René Descartes: Fundamentos de la Metafísica, el Cogito y la Estructura de la Realidad

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La Visión Cartesiana: La Razón como Única Guía

Descartes propone una nueva visión del mundo: la razón es la única guía.

El Pensamiento: La Esencia de lo Humano

La primera verdad con la que se encontró directamente en su camino metafísico, su famoso «Cogito, ergo sum» (pienso, luego existo), fue la pareja de conceptos pensamiento-existencia:

  • Lo primero que conoce el sujeto es el pensamiento. Después, la existencia. Existo en cuanto que pienso y mientras estoy pensando.
  • Por tanto, soy una cosa que piensa, soy una sustancia que existe y cuya esencia es el pensamiento. Pensar es conocer, afirmar, negar, querer, rechazar, imaginar y sentir.

El pensamiento es mi esencia en cuanto ser humano, por eso pensar no puede separarse de mí mismo, porque la conciencia es total. Mi actividad de pensar incluye lo que pienso, que queda registrado en mi mente. Los pensamientos toman la forma de ideas, por lo que en las ideas se encuentran los contenidos del pensamiento. Aunque no sepa si existen las cosas físicamente, estoy seguro de tenerlas ya en mi mente.

Del Sujeto a la Realidad Extrasubjetiva: El Papel de Dios

¿Por qué Descartes no se quedó en la subjetividad? Quiso saltar a la realidad extrasubjetiva y justificar igualmente la existencia de un mundo real. Para esto, necesitó un mediador entre sujeto y mundo: Dios.

Las Tres Sustancias Cartesianas

Descartes consideró tres sustancias para explicar la configuración de la realidad:

  • El Ser Humano o Sustancia Pensante (Res Cogitans): Descartes establece que el ser humano no es sino una sustancia o cosa pensante.
  • Dios o Sustancia Infinita (Res Infinita): cuya existencia Descartes deduce, precisamente, de la propia idea de Dios.
  • El Mundo o Sustancia Extensa (Res Extensa): que está garantizado por Dios.

Demostración de la Existencia de Dios

La existencia y la infinitud son perfecciones de Dios. La esencia de Dios comprende su existencia. Descartes considera que no se puede concebir a Dios sin existencia. La idea de Dios es absolutamente perfecta e infinita, no puede proceder del ser humano, que es finito e imperfecto.

¿De dónde procede la idea de Dios? Según Descartes, solo Dios, al crearme, pudo ponerla en mí; por eso sé que dependo de algo diferente a mí, ya que, siendo yo incompleto e imperfecto, no podría tener por mí mismo la idea de perfección.

Alguien podría decir que Dios me engaña, pero esto es imposible porque el engaño es una imperfección que no se puede encontrar en un Dios perfecto. También se podría pensar que puedo equivocarme, pero el Creador no puede haber dado una facultad defectuosa (el error no depende de Dios).

Un Enfoque Mecanicista: La Materia en Movimiento

Descartes explica que contempla el cuerpo humano como una máquina. El cuerpo humano es una sustancia cuyo atributo es la extensión, es decir, materia en movimiento con longitud, anchura y profundidad. El mundo es un gran mecanismo. De este modo, el modelo mecánico unifica la totalidad de la realidad. La respuesta de Descartes es sencilla: a partir de sus componentes materiales, que han sido fabricados por el ser humano, o por la naturaleza, o por el mismo Dios, creador del universo.

Concibe una materia gigantesca, que transmite movimiento a los planetas en sus órbitas de acuerdo con leyes determinadas matemáticamente. El conocimiento de tales leyes hace posible que nuestras previsiones sean exactas.

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