El rol de las ONGs en la reducción de la pobreza en América Latina: análisis y recomendaciones
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El rol de las ONGs en la reducción de la pobreza en América Latina
Visiones sobre sus modalidades de trabajo e influencia en la formulación de políticas públicas
Marcela Ferrer, Pablo Monje y Raúl Urzúa
Instituto de Asuntos Públicos, Universidad de Chile
Resumen
Utilizando información primaria y los debates de un Seminario Internacional, este documento indaga sobre la relación ONG-Estado en el desarrollo de políticas públicas para la superación de la pobreza en América Latina, desde la perspectiva de algunas ONGs. Se analizan las acciones de un grupo de ONGs que trabajan en el combate a la pobreza en la región y su relación con el Estado. Se constata una orientación preferente hacia la formación de capacidades para la superación de la pobreza y formas de organización adaptativas y en función de la demanda. Además, se observa una débil incidencia de las ONGs en el desarrollo de políticas públicas, producto de estrategias aisladas y poco sistemáticas. Un factor central es la fragilidad de la mayoría de las ONGs para subsistir como entes autónomos, expresada en su alta dependencia de recursos públicos o privados. Esto crea un mercado de ONGs en permanente reestructuración, obligándolas a actuar como empresas que maximizan beneficios y minimizan costos, impactando en la mantención de equipos permanentes, líneas de intervención y procesos de monitoreo y evaluación. Desde el Estado, la falta de modernización y profesionalización de las prácticas políticas incide en que las ONGs especializadas no sean consultadas o incluidas por los gobernantes, o lo sean sólo esporádica o instrumentalmente. Los Estados latinoamericanos no se habrían preparado para comprender, actuar y cooperar en una nueva dimensión político-ejecutiva de la relación sociedad civil-Estado, producto del retiro del Estado de Bienestar y la introducción del modelo neoliberal. Para mejorar esta situación y profundizar la relación ONG-Estado, es necesario el desarrollo de acciones por parte de ambas entidades. Al final se incluyen recomendaciones para profundizar la relación ONG-Estado en el desarrollo de políticas públicas y el combate a la pobreza, desde la perspectiva de las ONGs y del Estado.
Índice
- Introducción
- 1. Análisis de algunas ONGs que trabajan en el combate a la pobreza en América Latina
- 1.1. Modalidades de trabajo
- 1.2. Logros en la reducción de la pobreza
- 1.3. Relación ONG-Estado en el combate a la pobreza
- 1.3.1. Acciones que han incidido en la creación o modificación de políticas públicas
- 1.3.2. Mecanismos y estrategias desarrolladas por las ONGs para incidir en el Estado
- 1.3.3. La consideración de la acción del Estado en la definición de planes de trabajo de las ONGs
- 2. El rol de las ONGs en la reducción de la pobreza y las políticas públicas. Reflexiones de un seminario internacional
- 2.1. Enfoques sobre pobreza y estrategias para superarla
- 2.2. La relación ONG-Estado en el combate a la pobreza
- 3. Conclusiones y recomendaciones
- 3.1. Desde la perspectiva de las ONGs
- 3.2. Desde la perspectiva del Estado
- Referencias
- Anexo: Programa del seminario "El rol de las ONGs en la reducción de la pobreza y las políticas públicas”
Introducción
Este documento analiza las visiones de algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) nacionales e internacionales que trabajan en el combate a la pobreza en América Latina, respecto de su relación con el Estado y su influencia en las políticas públicas. El análisis se basa en información primaria recolectada en el proyecto "El rol de las ONGs en la reducción de la Pobreza en América Latina: Mejores Prácticas de Impacto en Políticas Públicas", solicitado por el Programa de Gerencia de Transformaciones Sociales (MOST) de la UNESCO, a la Corporación Centro de Análisis de Políticas Públicas de la Universidad de Chile1.
