Renacimiento y Contrarreforma: Claves Culturales y Sociales
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Contexto Histórico y Social
Época de Felipe II y la Contrarreforma
Durante la Época de Felipe II, en los territorios europeos que formaban parte del imperio, se extiende el movimiento luterano, que desemboca en el protestantismo. España se alía con el Papado y se convierte en la defensora del catolicismo, sobre todo a partir del Concilio de Trento.
La Contrarreforma fue una etapa de desconfianza hacia la cultura y de aislamiento respecto a Europa. Se prohíbe importar libros, estudiar en el extranjero o traducir la Biblia en lengua vulgar. Esto propició una abundante literatura religiosa.
El Cristiano Viejo y la Limpieza de Sangre
El concepto de Cristiano Viejo se refería a las personas que no tenían antepasados judíos. Este estatus, similar al de la hidalguía, implicaba el desprecio al trabajo, sobre todo el comercial y el financiero, por ser considerados propios de judíos. La honra, asociada también con la ascendencia religiosa y el prestigio social, y la obsesión por la limpieza de sangre eran pilares fundamentales de la sociedad. Obras que recogen este ambiente incluyen Lazarillo de Tormes.
Avances Intelectuales y Científicos
La inquietud y el ansia por descubrir los secretos del mundo incentivaron el desarrollo de la ciencia. Durante el Renacimiento, se estudió el cuerpo humano y se escrutó el universo. A esta época corresponden, por ejemplo, el descubrimiento de la circulación de la sangre (Miguel Servet) y los estudios astronómicos de Galileo y Copérnico.
Transformaciones Religiosas
La Reforma Protestante y el Erasmismo
El pensamiento crítico puso fin definitivamente a la unidad religiosa en Europa. Se propagaron las herejías (también frecuentes en la Edad Media) y alcanzaron una fuerza enorme los movimientos religiosos reformadores, como los encabezados por el holandés Erasmo de Rotterdam y el alemán Martín Lutero.
Aunque con posiciones muy diferentes, ambos coincidieron en plantear la necesidad de devolver a la Iglesia su pureza original y de acabar con las prácticas licenciosas entre los eclesiásticos. Los postulados de Lutero culminaron con la Reforma Protestante, a la cual nunca quiso sumarse Erasmo.
El Erasmismo proponía una nueva religiosidad más intimista y tolerante, que criticaba la religiosidad externa, ciertas prácticas como los ayunos y el culto a las reliquias.
Impacto de la Imprenta y la Educación
La cultura recibió un fuerte impulso con la invención de la imprenta (s. XV), la cual propició la difusión de las nuevas ideas y facilitó la alfabetización. En consonancia con el desarrollo del humanismo, se instauraron en las universidades los Studia Humanitatis (gramática, retórica, poética, filosofía moral e historia), que pusieron fin al sistema educativo medieval, de base eminentemente escolástica.
Estética y Arte Renacentista
El Neoplatonismo y la Belleza en el Arte
El arte renacentista desarrolló una estética basada en el neoplatonismo, según el cual el mundo es hermoso porque refleja la belleza de Dios. El hombre, en la Tierra, solo puede contemplar la belleza divina a través de las cosas bellas de la naturaleza, que es obra del Creador. El amor a la belleza, por tanto, hace al hombre partícipe de la obra divina y constituye un avance de la "tierra de las maravillas" que le esperan en el cielo. El amor platónico, recogido por Petrarca, está presente en toda la lírica renacentista.
La búsqueda de la belleza natural explica las características principales del arte renacentista: equilibrio, armonía, orden, claridad e idealización.
El Estilo de Lengua en la Literatura Renacentista
Esta idea se manifiesta también en el estilo de lengua usado en la literatura renacentista, que busca la naturalidad y rechaza la afectación y el exceso ornamental. Un ejemplo es la obra de Juan de Valdés, Diálogo de la lengua. La literatura renacentista no pretende transmitir lecciones morales o sociales.