Religiones Antiguas: Aztecas, Mayas, Incas, Egipto, Grecia, Celtas e Hinduismo

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Religiones de Mesoamérica

Aztecas

Según los aztecas, el mundo fue creado y destruido cuatro veces. Luego fue creado por los dioses por quinta vez. Ellos hicieron la tierra y la separaron del cielo. Después, el dios Quetzalcóatl creó a los hombres y a las plantas que los alimentan.

Según los aztecas, sólo se vive una vez, y la vida está llena tanto de sufrimiento como de alegría.

Para ellos, la única forma de perdurar tras la muerte es alcanzar la fama, aunque la fama desaparece cuando mueren los que recuerdan al difunto.

Tenían multitud de dioses:

  • Coatlicue: Diosa de la tierra.
  • Huitzilopochtli: Dios de la guerra.
  • Ipalnemoani: Utilizado en la poesía, como la fuerza suprema.
  • Xochipilli: Dios de las flores, del amor, de la fertilidad y de las relaciones sexuales ilícitas.
  • Xochiquétzal: Diosa protectora de la prostitución.
  • Tlazoltéotl: Diosa del placer, la voluptuosidad, la fecundidad y la fertilidad. Ella protegía a las parturientas, a los hechiceros relacionados con el mundo amoroso y a los hombres de intensa actividad sexual.

Cada fenómeno atmosférico también era asociado a un dios:

  • Tláloc: Lluvias.
  • Quetzalcóatl Ehécatl: Vientos.

Religión Maya

La religión maya es una religión precolombina que estaba firmemente unida a la ideología reinante, de manera que dedicara esta a la veneración de los dioses. La religión se preocupaba de entender el porqué de las cosas, lo que nos lleva a definirla como una especie de filosofía precursora de la ciencia moderna. Así pues, no se pueden concebir por separado los descubrimientos científicos mayas, la ideología y la religión, ya que todas tienen, aunque sea en un inicio, su origen en la fe y la creencia.

Cabe destacar la gran importancia de la religión en la vida cotidiana maya, ya que, además de edificarse templos y de construir las ciudades alrededor de ellos, los ciudadanos mayas eran fuertemente creyentes, y los sacerdotes eran considerados parte de las altas esferas sociales, teniendo potestad absoluta sobre el saber y, por supuesto, un gran número de riquezas.

El papel de los sacerdotes estaba marcado por una serie de «clases» que los jerarquizaba y dividía según su nivel de actuación entre los hombres y los dioses. De esta manera, se encontraban los sacerdotes del Sol, que presidían los actos rituales, los profetas (chilán), que tenían la cualidad de entrar en una especie de trance y predecir qué iba a ocurrir en el futuro.

Todos los rituales llevados a cabo por los mayas eran programados y dirigidos por sacerdotes, los cuales eran fácilmente visibles debido a su indumentaria con pieles de jaguar, su hábito rojo, cuantiosas joyas y cofias adornadas con flores.

Ahora bien, todos los rituales mayas tenían su origen en la mitología, por lo que esta se puede considerar la base de la cultura maya. De acuerdo con esto, el culto se convertía en un marco y nivel medio de concreción de la mitología, y los ritos en los instrumentos identificados como el nivel inferior, siendo pues, la consecución de la lectura extraída por los sacerdotes de los mitos mayas.

Entre los ritos que realizaba la sociedad maya, se encuentran los del sacrificio, los de sangre, los de sacrificios humanos o animales.

Religión Incaica

La religión incaica fue un conjunto de creencias y ritos que iban relacionados a un sistema mitológico evolucionado desde las épocas preincaicas hasta el Tahuantinsuyo. La fe en el Tahuantinsuyo se manifestaba en cada aspecto de su vida, su trabajo, festividades, ceremonias, etcétera. La población del Tahuantinsuyo no tenía un concepto abstracto de Dios y no había una palabra que lo definiera. Eran politeístas, y existieron divinidades de carácter local, regional y pan-regional.

El vocablo camaquen definía a la fuerza vital que animaba todo cuanto existía en la tierra. Según la fe del Tahuantinsuyo, los seres vivos y muertos tenían camaquen, inclusive los cerros, piedras, lagunas y demás seres sagrados tenían un camaquen. Esto no pudo ser entendido por los colonizadores europeos, quienes equipararon la palabra camaquen al vocablo alma de las creencias católicas, cuando claramente se trataban de conceptos distintos. En la fe católica, un cuerpo muerto ya no tiene alma; en la fe del Tahuantinsuyo, los muertos recibían tanto respeto como los vivos.

