La República Romana: Ascenso, Expansión y Caída de un Poder Colosal

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La Esencia de la República Romana

La República supuso el establecimiento de una nueva forma de organización política y social en Roma. Este período se caracterizó por tres grandes procesos: la consolidación del poder territorial sobre Italia, la conquista del Mediterráneo y la aparición de graves problemas internos que desembocarían en su final.

Organización Política y Social

El Consulado

En lugar de un rey, el poder ejecutivo recaía sobre dos cónsules. Se elegían dos para que se vigilaran mutuamente y así evitar que se cometieran las mismas tiranías que el último rey, Tarquinio el Soberbio. Los cónsules eran patricios, elegidos por los ciudadanos, y su cargo solo duraba un año.

El Senado

Aunque ya existía durante la Monarquía, el Senado adquirió mucho más poder en la República. Con el tiempo, se permitió la entrada de los plebeyos y su sede se mantuvo en Roma. Sus funciones eran cruciales: declaraba la guerra y firmaba la paz, establecía alianzas, autorizaba la fundación de colonias y gestionaba las finanzas del Estado.

La Lucha de los Plebeyos

Inicialmente, los plebeyos no gozaban de la plena ciudadanía romana. A partir de la República, iniciaron una larga lucha por sus derechos, consiguiendo finalmente estar representados en el Senado por medio de los Tribunos de la Plebe. Estos defendían los intereses de los plebeyos y, con el tiempo, se consiguió que uno de los dos cónsules fuera de origen plebeyo.

Hitos Políticos: La Expansión de Roma

Expansión Territorial en Italia (Siglos V-III a.C.)

Durante sus primeros siglos, la República se centró en dominar la península itálica, librando guerras contra pueblos vecinos como los etruscos, los samnitas y los galos.

La Conquista del Mediterráneo: Las Guerras Púnicas

En su expansión por el Mediterráneo, Roma se encontró con el poderoso Imperio cartaginés, con capital en Cartago (actual Túnez), una ciudad en el norte de África. Este enfrentamiento dio lugar a tres grandes conflictos:

  • Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.): El conflicto se centró en el control de Sicilia. Al finalizar la guerra, parte de Hispania quedó repartida entre romanos y cartagineses.
  • Segunda Guerra Púnica (218-201 a.C.): Famosa por la audaz campaña de Aníbal Barca, quien decidió atacar a Roma cruzando los Alpes con elefantes. A pesar de sus victorias iniciales, fue finalmente derrotado. Los cartagineses habían avanzado por la península ibérica sin respetar el tratado de paz, y al enterarse el Senado de Roma de las intenciones de Aníbal, trasladó la guerra a Hispania para derrotarlos allí. Los romanos vencieron y conquistaron Hispania.
  • Tercera Guerra Púnica (149-146 a.C.): Roma, decidida a eliminar a su rival para siempre, destruyó por completo la ciudad de Cartago.

El Ocaso de la República: Problemas Internos

La expansión trajo consigo una profunda crisis social y política, manifestada en varios conflictos:

  • La reforma agraria de los hermanos Graco: Propusieron el reparto de tierras públicas (ager publicus) y trigo entre los pobres. Esta medida no gustó a los senadores más ricos, y los hermanos Graco fueron asesinados.
  • Sublevaciones por el derecho de ciudadanía: Solo los habitantes de la ciudad de Roma tenían plenos derechos. Los demás habitantes de Italia los reclamaron, dando lugar a la Guerra Social.
  • La revuelta de los esclavos de Espartaco (73-71 a.C.): Miles de esclavos se rebelaron contra sus amos en una revuelta que se expandió por toda Italia y que fue sofocada con extrema dureza.
  • Reclamaciones de los plebeyos: La lucha por la igualdad de derechos políticos y sociales frente a los patricios fue una constante que, aunque logró avances, generó continuas tensiones.

Las Guerras Civiles: El Principio del Fin

Primera Guerra Civil (88-81 a.C.): Mario contra Sila

Surgieron fuertes rivalidades entre los cónsules Cayo Mario (líder de los populares) y Lucio Cornelio Sila (líder de los optimates). El enfrentamiento por el poder culminó con la victoria de Sila, quien se proclamó dictador. El Senado le retiró los poderes en el 79 a.C.

El Primer Triunvirato (59-53 a.C.)

Un pacto privado entre tres hombres poderosos: Pompeyo, Craso y Julio César. El gobierno estaba, de facto, en manos de estas tres personas. Craso murió en el campo de batalla. Mientras tanto, Julio César conquistaba la Galia, ganando un inmenso poder y popularidad, lo que provocó los celos y el miedo de Pompeyo y el Senado.

Segunda Guerra Civil (49-45 a.C.): César contra Pompeyo

El Senado, temeroso de César, nombró a Pompeyo cónsul único. César cruzó el río Rubicón con sus legiones, dando inicio a la guerra. En la batalla de Farsalia, César venció a Pompeyo. Se proclamó dictator perpetuus (dictador vitalicio). Su acumulación de poder provocó una conspiración senatorial que culminó con su asesinato en los Idus de marzo del 44 a.C.

El Segundo Triunvirato (43-33 a.C.) y el Fin de la República

Tras la muerte de César, se formó un nuevo triunvirato con sus principales herederos: Marco Antonio, Octavio (su sobrino nieto e hijo adoptivo) y Lépido. Pronto estalló la guerra entre Marco Antonio (aliado con Cleopatra de Egipto) y Octavio. La victoria de Octavio en la batalla de Accio (31 a.C.) fue decisiva. Octavio se proclamó princeps y, más tarde, Augusto, convirtiéndose en el primer emperador de Roma y poniendo fin a la República.

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