Rima XLI de Bécquer: Incompatibilidad y Resistencia en el Amor
Enviado por Chuletator online y clasificado en Español
Escrito el en español con un tamaño de 3,3 KB
Rima XLI de Bécquer: Un Estudio de la Incompatibilidad Amorosa
El poema, identificado como la Rima XLI de Gustavo Adolfo Bécquer, se estructura en tres estrofas. Cada una de estas estrofas se compone de tres versos endecasílabos y un verso pentasílabo que actúa como un estribillo recurrente. Este verso pentasílabo, en su función de pie quebrado, condensa la idea central del poema: la conclusión definitiva sobre la relación descrita.
Uso del Lenguaje y Recursos Estilísticos
Bécquer, fiel a su estilo, emplea la asonancia para suavizar la sonoridad y conferir al poema un tono íntimo. Sin embargo, en esta rima, la mayoría de los versos (exceptuando el sexto) presentan una repetición tanto de la vocal como de la consonante. El encabalgamiento es otro recurso notable, presente en todos los versos, creando pausas que separan palabras con fuertes vínculos sintácticos: alta/torre, enhiesta/roca, acostumbrados/uno a… el otro a…
Estructura y Tema Central
La estructura del poema está meticulosamente diseñada para subrayar el tema principal: la incompatibilidad de caracteres entre los amantes. La primera y segunda estrofa exhiben un paralelismo reforzado por una doble anáfora: “Tú eras el… y yo… / ¡Tenías que… o…!”. Esta repetición no solo afecta a la estructura, sino también al significado, aunque se utilicen diferentes imágenes. Ambas estrofas contrastan las actitudes de la amada y el poeta en términos equivalentes.
Tiempos Verbales y su Significado
El uso de los tiempos verbales es crucial. Bécquer emplea el pretérito imperfecto para referirse a la amada (“eras”), sugiriendo una continuidad en el pasado. En contraste, utiliza el presente para describirse a sí mismo (“desafía”, “aguarda”), indicando que su actitud persiste. El pretérito perfecto simple del estribillo (“fue”) señala un evento concluido, transmitiendo una sensación de finalidad irrevocable.
Metáforas de la Naturaleza y la Antítesis
La naturaleza y la actitud de los amantes se representan a través de metáforas, principalmente del mundo natural. La amada se asocia con el huracán y el océano, mientras que el poeta se identifica con la torre y la roca. Se establece una antítesis: huracán/torre y océano/roca. Bécquer selecciona fenómenos naturales devastadores (huracán y océano) para ilustrar la fuerza destructiva de la amada, expresada en una sola palabra. En cambio, los términos que lo simbolizan a él (torre y roca) se acompañan de proposiciones subordinadas adjetivas (“que desafía su poder” y “que firme aguarda su vaivén”), que detallan su resistencia.
La antítesis también se manifiesta en “hermosa tú, yo altivo” y en las opciones metafóricas presentadas a la amada: “estrellarte / abatirme; romperte/ arrancarme”. La aliteración de la “r” intensifica la violencia implícita en estas opciones. En resumen, como se sintetiza en el verso 10, el contraste radica en el afán combativo de ella (arrollar) y la resistencia de él (no ceder).