El Renacimiento: La Matematización de la Naturaleza y el Concepto del Hombre
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El renacimiento: La matematización de la naturaleza
La ciencia moderna surge con la revolución científica, representada con autores como Copérnico, Kepler, Galileo y Newton, se asienta en el s. XVII. Es la culminación de un lento proceso del que se pueden señalar 2 factores de tipo filosófico-cultural que favorecieron su desarrollo:
- El impulso dado a la observación y la experimentación por los filósofos y científicos nominalistas, que abandonan la consideración de las esencias para centrarse en la descripción y comprensión de los fenómenos.
- El descubrimiento del ideal pitagórico-platónico que considera que la realidad tiene una estructura matemática y obedece a los rasgos de simplicidad y armonía.
La ciencia moderna se configura como tal cuando las leyes que se descubren mediante la observación y la experimentación se pueden formular cuantitativamente, se pueden matematizar. El descubrimiento de la tradición pitagórica impulsó la idea de que el universo posee una estructura y ordenación matemática, las leyes que rigen los fenómenos naturales son formulables matemáticamente. Esto supone la consolidación del método científico. Ejemplo: el sistema heliocéntrico de Copérnico que conocía la tradición pitagórica y platónica: la belleza de lo simple es el movimiento uniforme y circular de los planetas que se pueden expresar matemáticamente. La razón humana puede contemplar el cosmos como un mecanismo perfectamente regulado. También Kepler, bajo la influencia de Pitágoras, creía en un universo perfecto, creado y regido por un Dios matemático. Esto lleva a Kepler a la idea de que la naturaleza es solo la relación entre las cantidades y las figuras geométricas y de ahí el descubrimiento de las leyes que regulan el movimiento de los planetas. Galileo Galilei también se encuentra bajo la influencia de Pitágoras y llega a decir: "La naturaleza está escrita con caracteres matemáticos". A Galileo le interesa la proporción numérica que existe entre las propiedades del movimiento en cuanto tal y no la consideración de Aristóteles que concibe el movimiento como la potencia al acto. La matematización de la naturaleza que lleva a cabo la ciencia moderna durante el Renacimiento supone formular de forma cuantitativa las leyes que rigen los fenómenos naturales, tanto celestes como terrestres. Esto implica una concepción mecanicista, el universo es entendido como un enorme aparato de relojería gobernado por el principio de causalidad. La realidad queda reducida a elementos cuantificables, es decir, las categorías de la física aristotélica (sustancia, efecto, forma, materia, fin) son sustituidas por otras nuevas (fuerza, resistencia, movimiento). Las consecuencias filosóficas de la revolución científica se pueden resumir en:
- Se derrumba la autoridad de Aristóteles: el sistema geocéntrico de esferas, la incorruptibilidad de los astros, etc., dejan de tomarse como verdaderos.
- Cambia el concepto de la ciencia: ya no interesa la búsqueda de la esencia de las sustancias, sino los fenómenos; no la realidad subyacente, sino el comportamiento aparente de los fenómenos.
- La razón matemática y la experiencia pasan a ser los elementos que nos permiten un conocimiento verdadero de la Naturaleza.
La revolución científica en el campo de la astronomía ha sido denominada revolución copernicana, el modelo heliocéntrico de Copérnico sustituye al modelo geocéntrico aristotélico-ptolemaico. Por este motivo, la imagen del universo moderno se la debemos a este autor con su obra: De revolutionibus orbium celestium, en la que la Tierra aparece como un planeta igual a los demás, por lo que ya no está situada en el centro del universo.
El concepto del hombre: Antropocentrismo y naturalismo en el humanismo renacentista
La Edad Media es una etapa esencialmente teocéntrica, considera a Dios como referencia absoluta de todo lo real, el hombre aparece como un ser creado por Dios. En cambio, el Renacimiento es un periodo antropocéntrico, ya que los filósofos humanistas, al volverse hacia la cultura grecolatina, se hallan motivados por el deseo de encontrar un modelo de humanidad distinto al medieval. Ahora se aspira a un hombre nuevo liberado de la incultura y mediocridad, de ahí que el humanismo renacentista se caracterice por su insistencia en la educación de las capacidades naturales del hombre, en la primacía concebida a los valores estéticos y en el individualismo. La etimología de la palabra "Humanismo" fue la traducción del término griego "Paideia", educación, entendida como formación cultural. El humanismo reconoce el valor del hombre como ser terrestre y mundano inserto en el mundo de la naturaleza y de la Historia, capaz de forjar su propio destino. El antropocentrismo renacentista tiene un carácter naturalista, considera al hombre como un ser natural, de ahí que se acentúen más sus aspectos naturales y se minusvaloren la dimensión y el destino sobrenatural del mismo, como se hizo con el pensamiento medieval. Este rasgo se pone de manifiesto en corrientes filosóficas como el platonismo y el aristotelismo. El Renacimiento retoma el platonismo como una especie de religión natural en la medida en que exalta la dignidad del hombre, tal como hizo Pico della Mirandola, dado que es un ser natural libre y autónomo, dotado de la razón que puede forjar su propio destino, lo cual le aleja de la necesidad de la gracia y la maldad o estado corrompido de la naturaleza humana, tal como la concebía el pensamiento cristiano. En el aristotelismo renacentista, la posición naturalista del hombre es similar. Pomponazzi, al negar la inmortalidad personal, considera que el hombre no tiene un destino sobrenatural y que la virtud se ha de practicar por sí misma, no en función de Dios, sin esperar recompensa en la otra vida.