René Descartes: La Duda Metódica y el Fundamento de la Certeza Filosófica

Escrito el 18 de Septiembre de 2025 en español con un tamaño de 8,93 KB

La Duda Metódica de René Descartes: Un Camino Hacia la Certeza

René Descartes (1596-1650) plantea la duda metódica como una herramienta fundamental para alcanzar una certeza absoluta.
Problema: Los conocimientos aceptados en su época, basados en la autoridad de Aristóteles o la religión, eran a menudo contradictorios o inciertos. Descartes buscaba una base sólida e indudable sobre la cual construir el conocimiento.
Pregunta central: ¿Cómo afrontar con éxito la búsqueda de la certeza absoluta?
Respuesta: Descartes propone comenzar dudando de todo para encontrar una verdad completamente cierta, sobre la cual edificar un sistema filosófico sólido.

Es una estrategia universal y voluntaria diseñada para someter todo conocimiento a revisión.
Universal: Implica dudar de todo, sin excepciones: los sentidos, la memoria, los conocimientos previos y las creencias.
Voluntaria: No surge de la confusión o la inseguridad, sino que es una herramienta racional empleada deliberadamente para buscar la certeza.
Objetivo: Su fin no es permanecer en la duda, sino utilizarla como medio para hallar una verdad indudable.

Descartes identifica tres fuentes de ideas de las cuales puede provenir todo lo que creemos, y que son susceptibles de error:

Provienen del mundo exterior, captadas a través de los sentidos.
Son dudosas porque los sentidos pueden engañarnos.
Ejemplo: Un palo sumergido en el agua parece torcido, pero en realidad es recto.

Son ideas que nacen con nosotros, como los principios matemáticos (ej. 2+2=4).
Aunque parecen claras y evidentes, Descartes duda incluso de estas, planteando la hipótesis del genio maligno o Dios engañador que podría estar manipulando nuestra percepción de la verdad.

Descartes formuló cuatro reglas del método para guiar la razón en la búsqueda del conocimiento:

Regla de la Evidencia (o de la Claridad y Distinción): Aceptar solo aquello que se presente a la mente de forma tan clara y distinta que no pueda ponerse en duda.
Regla del Análisis (o de la División): Dividir cada dificultad en tantas partes como sea posible y necesario para resolverla mejor.
Regla de la Síntesis (o de la Composición): Conducir ordenadamente los pensamientos, comenzando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender poco a poco hasta el conocimiento de los más complejos (deducción).
Regla del Recuento (o de la Enumeración): Realizar revisiones tan completas y enumeraciones tan generales que se esté seguro de no haber omitido nada.

Empirismo: Corriente filosófica asociada a pensadores como David Hume, que postula que la experiencia es la única fuente válida de conocimiento. Distingue entre impresiones (percepciones vivas) e ideas (copias más débiles de las impresiones).
Positivismo: Fundado por Auguste Comte, esta corriente defiende que el conocimiento auténtico es el conocimiento científico, que surge de la observación y la experiencia. Comte propuso la "Ley de los Tres Estados" y sentó las bases de la sociología. (No se especifican las 5 reglas aquí, por lo que se omite el detalle).
Racionalismo: Corriente filosófica a la que pertenece René Descartes, que sostiene que la razón es la principal fuente y prueba del conocimiento.

A pesar de someter todo a la duda, Descartes descubre una verdad de la que es imposible dudar:
La existencia de un yo que duda.
Si estoy dudando, eso implica que existo, ya que para dudar es necesario pensar.
Esta es la primera certeza y el fundamento de su filosofía: "Cogito, ergo sum" ("Pienso, luego existo").

Descartes define una idea clara y distinta como aquella verdad que se presenta a la mente de forma tan evidente que no puede ponerse en duda.
La primera idea clara y distinta es el "yo", entendido como un ser que piensa.

Según Descartes, el "yo" es una sustancia que piensa.
Sustancia: Aquello que existe por sí mismo y no necesita de otra cosa para existir.
Que piensa: Su esencia fundamental es el pensamiento (res cogitans).

Este "yo que piensa" se identifica con el alma, la cual posee dos facultades principales:
1. Actividad mental: Todo lo relacionado con el pensamiento, la razón y la intelección.
2. Voluntad: La capacidad de decidir, querer o desear.

Estas son las capacidades fundamentales del yo pensante:

Entender: La facultad de comprender las ideas y conceptos.
Afirmar: La capacidad de decidir que algo es verdadero o falso.
Dudar: La acción de cuestionar la certeza o validez de algo.
Querer: El ejercicio de la voluntad, la capacidad de desear o elegir.
Sentir: La percepción de cosas del mundo exterior, aunque su fiabilidad sea objeto de duda.

La duda metódica fue planteada por René Descartes con el objetivo de buscar una certeza absoluta.
Es un método universal y voluntario que consiste en dudar de todo.

Se duda de los sentidos (ideas adventicias).
Se duda de lo imaginado (ideas facticias).
Se duda incluso de las ideas innatas (como las matemáticas), bajo la hipótesis del genio maligno.

Aunque se dude de todo, es imposible dudar de la propia existencia como ser pensante.
"Pienso, luego existo" (Cogito, ergo sum) es la primera idea clara y distinta.

El "yo" es una sustancia que piensa (res cogitans), identificada con el alma.
El alma posee dos facultades principales: la actividad mental y la voluntad.

Entender, afirmar, dudar, querer y sentir son las capacidades fundamentales del yo pensante.

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