Retórica Romana: Fundamentos, Maestros y Legado de la Elocuencia Clásica

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La Retórica y el Orador Romano

Definición y Cualidades del Orador

Podríamos definir este género literario como "el arte de hablar con elocuencia". Deriva su nombre del sustantivo latino "os, oris" (boca). La condición de orador era imprescindible para los jóvenes patricios que querían dedicarse a la política y seguir el "cursus honorum". El orador debía reunir unas cualidades y una técnica que recibe el nombre de RETÓRICA (del griego "rhḗtōr", orador) y que comprendía un conjunto de recursos para hablar bien. El orador es así definido por Catón, el Censor, como "vir bonus peritus dicendi" (hombre honesto experto en hablar bien).

Cicerón: Maestro de la Retórica

Cicerón, además de los discursos más perfectos —a los que nos referiremos más abajo—, nos ha dejado las mejores obras retóricas en las que ha sabido enseñar como nadie cómo se forma un orador y cómo se compone un discurso.

Obras Retóricas Clave

Sus principales obras retóricas son:

  • "Brutus"
  • "De oratore"
  • "Orator"

"Brutus", cuyo título se debe al nombre de la persona a quien está dedicada, es una historia de la elocuencia en Roma desde los orígenes hasta su época, precedida de un pequeño resumen sobre la elocuencia en Grecia.

"De oratore" (tres libros) y "Orator" tratan de la formación del orador y la técnica del discurso.

La Formación del Orador Perfecto según Cicerón

Según Cicerón, el orador perfecto ha de ser la combinación de tres factores:

  • Disposición natural
  • Cultura profunda
  • Conocimientos de la técnica del discurso

Las Cinco Partes de la Técnica Retórica

Esta técnica, que se enseñaba en las escuelas de retórica y que se expone con amplitud en "De oratore", abarcaba cinco puntos fundamentales:

  • Inventio: Búsqueda de argumentos apropiados o probatorios.
  • Dispositio: Distribución de esos argumentos en un plan.
  • Elocutio: Arte de utilizar la expresión formal (figuras literarias, palabras más convenientes).
  • Memoria: Para recordar el discurso.
  • Actio: Todo lo relacionado con los gestos y el tono de la voz.

Estructura del Discurso Oratorio

El discurso debe tener diversas partes:

  • Exordium: Introducción.
  • Narratio: Exposición del tema a tratar.
  • Argumentatio: Con dos caras:
    • Probatio: Aportación de argumentos.
    • Refutatio: Rechazo de las objeciones.
  • Peroratio: Conclusión, destinada a ganarse a los jueces o al auditorio.

La finalidad de todo discurso era instruir, agradar, conmover y convencer.

Evolución de la Oratoria Romana

Panorama Histórico

A pesar de que "el estilo oratorio invade toda la literatura latina" (A. Michel), son escasos los discursos de los que disponemos como testimonios directos de la elocuencia latina. Afortunadamente, contamos con el caso excepcional de Cicerón. Podríamos decir que Cicerón es la ORATORIA romana.

La oratoria romana anterior al siglo I a. C. nos es prácticamente desconocida. A caballo entre los siglos III-II a. C. vivieron los primeros oradores de los que nos queda algún testimonio directo o indirecto, pero es en el siglo II a. C. cuando la oratoria romana se va a consolidar. En el siglo I a. C., los problemas sociales y políticos, con el enfrentamiento de los partidos y el papel cada vez más preponderante del pueblo, fueron causas determinantes de un desarrollo vigoroso de la elocuencia.

Las Escuelas Oratorias: Asiática y Ática

La preocupación artística trasplantó a Roma las tendencias o "escuelas" de oratoria, que serán fundamentalmente dos:

  • La escuela asiática: Grandilocuente, de expresión florida y patetismo.
  • La escuela ática: Caracterizada por la desnudez en la expresión y la ausencia de ornamentos y patetismo.

Figuras Destacadas

Mención especial merece Quinto Hortensio.

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