Consecuentemente con el objetivo del Programa MOST de promover el uso de conocimiento científico en la toma de decisiones por parte del Estado y organizaciones sociales civiles, este documento indaga en el rol que las ONGs han jugado en la reducción de la pobreza en la región, con énfasis en su relación con el Estado, desde la perspectiva de los propios actores de ONGs (profesionales a cargo de programas). Dado que se basa en las declaraciones de un pequeño número de ONGs, este análisis no pretende ser una evaluación del trabajo de las ONGs en la región. Constituye más bien una muestra de la diversidad de prácticas y visiones que tienen las ONGs sobre su trabajo y su relación con el Estado, de las cuales es posible extraer experiencias y recomendaciones tanto para las ONGs como para el Estado.
El documento está estructurado en 3 partes. La primera analiza las acciones desarrolladas por un grupo de ONGs que trabajan en el combate a la pobreza en la región y su relación con el Estado, con base en cuestionarios auto-administrados y entrevistas semi-estructuradas. La segunda parte presenta la discusión sostenida por representantes de ONGs en el Seminario Internacional "El rol de las ONGs en la reducción de la pobreza y las políticas públicas", realizado en Santiago de Chile en noviembre de 20042. La tercera parte resume las principales conclusiones y plantea recomendaciones para profundizar la relación ONGs-Estado y su influencia en la formulación de políticas públicas para la superación de la pobreza en América Latina.
1. Análisis de algunas ONGs que trabajan en el combate a la pobreza en América Latina
Durante décadas, el combate a la pobreza ha sido parte de las agendas de los gobiernos latinoamericanos y de diversas ONGs. Sin embargo, según el último Panorama Social de América Latina (2004), la pobreza y la concentración del ingreso siguen siendo problemas críticos. Las cifras más recientes (2002) indican que 221 millones de personas vivían en condiciones de pobreza, de las cuales 97 millones correspondían a pobreza extrema o indigencia (44% y 19% de la población total, respectivamente). Aunque durante la década de los 90 se produjeron avances, el proceso de superación de la pobreza se encuentra estancado desde 1997. Además, la alta concentración del ingreso sitúa a América Latina como la región más rezagada del mundo en materia distributiva. Para cumplir con la primera Meta de Desarrollo del Milenio (erradicar la pobreza extrema y el hambre), los países latinoamericanos tendrán que elevar sus ritmos de crecimiento económico durante el período 2004-2015. Según la CEPAL, esta meta es difícil de alcanzar, sobre todo por los países más pobres. Por ello, llamó a los gobiernos a mejorar la distribución del ingreso, lo cual potencia el efecto del crecimiento económico en la reducción de la pobreza.
El mismo documento de la CEPAL señala que la inserción social de los que se definen como pobres en términos monetarios se dificulta por factores como el tamaño y composición de los hogares, la dotación de capital humano, la participación en el mercado laboral y el acceso a la vivienda y servicios básicos. Las políticas públicas orientadas a la disminución de la pobreza han estado dirigidas a incidir en tales factores. En términos generales, las actuales políticas focalizan sus recursos y se orientan principalmente a la formación de habilidades y competencias en las personas pobres para lograr su inserción social, en reemplazo de las políticas universalistas y asistencialistas, que predominaron hasta fines de la década de los 70 y principios de los 80.
El combate a la pobreza en América Latina no ha sido tarea exclusiva del Estado. Diversas organizaciones filantrópicas realizaban labores de asistencia y beneficencia mucho antes del surgimiento de los sistemas de previsión y seguridad social, y un número importante de ellas continuó existiendo con posterioridad a su implementación. Ellas asumieron un papel protagónico durante las dictaduras militares en las décadas de los años 70 y 80. Las desde entonces denominadas ONGs reemplazaron la labor del Estado en materia social y canalizaron los recursos de la cooperación internacional, realizando significativos aportes en diversos planos. El retorno de la democracia significó un retiro del trabajo en varios ámbitos que fueron asumidos por el Estado, lo que se produjo paralelamente a la disminución de los recursos de la cooperación internacional, los que se canalizaron directamente a través del Estado. Un número importante de ONGs no sobrevivió a estos cambios. A principios del siglo XXI, las ONGs, o lo que algunos llaman "tercer sector"3, ha vuelto a cobrar importancia debido, en gran parte, a la disminución del rol del Estado y la externalización de sus servicios y programas, sustentado en la influencia del modelo neoliberal. Esto ha implicado la necesidad de una redefinición del papel de las ONGs y su aporte a la sociedad, en particular en su relación con el Estado.
