La Respuesta del Ser Humano a Dios: Fe, Razón y Dignidad Espiritual
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La Respuesta del Hombre a Dios
La Obediencia de la Fe
La respuesta del hombre a Dios: el hombre, sostenido por la gracia divina, responde a la revelación de Dios con la obediencia de la fe, que consiste en fiarse totalmente en Dios y acoger su Verdad.
Significado de Creer en Dios
Creer en Dios significa para el hombre adherirse a Dios mismo, confiando en Él y dando pleno asentimiento a todas las verdades por Él reveladas, porque Él es la Verdad.
Características de la Fe
La fe es la virtud sobrenatural necesaria para salvarse. El acto de fe es un acto humano, el cual, bajo el impulso de la voluntad movida por Dios, asiente libremente a la verdad divina.
Fe y Ciencia: Verdades Concordantes
Aunque la fe supera la razón, no puede nunca haber contradicción entre la fe y la ciencia, ya que ambas tienen su origen en Dios.
La Dignidad Humana y la Fe Eclesial
La Dignidad del Cuerpo y Alma
En la unidad de cuerpo y alma, el hombre es una síntesis del universo material. No debe despreciar la vida corporal, sino que debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar en el último día. La propia dignidad humana pide que glorifique a Dios en su cuerpo y no permita que lo esclavicen las inclinaciones depravadas de su corazón.
La Interioridad Humana y el Destino
Por su interioridad es superior al universo entero; a esta profunda interioridad retorna cuando entra dentro de su corazón, donde Dios le aguarda y donde él personalmente decide su propio destino.
Inteligencia, Verdad y Ciencia
Tiene razón el hombre cuando afirma que por virtud de su inteligencia es superior al universo material. La humanidad ha realizado grandes avances en las ciencias positivas, en el campo de la técnica y en las artes liberales. Siempre ha buscado y ha encontrado una verdad más profunda; la inteligencia no se ciñe solo a los fenómenos. Tiene capacidad para alcanzar la realidad inteligible con verdadera certeza, aunque a consecuencia del pecado esté parcialmente oscurecida y debilitada.
La Libertad Humana y la Dignidad
La orientación del hombre hacia el bien solo se logra con el uso de la libertad, la cual posee un valor que nuestros contemporáneos ensalzan con entusiasmo. Con frecuencia la fomentan de forma depravada, como si fuese pura licencia para hacer cualquier cosa. La verdadera libertad es signo eminente de la imagen divina en el hombre. Dios ha querido dejar al hombre en manos de su propia decisión para que así busque espontáneamente a su Creador. La dignidad humana requiere que el hombre actúe según su conciencia y libre elección. El hombre logra esta dignidad cuando tiende a su fin con la libre elección y se procura medios adecuados para ello con eficacia y esfuerzo crecientes. La libertad humana ha de referirse a Él con toda plenitud de su ser en la perpetua comunión de la incorruptible vida divina.