esposa, la emperatriz Teodora. Durante su mandato:
- Se emprendieron campañas militares para reconquistar parte de los territorios perdidos del Imperio Occidental (norte de África, Italia, sur de Hispania), aunque muchas de estas conquistas fueron efímeras.
- Se mandó construir en Constantinopla la magnífica Basílica de Santa Sofía, cumbre de la arquitectura bizantina.
- Se recopiló y codificó el derecho romano en el Corpus Iuris Civilis, base del derecho de muchos países europeos modernos.
Tras Justiniano, el Imperio tuvo que defenderse constantemente de numerosas amenazas: ávaros, búlgaros, eslavos, persas sasánidas y, posteriormente, los árabes musulmanes. A pesar de las pérdidas territoriales, Bizancio actuó como un baluarte de la civilización clásica y cristiana en Oriente durante siglos.
Cultura y Legado Bizantino
Bizancio preservó gran parte del legado cultural y científico de Grecia y Roma. Su lengua administrativa y litúrgica fue el griego. Desarrollaron un estilo artístico propio, caracterizado por:
- La arquitectura religiosa, con iglesias de planta de cruz griega y grandes cúpulas.
- El uso extensivo de mosaicos brillantes y detallados para la decoración interior.
- La construcción de imponentes palacios y edificios públicos.
Uno de los grandes logros de Bizancio fue la síntesis entre la cultura grecorromana y el cristianismo. Sin embargo, esto también generó tensiones, como la disputa sobre el papel del emperador en los asuntos de la Iglesia (cesaropapismo).
El Cisma de Oriente (1054)
Las diferencias teológicas, litúrgicas y políticas entre la Iglesia de Constantinopla y la de Roma se fueron acentuando. El Patriarca de Constantinopla no reconocía la supremacía del Papa de Roma, considerando al emperador bizantino como cabeza temporal con influencia sobre la Iglesia oriental. Estas tensiones culminaron en el Gran Cisma de 1054, que dividió formalmente a la cristiandad entre la Iglesia Católica Romana (Occidente) y la Iglesia Ortodoxa Griega (Oriente).
Influencia en los Pueblos Eslavos
Una parte fundamental de la herencia bizantina fue su labor misionera entre los pueblos eslavos. Destaca la traducción de la Biblia al antiguo eslavo eclesiástico, para lo cual los monjes Cirilo y Metodio crearon el alfabeto cirílico (base de los alfabetos ruso, búlgaro, serbio, etc.).
Declive y Caída
El Imperio Bizantino sufrió un duro golpe durante la Cuarta Cruzada (1204), cuando los cruzados occidentales, en lugar de dirigirse a Tierra Santa, saquearon Constantinopla. Aunque el imperio fue restaurado, quedó muy debilitado. Finalmente, en 1453, los turcos otomanos conquistaron Constantinopla tras un largo asedio, poniendo fin a más de mil años de historia bizantina. La ciudad pasó a llamarse Estambul y se convirtió en la capital del Imperio Otomano.
El Surgimiento y Expansión del Islam
Orígenes en Arabia
El Islam surgió en la península Arábiga en el siglo VII d.C. Esta región, mayoritariamente desértica, estaba habitada por tribus árabes, muchas de ellas nómadas y politeístas. En este contexto nació Mahoma (aproximadamente en el 570 d.C. en La Meca), considerado por los musulmanes como el último profeta enviado por Dios (Alá).
La Doctrina del Islam
La palabra Islam significa 'sumisión' (a la voluntad de Dios). Es una religión estrictamente monoteísta. Su libro sagrado es el Corán, que recoge la revelación divina transmitida a Mahoma. La práctica religiosa se basa en cinco pilares fundamentales:
- Profesión de fe (Shahada): Testimoniar que "No hay más dios que Alá, y Mahoma es su mensajero".
- Oración (Salat): Realizar cinco oraciones diarias en dirección a La Meca.
- Limosna (Zakat): Dar una parte de la riqueza a los necesitados (originalmente un impuesto gestionado por las autoridades).
- Ayuno (Sawm): Ayunar desde el amanecer hasta el anochecer durante el mes sagrado de Ramadán.
- Peregrinación (Hajj): Viajar a La Meca al menos una vez en la vida, si se tienen los medios físicos y económicos.
Los Califatos y la Expansión
Tras la muerte de Mahoma (632 d.C.), sus sucesores recibieron el título de Califa ('sucesor' o 'representante'), asumiendo el liderazgo político y religioso de la comunidad musulmana (Umma).
- Califato Ortodoxo (632-661): Los primeros cuatro califas, elegidos entre los compañeros del Profeta. Durante este período comenzó la gran expansión militar.
- Califato Omeya (661-750): Esta dinastía convirtió el califato en hereditario y trasladó la capital a Damasco. El imperio alcanzó su máxima extensión, abarcando desde la Península Ibérica hasta Persia y el norte de África.
- Califato Abasí (750-1258): Tras una revuelta, los Abasíes tomaron el poder y trasladaron la capital a Bagdad, que se convirtió en un brillante centro cultural y científico.