Esta sección analiza las acciones desarrolladas por las ONGs que trabajan en el combate a la pobreza en la región, su relación con el Estado y su injerencia en las políticas públicas. Se presenta la visión de las propias ONGs, obtenida de cuestionarios y entrevistas. El análisis comprende sus modalidades de trabajo, principales logros y su relación con el Estado.
1.1. Modalidades de trabajo
La mayoría de las ONGs analizadas buscan generar autonomía en las personas y comunidades, para convertirlos en agentes de su propio desarrollo. Sólo unas pocas ONGs son de corte asistencial, preferentemente vinculadas a la Iglesia Católica. Estas se orientan a satisfacer las necesidades básicas de los grupos más carenciados, preferentemente aquellos en pobreza extrema o indigencia, y por lo general tienen una oferta de programas flexible, que se adecua a sus realidades o demanda. Por contraste, las ONGs orientadas a la promoción o formación de competencias, capacidades o habilidades, tienden a trabajar con modelos de intervención estructurados o previamente definidos, gran parte de ellos diseñados sobre la base de la experiencia acumulada.
Las acciones de promoción o formación de capacidades se dirigen a generar cambios en los planos individual, familiar y comunitario. Las acciones son diversas: promoción del desarrollo comunitario (fomento de la participación ciudadana, fortalecimiento de organizaciones y generación de redes); trabajo en comunidades con servicios de educación y salud; "Programas de Inversión en Desarrollo Social", mediante la gestión y movilización de recursos para proyectos comunitarios; créditos habitacionales para autoconstrucción de viviendas y créditos micro-empresariales. Las ONGs tienden a definir sus acciones como integrales y comunitarias. Sin embargo, se observa un énfasis en la atención de niños y jóvenes, incluyendo el fortalecimiento de sus vínculos e integración con la comunidad. Esto implica que gran parte de las acciones de estas ONGs tienen efectos inmediatos en las condiciones de vida de los niños y jóvenes que participan de sus programas, pero el impacto en la disminución de la pobreza se sitúa más bien en el largo plazo. Esta situación es reconocida explícitamente por algunas ONGs, las que señalan que la pobreza responde a factores estructurales y patrones culturales que contribuyen a su reproducción, por lo que es necesario trabajar en el desarrollo del potencial humano. Varias ONGs manifiestan que buscan reducir la tendencia de la población que vive en condiciones de pobreza a recibir subsidios o asistencia del Estado, mediante su incorporación activa a la solución de sus problemas.
Un elemento importante señalado por las ONGs con mayor trayectoria es el cambio de enfoque de sus acciones en relación a las desempeñadas durante las dictaduras militares. Una ONG, por ejemplo, afirma que durante la dictadura se orientó al reemplazo del Estado para atender a los sectores más carenciados, mediante proyectos de desarrollo rural y local. En democracia, se extendió hacia otros grupos sociales con programas de crédito a microempresarios, vivienda social en sectores marginales y acciones temporales en salud, extensión sindical, asesoría legal y asistencia en emergencia y desastres naturales. Su actual estrategia busca la participación activa y trabajo tripartito de la comunidad organizada, las instituciones de desarrollo y el Estado. El caso de esta ONG es distinto al de muchas otras que no pudieron reorientar sus acciones en el sentido delineado por la redefinición del rol del Estado en los gobiernos democráticos.
Por otra parte, las ONGs que enfatizan que su trabajo se orienta a la formación de capacidades y al involucramiento de las personas en la solución de sus problemas, tienden a referirse a la población que participa en sus programas como "beneficiarios". Esta denominación, también presente en muchos programas públicos que se orientan a la formación de capacidades mediante estrategias participativas, sugiere que no se ha internalizado suficientemente el papel activo que debiera desempeñar la población o las personas que participan en sus programas. En el otro extremo, una de las ONGs analizadas no utiliza el término beneficiarios sino el de "clientes", lo que sitúa sus acciones en el ámbito del mercado y muestra la influencia del modelo neoliberal y de las agencias financieras internacionales.
Respecto de la existencia de marcos conceptuales para definir sus programas, algunas ONGs reconocen explícitamente trabajar con un marco conceptual o, al menos, con ciertas conceptualizaciones sobre la pobreza. Otras ONGs enfatizan que, además de tener un marco conceptual, incorporan su propia experiencia para definir sus acciones. Por contraste, unas pocas ONGs, las de corte asistencial, señalan explícitamente que no trabajan con modelos preconcebidos o incluso con conceptualizaciones sobre la pobreza, pues esto implica tener acciones rígidas, cuando lo que se requiere es ser flexible. En otras palabras, tales ONGs señalan no utilizar un criterio particular para definir a una persona como pobre, pues esto podría resultar en negar la atención a una persona en real necesidad.
Entre los marcos conceptuales utilizados priman las conceptualizaciones que entienden la pobreza como un fenómeno multidimensional, que no puede ser reducido a carencias económicas. En especial, las ONGs con mayor trayectoria señalan que la incorporación de marcos conceptuales sobre la pobreza ha permitido reorientar sus acciones desde una perspectiva asistencialista hacia una de formación de capacidades, lo que concuerda con las redefiniciones del concepto y situación de pobreza surgidas a mediados de la década de los ochenta.
En síntesis, entre el grupo de ONGs analizadas predominan las que se orientan a la formación de capacidades para que las personas y comunidades se conviertan agentes de su propio desarrollo. Estas ONGs utilizan modelos de intervención previamente definidos que responden a marcos conceptuales que entienden la pobreza como un fenómeno multidimensional. Desde la perspectiva de la gestión, las ONGs estudiadas son de carácter misional, es decir, desarrollan sus políticas, planes, programas y metodologías de intervención en función de su misión y de los grupos sociales objetivos que atienden. El diseño de sus intervenciones utiliza métodos y técnicas de la escuela de administración por objetivos, lo que está muy vinculado al cumplimiento de metas establecidas por organismos públicos y/o privados que financian las intervenciones.
Las formas de trabajo y de organización de las ONGs dependen, en gran medida, de los requerimientos técnicos que realizan las contrapartes institucionales que solicitan la intervención. Por lo tanto, su estructura y funciones son de carácter adaptativo y contingencial a la demanda de servicios. Esto se traduce en que los staff profesionales de la ONGs se caracterizan por tener una alta rotación de personal especializado. Esto explicaría por qué los marcos conceptuales sufren modificaciones en el tiempo: la rotación de profesionales permitiría a las ONGs ir integrando nuevos conocimientos y metodologías de intervención, más adecuadas a los cambio de la sociedad.
En conclusión, las ONGs son instituciones de carácter adaptativo y contingencial. Su vida institucional depende de la captura de la oferta de recursos públicos y/o privados para su gestión. Su forma de organización depende en gran parte del tipo de servicio que se le solicite. Una parte importante de ellas logra institucionalizar un aparato administrativo que se preocupa de la gestión de los recursos humanos, financieros y materiales. Sin embargo, tienen una gran dificultad de mantener equipos de profesionales especializados de carácter permanente, por su alto costo y por los bajos rendimientos financieros de los proyectos que se ejecutan en el ámbito social. A continuación se señalan los logros en la reducción de la pobreza que las ONGs identifican como producto de su trabajo.
1.2. Logros en la reducción de la pobreza
Una de las interrogantes más importantes al analizar el trabajo de las ONGs que trabajan en el combate a la pobreza, como también en otras áreas, es la referida al impacto de sus acciones o la magnitud de su contribución. Reconocer logros en la reducción de la pobreza implica contar con evaluaciones periódicas que den cuenta del impacto de las acciones. Tal vez por esto, pocas ONGs mencionan logros concretos en la reducción de la pobreza, aunque es posible distinguir tres grupos. Un primer grupo de ONGs da cuenta de la población que ha participado en sus programas y el número de proyectos desarrollados. Entre ellas, sólo dos ONGs entregan indicadores de impacto más precisos, como, por ejemplo, haber logrado una determinada disminución porcentual de la desnutrición de los niños en las comunidades en que ha trabajado. La referencia a las actividades como logros sugiere que las ONGs no desarrollan procesos sistemáticos de evaluación de sus actividades o programas. Es importante señalar, además, que ninguna de las ONGs analizadas señaló que la carencia de evaluaciones es un aspecto a mejorar, y que sólo una ONG afirmó que sus logros no se pueden medir.
