El Retorno del Filósofo: Fundamentos de la Justicia y el Estado Perfecto según Platón

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El Retorno a la Caverna: La Crítica Platónica a la Apariencia

El concepto del retorno a la caverna simboliza una existencia en la que solo se concede valor a *lo sensible*, que es una copia devaluada de lo real. En el ámbito social y político, estas tinieblas representan el mundo de las intrigas políticas y los manejos de la opinión pública que buscan la seducción y la persuasión mediante lo aparente y no mediante lo real, cuya comprensión es más difícil.

Los Sofistas y la Retórica del Éxito

Los sofistas enseñaban retórica y oratoria, instrumentos esenciales para el ejercicio de la política y el dominio de las masas. Dotaban a sus alumnos de destrezas que los capacitaban para tener éxito en las disputas entre grupos políticos o en los negocios. No aceptaban la distinción entre lo que las cosas son y lo que aparentan ser; para ellos, no hay más realidad que las apariencias. Sin embargo, esta postura constituye una visión muy pobre de lo que es la educación.

La Crítica a la Democracia

Platón considera que la democracia es el reino de los sofistas. Critica este régimen y lo considera solo mejor que la tiranía, la cual se caracteriza por la crueldad y la arbitrariedad.

La democracia es un estado en el que todos son iguales, pero en el que se da una consideración de los vicios como virtudes, pues el libertinaje se considera libertad. Desaparecen las diferencias entre los ciudadanos y así se establece una peligrosa anarquía.

La Verdad Reducida a Opinión

En una democracia, toda afirmación es reducida a mera opinión; toda afirmación puede ser anulada por su opuesta. Los sofistas consideran que nadie puede afirmar una verdad que sea válida para los demás hombres, sino que toda verdad es válida solo para aquel que la afirma.

La masa popular es semejante a un animal esclavo de sus pasiones y sensible a la adulación, sin constancia en sus amores y odios. La enseñanza de los sofistas busca manejar las pasiones de la masa, sin considerar qué hay de bueno y de malo, de justo y de injusto en esas tendencias. La política o virtud se basan, por lo tanto, en las preferencias del populacho.

El Filósofo Rey y el Estado Ideal

El filósofo que ha ascendido hacia las Ideas volverá a descender a la caverna para ayudar a los hombres a salir del sueño en el que se hallan y aportar sentido y verdad a la vida.

En el Libro VI de *La República*, Platón habla de la gran paradoja que supone que el Estado perfecto debe ser constituido por el sabio perfecto, y este no puede serlo más que en el Estado perfecto. Hay que contar con que aparezca un *rey-filósofo* para llevar a cabo el proyecto. Platón creyó haberlo encontrado en Siracusa, pero no tuvo éxito.

La Monarquía y la Aristocracia son los regímenes perfectos y son los preferidos por Platón para su ciudad ideal, gobernada por filósofos.

Estructura del Estado Platónico

El Estado platónico está estructurado en tres clases:

  1. Los Filósofos: Quienes gobiernan, guiados por la razón.
  2. Los Guerreros: Quienes defienden a la sociedad, guiados por el valor.
  3. Los Artesanos: Quienes trabajan y proveen los bienes, guiados por el apetito.

Cuando cada uno de estos realiza la tarea que le corresponde, se alcanza la *justicia*, que es la culminación de las demás virtudes. Cada parte desempeña su papel en interés común. Así se evitará la decadencia de la sociedad.

La Función del Gobernante

El mantenimiento del orden constituye el objetivo de los gobernantes. El gobernante ha de vigilar para que la Ciudad se mantenga dentro de unos márgenes de bienestar, sin dejar que se apoderen de ella ni la riqueza ni la pobreza. Además, debe:

  • Vigilar para que la Ciudad no crezca demasiado.
  • Asegurar que los individuos se dediquen a las funciones más acordes con el tipo de alma que predomina en ellos.
  • Vigilar el sistema educativo de modo que no se introduzcan cambios en él.

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