El Rol del Trabajador Social: Interacción con Usuarios y la Dimensión Personal
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El Análisis de la Situación
El trabajador social utiliza, en función de la asistencia, un cierto número de conocimientos de las ciencias humanas y sociales, pero también de medicina y legislación social, etc. El trabajador social es capaz de efectuar un análisis de situación correcto; la sociología le permitirá adquirir herramientas de comprensión de los fenómenos sociales.
El Trabajo Social y su Servicio
El trabajador social que acaba de iniciar sus tareas, será asimilado por su función, su edad, su sexo, a imágenes preexistentes. Estas diferentes representaciones no son forzosamente negativas y corresponden a menudo a hechos objetivables. Con el correr del tiempo, estos profesionales terminan por confundirse en la ejecución de ciertas tareas. Otros elementos deben considerarse a este nivel: por ejemplo, el de las formaciones complementarias que han recibido los diferentes trabajadores sociales. El trabajador social se verá enriquecido y modificado por esos aportes complementarios, sean estos de tipo universitario o profesional, pero el servicio y los colegas reaccionarán mejor o peor ante estas modificaciones.
El Trabajador Social y los Usuarios
El trabajador social, a veces, es conocido por los usuarios potenciales del servicio antes de que estos hayan asistido a él, y ello puede deberse a que, como individuo o como trabajador social, reside en el barrio desde antiguo o bien a que un cierto número de usuarios haya contribuido a extender su reputación. Tanto en un caso como en el otro, rápidamente se hacen visibles las consecuencias, entre las cuales la principal es que los usuarios, en diversas ocasiones, se hacen una imagen del trabajador social, siendo así que el trabajador social no los puede defraudar. Es por esto que el trabajador social deberá efectuar un trabajo previo de esclarecimiento de su estatus de profesional antes de tomar a su cargo cualquier tarea, si no quiere correr el riesgo de provocar, en el usuario, expectativas a las cuales no se podrá responder.
El Trabajador Social Mismo
Una vez que el trabajador social ha podido orientarse en su servicio y luego en su ambiente, le resta tratar de observarse a sí mismo con respecto a lo que él mismo es, pero también en cuanto a lo que ello puede provocar en relación con el otro. Algunos cambios han provocado tales remolinos que el trabajador social se ha visto obligado a tomar posición personalmente; pensemos en el aborto, por ejemplo. Para otras situaciones menos claras, es preciso plantearse cada vez el problema. Llegamos ahora a las cuestiones más difíciles de plantearse, las que nos cuestionan como individuos y no como profesionales. En el caso del trabajador social, existe una relación constante entre personalidad y técnica.
El Usuario (Individuo o Grupo), su Demanda
El primer encuentro del trabajador social con un problema, este no es planteado generalmente por un grupo constituido, sino por un individuo aislado. El trabajador social debe dedicarse a recoger un cierto número de datos sobre aquel: su identidad, dirección, edad, situación familiar, recursos, etc., y también de la forma como el asistido se presenta, lo que dice y cómo lo dice. Todo esto ha de permitir un primer nivel de conocimiento del usuario, que proseguirá a medida que se desarrolle el trabajo emprendido con él y en el momento en el que elucidemos su requisitoria.
Los Condicionamientos que Pesan sobre la Demanda
Una determinada demanda no se dirige a cualquier institución ni a cualquier trabajador social; una serie de determinaciones hace que se dirija a tal servicio o tal trabajador social. El solicitante recurre a los trabajadores sociales a fin de obtener aquello a que tiene derecho.