A diferencia de las ONGs que se refieren a sus actividades como logros, un segundo grupo de ONGs señala como logros las características genéricas de sus líneas de trabajo. Por ejemplo, la contribución que la educación puede hacer a la reducción de la pobreza, el proceso de autoconstrucción de vivienda como fortalecedor de la responsabilidad y capacidad individual y familiar; o la importancia de construir capital social. En este grupo se observa también la ausencia de evaluaciones sistemáticas. En el mismo sentido, un tercer grupo de ONGs identifica como logros en la reducción de la pobreza los aprendizajes que la ONG ha tenido en materia de metodologías de trabajo y estrategias de intervención.
La confusión de los logros en la reducción de la pobreza con las actividades desarrolladas, orientación temática o aprendizajes metodológicos de las ONGs no constituye en sí misma un problema. Es mayormente complicado que la mayoría de las ONGs analizadas no realicen evaluaciones sistemáticas de sus acciones y, sobretodo, que no hayan reconocido la necesidad de realizar dichas evaluaciones. Es evidente que la evaluación de impacto es un ejercicio complejo y, en algunos casos, imposible de realizar4, más aún cuando se habla de reducción de la pobreza. Sin embargo, realizar un seguimiento de la trayectoria de las personas que participaron en los programas, o desarrollar evaluaciones participativas, constituyen procedimientos más simples, cuyos resultados permiten analizar los logros y definir el trabajo futuro.
Existen además otras razones que hacen que de la medición de los logros sea un proceso muy complejo de realizar por parte de las ONGs. Por una parte, muy pocas de ellas declara tener desarrollado instrumentos para medir el impacto de sus intervenciones, y más bien se basan en elementos de carácter subjetivo. Por otra parte, aquellas que entregan indicadores de impacto no desarrollan procesos sistemáticos y permanentes de monitoreo y evaluación, enfrentando los mismos problemas que tiene el Estado para medir los avances logrados por las políticas sociales.
Las ONGs pueden asumir y desarrollar mecanismos de evaluación y seguimiento de las políticas sociales -y también de sus intervenciones-, pero esto tiene un alto costo ya que se requiere de equipos más especializados y permanentes, como también tiene altos costos de operación. Esto no es un problema específico de las ONGs, sino del Estado. De hecho, es una oportunidad para el desarrollo de este tipo de organizaciones, ya que uno de los desafíos democráticos5 es darle más transparencia a la evaluación de las políticas sociales. Quienes pueden garantizar esto son instituciones no ligadas a los gobiernos de turno, como son las ONGs. Estos son los desafíos de lo que significa en la práctica una sociedad civil “empoderada”.
A continuación se señalan los logros en la reducción de la pobreza que las ONGs identifican como producto de su trabajo.
1.3. Relación ONG-Estado en el combate a la pobreza
Para abordar la relación ONG - Estado en el combate a la pobreza es necesario realizar una pequeña síntesis histórica sobre los procesos de reforma y modernización del Estado en América Latina, desarrollados a fines de la década de los setenta y principios de la década de los ochenta.
La reforma del Estado fue instalada en la agenda de los organismos internacionales a fines de los setenta. El origen de esta decisión se encuentra en la crisis del Estado de Bienestar Social, sustentado a partir de los acuerdos socio-políticos entre las organizaciones sindicales, empresariales y el Estado, en que se adoptan políticas de pleno empleo basadas en la moderación salarial, destinadas a garantizar una rentabilidad competitiva al capital, y una política de bienestar social garantizada por el Estado (Muñoz, 2001). Esta crisis fue apresurada en el caso de América Latina, y en particular en Chile, por la instalación de las dictaduras militares, que trajo consigo un paquete de reformas de carácter neoliberal-conservador.
Este conjunto de reformas se plantea desde la desvinculación de actores sociales como los trabajadores, de las acciones de derecho que garantizaba el Estado de bienestar. Además, se introduce la integración del mercado como mecanismo eficiente de asignación de recursos públicos. La reforma del Estado se sustentó en reestablecer el equilibrio fiscal y equilibrar la balanza de pagos de los países en crisis. Se aprovechó la oportunidad para proponer simplemente la reducción del tamaño e influencia del Estado, y el ingreso del mercado en la lógica de la asignación de bienes y servicios públicos (Meller, 1996).
