El Rococó en España: Manifestaciones Artísticas y Obras Emblemáticas del Siglo XVIII

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En el siglo XVIII, el Barroco español tenderá hacia una ornamentación que, en algunos casos, estará muy cercana al Rococó. La escultura y la pintura llegan a fundirse con la arquitectura, rompiendo esquemas arquitectónicos y tendiendo a diseñar espacios «vibrantes», aunque el exterior de algunos de estos edificios continuará en ocasiones con la austeridad.

Resulta complejo delimitar un Rococó puro en España; se suele tender a hablar de un Barroco tardío que beberá de la influencia del Rococó internacional, sobre todo francés. Debemos recordar que el Rococó tendía a ser un arte burgués, cortesano e incluso «profano»; una característica que lo limitaba, puesto que España no había desarrollado una clase social burguesa al mismo nivel que la de otros países europeos, y la Iglesia continuaba siendo muy influyente en aquella centuria.

Arquitectura Rococó en España: Obras Destacadas

  • Salón de Porcelana del Palacio de Aranjuez (1765)

    Obra de Gricci, este salón se encuentra en el Palacio de Aranjuez. Fue decorado en tiempos de Carlos III con exquisitos motivos chinescos. Su realización corrió a cargo de la Real Fábrica de Porcelana del Palacio del Buen Retiro (Madrid). La sala está adornada con siete espejos principales, complementados por cuatro más ubicados en los ochavos de las esquinas. Destaca una lámpara del mismo material que asemeja una palmera, con brazos en forma de raíces. La decoración se completa con dorados, pinturas y sillas lacadas.

  • Fachada Principal de la Catedral de Valencia (1713)

    Conocida como la Fachada de los Hierros (o dels Ferros en valenciano), fue diseñada por Francisco Vergara. Su estilo se acerca a la grandiosidad de Bernini o Borromini. Presenta una forma cóncava que busca la amplitud espacial, una solución ingeniosa dada la estrechez del lugar de emplazamiento. Esto fomenta un interesante juego de perspectivas. Se compone de tres cuerpos superpuestos, y su profusa decoración es uno de sus elementos más destacables.

  • Fachada de la Catedral de Murcia (1736-1749)

    Diseñada por Jaime Bort, esta fachada adopta la estética de una fachada-retablo, con una clara inspiración en la tradición española y elementos de influencia alemana. Sus características más distintivas incluyen: altos zócalos, grupos escultóricos que «rompen» el marco, intercolumnios con esculturas, una balaustrada, un frontón curvo partido y tres puertas que se corresponden con las naves interiores del templo.

  • Palacio del Marqués de Dos Aguas (1740–1744)

    Obra de Hipólito Rovira e Ignacio Vergara, este palacio presenta trazas del Gótico tardío. Originalmente decorado con frescos de temas alegóricos en tonalidades azules, esta ornamentación fue posteriormente reemplazada por diversos materiales pétreos de variadas tonalidades. Destaca su fachada principal, realizada en alabastro y presidida por la imagen de la Virgen. De esta imagen descienden los dos ríos más caudalosos de la región de Valencia, el Turia y el Júcar, representados por dos figuras humanas desnudas en forma de «riñón». La fachada en su conjunto despliega un universo decorativo que evoca las bonanzas de la fertilidad, la riqueza del territorio y la mitología.

Pintura Rococó y de Transición en España

En este periodo, encontramos pintores de transición entre el Barroco y el Neoclasicismo, quienes, sin embargo, muestran una delicadeza cromática cercana al Rococó, así como una temática ligada al arte galante. Entre ellos destacan Miguel Jacinto Meléndez (1675-1734), Juan Bautista Peña (1710-1773) y Luis Paret. Además, es importante mencionar la presencia de obras de maestros internacionales como Giovanni Battista Tiepolo y Raphael Mengs, que también influyeron en el panorama artístico español.

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