La Restauración Borbónica: Claves de la Regencia de María Cristina y el Auge de los Nacionalismos
La Regencia de María Cristina (1885-1902)
La muerte de Alfonso XII en 1885 no supuso la interrupción del régimen de la Restauración. Así, la regencia de su esposa, María Cristina de Habsburgo-Lorena, marcó la culminación del sistema, aunque también presenció la profunda crisis de 1898.
El Turno Político
El sistema de la Restauración se basaba en el "turno pacífico" de los dos grandes partidos dinásticos: el Partido Liberal y el Partido Conservador.
El Partido Liberal
El Partido Liberal, liderado por Práxedes Mateo Sagasta, gobernó en los períodos 1885-1890, 1892-1895 y 1897-1898. Sagasta dimitió tras el Desastre de 1898. Durante sus mandatos, se aprobaron importantes leyes:
- Ley de Asociaciones: Permitió la legalización de sindicatos y partidos políticos.
- Instauración de juicios por jurados: Aplicable para algunos delitos de prensa.
- Ley Electoral de 1890: Estableció el sufragio universal masculino, ampliando significativamente la base electoral.
El Partido Conservador
El Partido Conservador, bajo el liderazgo de Antonio Cánovas del Castillo, gobernó en los períodos 1890-1892, 1895-1897 (en 1897, Cánovas fue asesinado por un anarquista) y 1899-1901. De sus mandatos destacan:
- Aprobación de aranceles económicos: Medidas proteccionistas para salvaguardar la industria nacional, especialmente el algodón catalán, la siderurgia vasca y la agricultura cerealística.
- Escasa atención a lo social: Prioridad a la estabilidad política y económica sobre las reformas sociales.
- Aumento de la represión: Intensificación de la persecución hacia los movimientos anarquistas.
La Oposición al Sistema de la Restauración
La Restauración no integró a los partidos políticos no dinásticos, considerándolos una amenaza al sistema. Estos grupos fueron sistemáticamente excluidos:
- Carlistas y Republicanos: Vistos por Cánovas como enemigos del Estado.
- Grupos Obreros: Excluidos por su oposición al capitalismo y al orden establecido.
- Regionalistas: Marginados por la política centralista del Estado.
Carlistas
Los carlistas perdieron importancia, sobre todo por el apoyo del Vaticano y la jerarquía católica al régimen de la Restauración, lo que les restó una de sus principales bases de legitimidad.
Republicanos
Fue la oposición parlamentaria antimonárquica más importante durante la Restauración. Eran partidarios de reformas político-sociales. Su línea de actuación se orientó en dos direcciones:
- La que confiaba en los pronunciamientos militares, dirigidos por Ruiz Zorrilla desde el exilio.
- Los que eran partidarios de la lucha política, divididos a su vez en:
- Los "posibilistas", de Emilio Castelar, colaboradores de la monarquía que acabarían uniéndose al Partido Liberal.
- Los "federalistas", de Francesc Pi i Margall, y los "unionistas", de Nicolás Salmerón. Estos dos últimos formaron durante la Regencia de María Cristina, en 1883, la "Unión Republicana", un bloque que se consolidaría durante el reinado de Alfonso XIII.
Movimiento Obrero
El movimiento obrero estaba dividido en esta etapa en dos corrientes principales: el socialismo y el anarquismo. Tras la disolución en 1874 de la Sección Española de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores), esta pervivió en la clandestinidad. En 1879 se fundó el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) por Pablo Iglesias.
Regionalismos y Nacionalismos
Sus orígenes parten del Romanticismo, con la idea romántica de la existencia de un espíritu de nación. Los factores que causaron la aparición de estos nacionalismos tienen un punto en común: todos defendían su particularidad lingüística, cultural e institucional, frente al modelo central del Estado. El regionalismo propugnaba un estado descentralizado y, en algunos casos, el federalismo. Cuando este movimiento adquirió dimensión política y reivindicó el autogobierno, se definió como nacionalismo.
El Catalanismo
En el caso catalán, los factores que impulsaron el nacionalismo fueron de tipo cultural, económico y político:
- Cultural: En la década de 1830, surgió en Cataluña la Renaixença, un movimiento para recuperar la lengua y la cultura catalana.
- Económico: Cataluña era una zona industrial importante que reclamaba proteccionismo económico para su industria, confrontándose con el liberalismo económico del Gobierno central.
- Político: Fue durante la Restauración cuando el catalanismo evolucionó de lo cultural a lo político. El líder catalanista sería Valentí Almirall, que convocó el primer Congreso Catalanista en 1880. Su actividad más importante fue presentar a Alfonso XII un "Memorial de Agravios" en el que se denunciaba la agresión que sufría Cataluña y proclamaba sus intereses morales y materiales.
El Nacionalismo Vasco
Tiene su origen en la supresión de los fueros vascos tras la Tercera Guerra Carlista (1876). Este movimiento también luchó por la recuperación de la lengua y cultura vasca. También influyó decisivamente la industrialización de esta región y la transformación de la sociedad vasca. Ligada al desarrollo industrial estuvo la inmigración y el rechazo a los trabajadores de otras regiones. El padre del nacionalismo vasco es Sabino Arana, que fundó el PNV (Partido Nacionalista Vasco) en 1895. Este partido tenía su base social entre las clases medias y campesinas, pero no entre la clase dirigente.