La Restauración Borbónica en España (1874-1898): Sistema Político y Crisis del 98

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El Retorno de los Borbones y la Restauración en España (1874-1898)

El periodo de la Restauración Borbónica en España, que se inició en 1874, marcó el fin de la Primera República y el establecimiento de un nuevo sistema político bajo la monarquía de Alfonso XII. Este proceso se consolidó rápidamente con eventos clave:

  • 1 de diciembre de 1874: Publicación del Manifiesto de Sandhurst, redactado por Antonio Cánovas del Castillo, donde Alfonso de Borbón se presentaba como el único garante de la estabilidad.
  • 29 de diciembre de 1874: Pronunciamiento militar en Sagunto, liderado por el general Arsenio Martínez Campos, que proclamó a Alfonso XII como rey.
  • 31 de diciembre de 1874: Antonio Cánovas del Castillo forma un gabinete de regencia, sentando las bases del nuevo régimen.
  • 9 de enero de 1875: Alfonso XII llega a España, consolidando su ascenso al trono.

La Constitución de 1876: Pilar del Sistema Restauracionista

Elaboración y Aprobación

La Constitución de 1876 fue el marco legal fundamental de la Restauración. Su elaboración estuvo a cargo de una comisión de notables y exdiputados monárquicos. En diciembre de 1875, se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal, aunque estas estuvieron fuertemente manipuladas y registraron una alta abstención. A pesar de ello, la Constitución fue aprobada sin mayores problemas, reflejando el consenso de las élites políticas.

Características Principales

Esta carta magna se caracterizó por su brevedad y flexibilidad, lo que permitió un desarrollo posterior a través de leyes ordinarias. Sus puntos clave fueron:

  • Declaración de derechos: Amplia, aunque sujeta a leyes posteriores que podían restringirlos.
  • Confesionalidad católica: España se declaraba un Estado confesional católico, aunque se toleraba la libertad de cultos en el ámbito privado.
  • Soberanía compartida: La soberanía residía conjuntamente en el Rey y las Cortes.
  • Poder Legislativo: Ejercido por el Rey y las Cortes (bicamerales: Congreso de los Diputados y Senado).
  • Poder Ejecutivo: Recaía en el Rey, quien lo ejercía a través de sus ministros.
  • Poder Judicial: Atribuido a los tribunales de justicia.

Fundamentos Políticos del Régimen de la Restauración

El Pensamiento Canovista

Antonio Cánovas del Castillo, principal artífice del sistema, concebía la Restauración sobre la base de una "constitución interna" o histórica de España, cuyos principios inmutables eran:

  • La Monarquía y la dinastía borbónica.
  • La libertad y la propiedad como derechos fundamentales.
  • La soberanía compartida entre el Rey y las Cortes.

Cánovas aceptaba la existencia de una oposición, siempre y cuando esta aceptara los principios fundamentales del régimen. Por esta razón, el carlismo y el republicanismo quedaron inicialmente fuera del sistema.

Características del Régimen

El sistema de la Restauración fue esencialmente conservador y se inspiró en el parlamentarismo inglés. Sin embargo, se vio afectado por una excesiva intervención del Rey en la política y, sobre todo, por la manipulación del voto. Los dos partidos dinásticos que se alternaban en el poder eran el Partido Conservador (liderado por Cánovas) y el Partido Liberal (liderado por Sagasta).

Funcionamiento del Sistema: El Turnismo y el Caciquismo

El sistema se basaba en el "turnismo" o alternancia pacífica en el poder entre conservadores y liberales. Este mecanismo se lograba gracias a la indiferencia política de gran parte de la población y, fundamentalmente, a un sistema de fraude electoral conocido como "caciquismo". Los caciques, figuras influyentes a nivel local, manipulaban los resultados electorales para asegurar la victoria del partido "tocado" (designado) por el gobierno central.

La Oposición al Sistema de la Restauración

A pesar de la estabilidad aparente, el régimen de la Restauración enfrentó diversas formas de oposición, que fueron ganando fuerza a lo largo del periodo.

Nacionalismos Periféricos

Los nacionalismos surgieron en circunstancias particulares, sumando sentimientos políticos y culturales a las reivindicaciones foralistas históricas.

Nacionalismo Catalán

Nació gracias a la Renaixença, un movimiento cultural y literario que recuperó la lengua y la cultura catalanas. Se formó la Lliga de Catalunya, que en 1892 redactó y promulgó las Bases de Manresa, un manifiesto que reclamaba el catalán como idioma oficial y la creación de Cortes catalanas con amplias competencias.

Nacionalismo Vasco

Surgió tras la pérdida de los fueros y se desarrolló gracias a la figura de Sabino Arana, quien fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en 1895. Tras la muerte de Arana, la adopción de una ideología más moderada permitió al PNV ganar una mayor presencia política y social.

Republicanismo

El republicanismo perdió fuerza entre la clase obrera, que se decantó por otras ideologías, aunque logró mantener cierta presencia en el parlamento a partir de 1890.

Movimiento Obrero

En los comienzos de la Restauración, el movimiento obrero operaba en la clandestinidad, pero fue consolidándose y diversificándose en dos corrientes principales:

Anarquismo

Arraigó extraordinariamente en Andalucía y Cataluña. Internamente, se dividió entre los partidarios del sindicalismo (anarcosindicalismo) y aquellos que defendían la acción directa y violenta.

Marxismo

Tuvo un fuerte arraigo en Madrid y otras zonas industriales. En 1879, Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que buscaba la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores a través de la acción política y sindical.

La Crisis de 1898 y la Redistribución Colonial

El final del siglo XIX estuvo marcado por un proceso global de ocupación de territorios africanos y oceánicos por parte de Estados Unidos y las grandes potencias europeas. España, con una política exterior debilitada y sin apenas presencia colonial significativa más allá de sus últimas posesiones, se vio directamente afectada por este contexto.

La Guerra de Cuba

Cuba, una de las últimas colonias españolas, fue el epicentro de la crisis. En 1878, la Paz de Zanjón puso fin a la primera guerra de Cuba (Guerra de los Diez Años) y se prometió una autonomía que nunca llegó a materializarse plenamente. La situación de tensión escaló:

  • 1 de febrero de 1898: El hundimiento del acorazado estadounidense Maine en el puerto de La Habana sirvió de pretexto para la intervención de Estados Unidos.
  • Abril de 1898: Estados Unidos declara la guerra a España.
  • 10 de diciembre de 1898: Se firma el Tratado de París, que puso fin a la guerra. España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que pasaron a manos de Estados Unidos.

Las pérdidas territoriales y el impacto psicológico de la derrota del 98 tuvieron profundas consecuencias en la sociedad y la política españolas, marcando el fin de una era y el inicio de un periodo de reflexión y regeneracionismo.

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