La expansión se justificó en parte por el concepto de yihad (que tiene múltiples significados, incluyendo el 'esfuerzo' personal y la lucha por defender o extender el Islam). Los ejércitos musulmanes conquistaron rápidamente el Imperio Persa Sasánida y arrebataron importantes provincias (Siria, Egipto, Norte de África) al Imperio Bizantino.
Fragmentación y Declive del Poder Califal Centralizado
Las tensiones internas (disputas sucesorias, rivalidades étnicas) y la vastedad del imperio llevaron a su fragmentación. En el siglo X, ya existían tres califatos rivales:
- El Abasí en Bagdad.
- El Fatimí (chiíta) en Egipto.
- El Omeya en Córdoba (Al-Ándalus, la España musulmana).
Además, surgieron emiratos y sultanatos prácticamente independientes. Los ataques exteriores también debilitaron el mundo islámico:
- Las Cruzadas cristianas (a partir del siglo XI) conquistaron temporalmente Tierra Santa.
- Las invasiones mongolas (siglo XIII) destruyeron Bagdad en 1258, poniendo fin al Califato Abasí.
- El ascenso de los turcos (primero selyúcidas, luego otomanos) que gradualmente se apoderaron de gran parte de los territorios musulmanes, culminando con la toma de Constantinopla en 1453 y la formación del poderoso Imperio Otomano.
Economía, Sociedad y Cultura en el Mundo Islámico Medieval
Economía
La agricultura y la ganadería fueron la base económica. Los musulmanes introdujeron y mejoraron técnicas de regadío (norias, acequias) y difundieron nuevos cultivos como el arroz, la caña de azúcar, los cítricos (naranjas, limones) y el algodón.
El comercio y la artesanía florecieron, especialmente en las ciudades. Se establecieron extensas rutas comerciales (terrestres y marítimas) que conectaban el Mediterráneo con el Índico y Asia Central. Utilizaron un sistema monetario basado en el dinar (oro) y el dirham (plata). Actuaron como importantes intermediarios comerciales entre Oriente y Occidente.
Sociedad
En los territorios conquistados, la sociedad se estructuraba jerárquicamente:
- Árabes: La élite conquistadora, que ocupaba los altos cargos políticos y militares.
- Bereberes y otros musulmanes no árabes: A menudo en una posición secundaria respecto a los árabes.
- Muladíes: Población local convertida al Islam.
- Dimíes: Cristianos y judíos ("Gentes del Libro"), a quienes se les permitía practicar su religión a cambio del pago de impuestos específicos (yizya) y ciertas restricciones.
La sociedad era marcadamente patriarcal, con la autoridad residiendo en el varón (padre o marido). La vida urbana era muy importante.
La Ciudad Islámica
Las ciudades musulmanas solían tener una estructura característica:
- Medina: El centro histórico amurallado, con calles estrechas y laberínticas.
- Mezquita Mayor (Aljama): El principal centro religioso y social.
- Alcázar o Alcazaba: La ciudadela fortificada, residencia del gobernador.
- Zoco: El mercado, a menudo organizado por gremios.
- Madrasa: Escuela coránica y centro de estudios superiores.
- Hamman: Baños públicos.
- Arrabales: Barrios exteriores que surgían fuera de las murallas.
Cultura y Ciencia
El mundo islámico medieval fue un vibrante centro de cultura y conocimiento:
- Preservación del saber clásico: Tradujeron al árabe numerosas obras filosóficas y científicas de la Grecia clásica (Aristóteles, Platón, Galeno, Ptolomeo).
- Matemáticas: Adoptaron y difundieron el sistema de numeración indio (que hoy llamamos arábigo), incluyendo el concepto del cero. Desarrollaron el álgebra.
- Astronomía: Perfeccionaron instrumentos como el astrolabio y elaboraron precisas tablas astronómicas.
- Medicina: Avanzaron en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, y sus hospitales eran renombrados. Figuras como Avicena (Ibn Sina) fueron autoridades médicas durante siglos.
- Geografía: Elaboraron mapas y descripciones detalladas del mundo conocido.
- Filosofía: Pensadores como Averroes (Ibn Rushd) comentaron y reinterpretaron a Aristóteles, influyendo en la escolástica europea.
Arte Islámico
El arte islámico desarrolló características propias, aunque integrando influencias de las culturas conquistadas (bizantina, persa, visigoda):
- Materiales: Uso frecuente de materiales como el ladrillo, el yeso, la madera y la cerámica vidriada (azulejos).
- Elementos arquitectónicos: Empleo característico del arco de herradura, el arco polilobulado, la cúpula y la sala hipóstila (bosque de columnas).
- Decoración: Debido a la prohibición religiosa (aniconismo) de representar figuras humanas o animales en contextos religiosos, desarrollaron una rica decoración abstracta y geométrica:
- Lacería: Entrelazados geométricos complejos.
- Ataurique: Motivos vegetales estilizados.
- Epigrafía: Inscripciones caligráficas, a menudo con versos del Corán.
- Artes aplicadas: Gran desarrollo de la cerámica, los textiles, la metalistería y el trabajo en marfil.