La introducción del modelo neoliberal trajo como consecuencias la no resolución de problemas básicos de desarrollo de los países latinoamericanos. Por ejemplo, a fines de los años ochenta más del 40% de la población de Chile vivía bajo la línea de la pobreza, con un Estado desmantelado institucionalmente para abordar políticas sociales de superación de la pobreza.
Durante este período histórico, con diferencias propias de cada país, las ONGs entran a jugar un rol de mayor importancia en la búsqueda de soluciones para la superación de la pobreza de gran parte de la población de América Latina. Esto fundamentalmente por dos razones. Primero por razones de carácter político-social. Grupos de profesionales, con apoyo internacional, se organizan con el fin de cubrir áreas de intervención propias de las políticas sociales, que estaban siendo claramente no abordadas por el Estado Neoliberal. Segundo, por razones ideológicas, que se desprenden del debate sobre la relación estructural entre Estado-Sociedad-Mercado, la cual se plantea de la siguiente manera: "el objetivo neoconservador es el derrocamiento de la política, por tanto del discurso de la reducción del papel de las instituciones públicas no deviene en uno que fundamenta la ampliación del espacio político a favor de la sociedad. Al contrario, la administración de la participación política, la funcionalización - tecnificación de la participación social y la concepción de la democracia como método o procedimiento se convierten en las expresiones concretas de esta particular valorización de la instancia social que en definitiva parece fundar el desplazamiento de las decisiones hacia ella en la necesidad no sólo de establecer controles al gobierno, sino desactivar las demandas populares. Desmovilización y despolitización social resultan así las contracaras del fortalecimiento de la sociedad civil y de la retracción de las instituciones públicas” (Lechner, 1981:26).
A este debate ideológico se suma la apuesta neo conservadora de la asignación de recursos públicos por medio de instrumentos de mercado, y de formas de racionalidad en las decisiones públicas medidas por la relación costo-beneficio social. Bajo este eje comienza la reforma conservadora de las formas de hacer política y de decisión pública, sustentadas en el individualismo metodológico (Monje, 2004) y en el enfoque de políticas públicas (Jobert, 2004).
El enfoque de Políticas Públicas. Entendiendo la relación Estado - ONG
Para entender la relación entre el Estado y las ONGs6 es necesario conocer sucintamente la definición y la formas de implementación de políticas públicas. De esto se desprenderá la participación de las ONGs en las políticas públicas.
La definición tradicional de políticas públicas corresponde al programa de acción de una autoridad pública o al resultado de la actividad de una autoridad investida de poder público y de legitimidad gubernamental (Meny y Thoenig, 1992). Complementariamente, se definen también como cursos de acción y flujos de información relacionados con un objetivo público definido en forma democrática; los que son desarrollados por el sector público y frecuentemente, con la participación de la comunidad y el sector privado (Lahera, 2002).
Las políticas públicas comprenden tres dimensiones conceptuales: una dimensión cognitiva, marcada por los elementos de interpretación causal de los problemas a resolver (Singer, 1990); una dimensión normativa o de definición de los valores en el tratamiento de los problemas; por último, una dimensión instrumental que define los principios de acción que deben orientar la acción en función de ese saber y esos valores (Jobert, 2004).
Las políticas públicas son definidas mediante la articulación de esas tres dimensiones en un ámbito económico-social y político particular. En el que pueden o no estar incluídas ONGs. Una vez aprobadas por los órganos correspondientes, ellas pueden ser ejecutadas por el Estado, por medio de su institucionalidad ejecutiva, o ser delegadas para su ejecución en las Organizaciones No Gubernamentales.
Desde el punto de metodológico, la participación de las ONGs en el desarrollo de políticas públicas puede darse en distintos momentos (cuadro 1).
Cuadro N° 1
Formas de participación de las ONGs en el Desarrollo de Políticas Públicas (*)
Fases | Formas de participación de las ONGs |
---|---|
Diagnóstico |
|
Programación |
|
Implementación y Ejecución |
|
Evaluación |
|
Fuente: elaboración propia.
