Rol del Maestro Tutor: Coordinación y Colaboración con el Equipo Docente y Directivo

Enviado por Chuletator online y clasificado en Magisterio

Escrito el en español con un tamaño de 4,45 KB

Maestro Tutor y Equipo Docente

La coordinación y colaboración entre todos los profesionales es fundamental para la acción docente y tutorial. Esto facilita el desarrollo de la función tutorial, apoyándose en la cooperación con el maestro tutor. El maestro tutor debe coordinar y colaborar con el equipo docente mediante el desempeño de funciones básicas y la implementación de actividades específicas diseñadas para implicar al máximo a los docentes en la acción tutorial.

Colaboración con el Equipo Directivo

A través del equipo directivo, el maestro tutor promoverá y negociará la inclusión en el Proyecto Educativo de Centro (PEC) de planes y actividades que faciliten la implementación del Plan de Acción Tutorial (PAT).

1. Fomento de la Formación del Profesorado

Cualquier maestro, además de ejercer una labor docente, debe realizar una labor educativa.

  • La formación inicial del profesorado en temas educativos (más allá de los puramente académicos) es fundamental para la orientación educativa, considerada el motor de la escuela.
  • Esta labor educativa requiere profesionales con madurez, equilibrio, capacidad de convivencia, implicación en compromisos sociales y habilidad para tomar decisiones. También es imprescindible una formación pedagógica sólida que permita afrontar los retos de la diversidad. Deben ser capaces de autoanalizarse y reflexionar sobre su práctica para una mejora continua a lo largo de su carrera.
  • Respecto a la labor específica del maestro tutor, la formación debe asegurar que sea capaz de: definir la acción tutorial y sus ámbitos, conocer las competencias propias de su perfil y desarrollar la capacidad de adquirirlas y adaptarlas continuamente a la realidad educativa.
  • La formación continua está tan justificada, o incluso más, que la formación inicial, tanto para maestros como para tutores.
  • La planificación de esta formación debe ser una decisión institucional para asegurar que la acción tutorial esté garantizada y enmarcada temporal y espacialmente dentro del centro escolar.
Modalidades de Formación Continua

Las distintas modalidades en que se puede realizar esta formación continuada son:

  • Seminarios coordinados por un asesor especializado en el área de tutoría.
  • Seminarios internos dirigidos por miembros del claustro.
  • Formación intercentros para el enriquecimiento mutuo mediante el intercambio de experiencias.
  • Formación zonal o temática gestionada por la administración educativa.
  • Creación de equipos de trabajo que fomenten la colaboración interprofesional.

2. Intercambio de Información sobre el Alumnado

Facilitar datos relevantes para la actuación docente, como información sobre estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE) o datos del expediente académico, para ayudar al profesorado en su actuación.

3. Programación de Actividades Específicas para el Profesorado

Incluir actividades de acogida, dinámicas para la implicación del equipo docente, reuniones periódicas, etc.

Colaboración con el Equipo Docente

Respecto a los docentes, el tutor ejercerá tres funciones fundamentales:

  1. Coordinar las programaciones didácticas y las adaptaciones curriculares necesarias para el alumnado.
  2. Coordinar el proceso de evaluación continua y formativa, así como el intercambio de información relevante sobre el progreso de los estudiantes.
  3. Fomentar y posibilitar actuaciones conjuntas entre tutores y profesores, alineadas con el marco educativo del centro.

El maestro tutor impulsará actividades colaborativas con los profesores, centradas en temas como la atención específica al alumnado con necesidades educativas especiales (NEE).

El trabajo en equipo es clave y se centra en: la dinamización de la acción tutorial, la reflexión conjunta, la toma de decisiones consensuada sobre las actuaciones, el aprendizaje compartido y la formación continua, utilizando los medios adecuados y estableciendo las colaboraciones pertinentes.

Este enfoque colaborativo beneficia tanto a nivel individual como grupal, promoviendo un cambio positivo en las actitudes personales y colectivas y fortaleciendo la capacidad de adaptación y mejora continua de los profesionales.

Entradas relacionadas: