Responsabilidad Profesional: Conocimiento, Consentimiento y Tipos
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Responsabilidad y Atribución de Responsabilidad
El término "responsabilidad" en el ámbito profesional puede tener tres significados distintos aunque relacionados:
- Responsabilidad como cualidad o virtud: Se dice que alguien es responsable cuando trata de hacer las cosas bien y está pendiente de las consecuencias de sus acciones.
- Responsabilidad como ámbito de obligaciones: Señala las obligaciones inherentes a un cargo, como ser responsable de la gestión de compras.
- Responsabilidad como atribución de culpa o alabanza: A este significado, también llamado imputación de responsabilidad, nos referiremos en este capítulo.
La Responsabilidad y la Condición Humana
La responsabilidad se relaciona con nuestra condición humana, que nos permite realizar acciones conscientes y libremente elegidas. Somos "dueños" de los actos de los que somos conscientes y que realizamos libres. Estos actos se denominan "humanos" porque en ellos interviene la razón y la libre voluntad. Se distinguen de los actos reflejos o procesos biológicos corporales, en los que no interviene la voluntad.
Responsabilidad Moral y Ética Profesional
La responsabilidad moral o ética se refiere a asumir lo bueno y lo malo de nuestras acciones, incluyendo el ámbito profesional. ¿Ante quién somos responsables? En primer lugar, ante nosotros mismos. Nuestro juicio, llamado conciencia, nos acusa o nos tranquiliza según nuestras acciones. En último término, la conciencia remite a Dios. También somos responsables ante otros: el jefe, los clientes, la empresa o el público en general.
Responsabilidad Legal
Si nuestras acciones transgreden alguna ley o norma legal, contraemos responsabilidad legal y podemos ser condenados. La responsabilidad legal puede coincidir en parte con la responsabilidad moral, pero esta última suele ser más amplia.
Conocimiento y Consentimiento en la Responsabilidad
En la imputación de responsabilidad, la voluntariedad es crucial. Una acción es voluntaria cuando se sabe (o se debería saber) lo que se hace y se hace porque se quiere. La voluntariedad comprende dos elementos: conocimiento y consentimiento. La voluntariedad puede disminuir, o aumentar, por alteraciones en estos elementos.
Alteraciones de la Voluntariedad por el Conocimiento
- Inadvertencia de la acción: Como usar moneda falsa sin saberlo. En este caso no hay culpabilidad.
- Ignorancia de la moralidad de la acción: El profesional debe conocer la moralidad de su actividad. Hay culpabilidad cuando el desconocimiento moral es por negligencia o cuando, ante la duda, podría haberse consultado a alguien idóneo (ignorancia vencible). No hay culpabilidad si el conocimiento moral es prácticamente imposible (ignorancia invencible). Existe también la "ignorancia procurada", cuando se sospecha que algo está mal pero se prefiere no preguntar.
En resumen, la inadvertencia o la ignorancia moral pueden aminorar o no la responsabilidad según la voluntariedad en adquirir ese conocimiento.
Alteraciones de la Voluntariedad por el Consentimiento
El consentimiento puede verse influido por:
- Factores psicológicos: Emociones fuertes como el miedo pueden disminuir la culpabilidad, pero difícilmente la anulan. Las emociones fomentadas intencionalmente, como el odio, incrementan la culpabilidad.
- Factores sociales y culturales: La presión del ambiente, la educación o el entorno social pueden atenuar la responsabilidad, pero raramente la anulan.
Voluntariedad Directa e Indirecta
Las acciones voluntarias son objeto de alabanzas o reproches, y las involuntarias, de indulgencia o compasión.
- Acciones directamente voluntarias: Realizadas con pleno conocimiento y consentimiento. Hay plena responsabilidad en decisiones y acciones voluntarias.
- Acciones indirectamente voluntarias: Tienen consecuencias no buscadas directamente, aunque previsibles. Hay responsabilidad por las consecuencias negativas si son razonablemente previsibles y evitables. Ejemplo: fabricar un mueble con impacto negativo en trabajadores o medio ambiente.
En definitiva, hay responsabilidad por toda acción con voluntariedad directa y por las consecuencias razonablemente previsibles y evitables.
Responsabilidad Personal por Acción y por Omisión
Hay responsabilidad por omisión cuando se deja de hacer algo que se debía y se podía hacer. Incluye deberes del cargo, medidas de seguridad, negligencia en estar al corriente de la tecnología o la ética profesional, e ignorancia vencible de requerimientos legales. La omisión alcanza a la acción omitida y a sus consecuencias razonablemente previsibles.
Responsabilidad por Inducción a Acciones Ajenas
- Inducción directa: Códigos de conducta (bien), o abuso de poder (mal).
- Inducción indirecta: Influjo del comportamiento sobre otros (buen o mal ejemplo).
La inducción al mal se conoce como escándalo. Es particularmente importante en quienes ejercen algún tipo de poder.
Responsabilidad por Cooperación a Acciones Ajenas
Existen diversos modos de cooperación, desde la participación inmediata hasta la remota. Hay responsabilidad por aprobar, impedir, encubrir o proteger acciones ajenas.
- Cooperación formal al mal: Cooperación aprobatoria. Nunca es éticamente aceptable.
- Cooperación material al mal: Colaborar en una acción mala por necesidad y sin aprobarla. La responsabilidad varía según la inmediatez y la gravedad de la acción.
Cómo Actuar Bien Cuando Hay Presiones Para Actuar Mal
Las presiones pueden ser internas o externas. Ante presiones para actuar mal:
- Objeción de conciencia: Para casos graves.
- Imaginación moral: Buscar soluciones éticas que minimicen perjuicios económicos.
- Denunciar irregularidades (whistle blowing): Si hay pruebas suficientes.
- Negación rotunda o abandono de la empresa: Para mantener la integridad personal.