(*) Este cuadro sistematiza el enfoque de políticas públicas en un proceso lógico y lineal, pero en la práctica el proceso no ocurre con esta rigurosidad.
En síntesis, la relación Estado - ONGs está determinada por las prácticas de gobierno en los estados latinoamericanos, los cuales en gran medida han optado por utilizar el enfoque de políticas públicas para abordar los problemas desarrollo de sus países. Esto no sólo está restringido al ámbito de la pobreza, sino a casi la totalidad de las políticas que abordan temas de desarrollo.
1.3.1. Acciones que han incidido en la creación o modificación de políticas públicas
De manera similar a lo observado respecto del reconocimiento de logros en la reducción de la pobreza, la mayoría de las ONGs analizadas no han sistematizado o no tienen evidencia sobre cuáles de sus acciones han incidido en la formulación o modificación de políticas públicas. No obstante, algunas señalan actividades concretas. Por ejemplo, una ONG señala la creación de una red de organizaciones comunitarias que hizo que se creara un Consejo Consultivo Nacional, que proponía, diseñaba y evaluaba políticas en materia social. También, señala la conformación de una red temática de organizaciones que trabajan con jóvenes, que les ha permitido convertirse en un referente en ese tema y trabajar con organismos públicos y privados. Otra ONG señala que los resultados de dos estudios han tenido gran impacto en términos de sensibilización de la opinión pública y han sido considerados en el diseño de políticas públicas. En la misma línea, un pequeño grupo de ONGs afirma haber participado en la discusión de proyectos de ley que finalmente fueron aprobados. Por último, otro pequeño grupo señala que algunas de sus modalidades, o áreas de trabajo, han sido adoptadas por el Estado como nuevas prácticas de gestión o intervención.
Si bien algunas ONGs entregan ejemplos concretos de acciones que han incidido en la creación o modificación de políticas públicas, la mayoría de las ONGs analizadas afirman que su injerencia ha consistido en sensibilizar al Estado y a la sociedad respecto de la importancia de atender el tema. Junto a esto, algunas ONGs han presentado recomendaciones de política. Es importante mencionar que una ONG señala que su injerencia se ha dado por la vía de entregar a la comunidad instrumentos para que aprendan a utilizar los mecanismos de denuncia y acción disponibles. También, que dos ONGs señalan que este aspecto no ha sido evaluado o que es difícil demostrar que han tenido algún tipo de injerencia.
Del análisis se desprende que las ONGs estudiadas tienen una débil vinculación con el Estado por medio de las políticas públicas. Las razones fundamentales de esta situación se relacionan con la falta de modernización y profesionalización de las prácticas políticas. Por ejemplo, gran parte de los parlamentos latinoamericanos cuentan con sistemas de apoyo de información y conocimiento, pero tienden a ser instituciones nominales, que no prestan un apoyo real a los legisladores. Además, habitualmente los órganos ejecutivos - Presidencia y Ministerios - tienen como práctica utilizar equipos asesores que pertenecen a su propia coalición de Gobierno. Esta situación ha traído consigo varios escándalos de corrupción, ya que se utiliza más bien como una forma de financiamiento de cuadros políticos, que de asesores técnicos reales. Por último, podemos decir que existe entre los gobernantes prácticas de omnipresencia, propias de la cultura política del Estado Latinoamericano, en donde la autoridad democráticamente elegida es erigida como un "gran sabio" que no requiere de consejos para gobernar. Claramente, esta tradición incidiría en que las ONGs especializadas en determinados temas no sean consultadas por los gobernantes, o lo sean sólo esporádica o instrumentalmente.
1.3.2. Mecanismos y estrategias desarrolladas por las ONGs para incidir en el Estado
Las ONGs analizadas señalan que utilizan dos tipos de mecanismos para incidir en el Estado y ubicar sus acciones en el escenario político. Un primer tipo se refiere a la participación en instancias convocadas por el propio Estado, donde se diseña, ejecuta, evalúa y propone políticas públicas. Gran parte de las ONGs menciona especialmente la co-ejecución con el Estado de programas o proyectos. Un segundo tipo de mecanismos, menos mencionado, comprende la generación o articulación de redes con otras organizaciones sociales u ONGs, para la difusión pública del problema de la pobreza y su inclusión en la agenda pública.
Respecto de las estrategias que han diseñado las ONGs para incidir en los distintos organismos del Estado encargados del diseño e implementación de políticas destinadas a combatir la pobreza, gran parte de las ONGs analizadas mencionan actividades de difusión. En especial, publicación de sus estudios y organización de seminarios, foros y encuentros para discutir el tema. Algunas ONGs señalan recurrir a los medios de comunicación para denunciar situaciones que no han sido atendidas por el Estado, o para dar a conocer el resultado de sus investigaciones o estudios. Un número menor afirma enviar sus investigaciones a un directorio de actores clave y poner los textos en su página web. Llama la atención que sólo una ONG mencione el trabajo con universidades. También, que sólo una ONG señale que uno de sus objetivos anuales es, precisamente, contribuir al desarrollo de políticas públicas. El análisis revela que la mayoría de las ONG analizadas menciona actividades genéricas y no estandarizadas. En otras palabras, no han desarrollado una estrategia concreta para incidir en los distintos organismos del Estado encargados del diseño e implementación de políticas destinadas a combatir la pobreza.
Por último, respecto de la forma en que las ONGs difunden las experiencias extraídas de los programas que ha implementado para incidir en el diseño de políticas públicas, gran parte se refiere a la producción de materiales de divulgación en medios escritos, audiovisuales o página web. También, a la organización de eventos como encuentros, seminarios o foros. En general, se observa que estas acciones son descritas en términos genéricos y parecieran no representar prácticas sistemáticas o integradas a una estrategia global. Incluso, varias ONGs reconocieron explícitamente carecer de una estrategia o estar en proceso de definirla, como también que actuaban en base a contactos personales e institucionales sin una estrategia definida. Sin embargo, es importante destacar que una ONG señaló tener un programa de radio y una página en un periódico local; y que otra ONG dijo tener un Departamento de Imagen y Comunicación, encargado de difundir su trabajo, y una revista periódica.
Una cuestión clave para la totalidad de las ONGs estudiadas es influir sobre las decisiones de política pública. Por ello, podemos suponer que sus acciones serían determinadas por una racionalidad operativa-estratégica, que comprende primero reconocer la red y estructura en la cual los Gobiernos toman decisiones. Posteriormente, identificar a los actores influyentes en las decisiones y los tomadores de decisión, con lo cual se estructura la red de poder-influencia y se actúa sobre ella. Esto se realiza por medio de la participación en foros, seminarios y/o consultorías, en donde esbozan sus principales argumentos sobre sus áreas de interés de las políticas públicas. Es evidente que esto se vincula directamente con lo expuesto en el acápite anterior. A modo de hipótesis se puede plantear que los esfuerzos desarrollados por las ONGs para ser escuchadas, pueden verse truncados porque los Estados Latinoamericanos no se habrían preparado para comprender, actuar y cooperar en esta nueva dimensión político-ejecutiva creada en la relación sociedad civil-Estado.
1.3.3. La consideración de la acción del Estado en la definición de planes de trabajo de las ONGs
Las ONGs refieren tres tipos de formas de considerar las acciones del Estado para la definición de sus planes de trabajo. Un primer tipo manifiesta su interés de trabajar en forma mancomunada con el Estado, coordinando las acciones y trabajando conjuntamente. Este tipo incluye la participación de las ONGs en licitaciones del Estado para ejecutar determinados programas o proyectos. Según las propias ONGs, esto tiene la desventaja de tener que subordinarse a programas pre-establecidos, muchas veces sin participación de la sociedad civil.
Un segundo tipo de consideración de las acciones del Estado para la definición de los planes de trabajo es totalmente opuesto al anterior y es mencionado por un grupo menor de ONGs. Consiste en terminar, o no realizar, programas en ámbitos donde el Estado interviene o ha comenzado a intervenir. Desde la perspectiva de una de las ONGs que mencionan esta práctica, esto se entiende como "colaboración honesta con el Estado": cuando se instala la política de Estado, sus acciones disminuyen o terminan,
asumiendo las labores de creación de otros programas.