Según las investigaciones de María Rostworowski, en la cosmovisión andina se tenía la creencia de que los seres humanos emergieron espontáneamente, en consecuencia, no existía un dios creador; éste concepto vino a surgir luego de la colonización europea, fueron los sacerdotes católicos quienes identificaron a Wiracocha como el «dios creador», pero como adaptación al catolicismo.

Religiones de la Antigüedad

Religión del Antiguo Egipto

La religión del Antiguo Egipto comprende las varias creencias religiosas y rituales practicados en el Antiguo Egipto por más de tres milenios: desde el período predinástico hasta la adopción del cristianismo en los primeros siglos de esta era. Estas creencias se centraban en la adoración de múltiples deidades que representaban varios aspectos de la naturaleza, simbolizando ideas y funciones de mucho poder, expresados por medio de complejos y variados arquetipos.

Durante la Dinastía XVIII, los faraones egipcios habían magnificado la condición de ciertas deidades singulares, como es el caso de Amón, a creadores universales con muchas manifestaciones, de manera similar a los conceptos trinitarios también encontrados en el cristianismo: la creencia de que un dios puede existir en más de una persona. Sin embargo, no se practicó el monoteísmo, excepto en el breve período del reinado de Ajenatón, el fundador del Atonismo.

Estas deidades eran adoradas con ofrendas y oraciones por los faraones, en los santuarios de los templos. El pueblo los veneraba durante las procesiones, expuestos en templetes exteriores, sobre barcas rituales portadas por los sacerdotes. Apoyados por la realeza, destacaron diferentes dioses en diversos períodos de la historia egipcia y los mitos asociados con ellos cambiaron con el tiempo, así que Egipto nunca tuvo una jerarquía coherente de deidades o una mitología unificada; sin embargo, la religión contenía muchas creencias generales. Entre ellas se encuentra la divinidad del faraón, que ayudaba a unificar políticamente el país, y creencias más complejas sobre una vida más allá, que dio lugar a la elaboración de las complejas costumbres funerarias egipcias: embalsamamiento, momificación, enterramientos rituales en ricos complejos funerarios, con templos funerarios, pirámides, mastabas, etc.

Religión Greco-Romana

Religión greco-romana, religión clásica o religión olímpica son denominaciones usuales en la bibliografía para designar el sistema de creencias religiosas de la civilización greco-romana, que no obstante tiene particulares formas en cada una de esas civilizaciones: la religión griega y la religión romana; del mismo modo que ocurrió en otras manifestaciones de la cultura (la literatura, el arte, etc.).

Los Celtas

Celtas (del griego, Κέλτoι keltoi) es el término utilizado por lingüistas e historiadores para describir, en un sentido amplio, al pueblo o conjunto de pueblos de la Edad de Hierro que hablaban lenguas celtas, una de las ramas de las lenguas indoeuropeas. En este sentido, el término no es por lo tanto étnico ni arqueológico, pues muchos de los pueblos que hablaron lenguas célticas, caso de los Goidelos de Irlanda, nunca llegaron a participar de las corrientes culturales materiales de Hallstatt o La Tène.

Existe sin embargo un concepto más restringido del término, referido en este caso a los llamados celtas históricos, entendidos estos tradicionalmente como el grupo de sociedades tribales de Europa, que compartieron una cultura material iniciada en la primera Edad de Hierro (1200-400 a. C.) en torno a los Alpes (periodo Hallstatt) y más tarde en el hierro tardío (periodo La Tène), y que fueron así llamados por los geógrafos griegos y latinos. En este grupo se adscriben los celtas continentales de la Galia, norte de Italia, Alemania y Bohemia, los celtíberos de Iberia, los gálatas de Anatolia, este y centro de Rumanía y ya con mayores reticencias por los historiadores británicos e irlandeses los celtas insulares.

Cultura Celta

En tiempos antiguos, los celtas llegaron a lo largo del primer milenio, hacia el 1200 a. C. en Europa y, según el punto de vista tradicional, hacia el 900 a. C. en la península ibérica. Eran un cierto número de pueblos interrelacionados entre ellos que habitaban en Europa Central.

Todos estos pueblos hablaban lenguas indoeuropeas, indicativo de un origen común. Hoy, el término "celta" se utiliza a menudo para describir a la gente, las culturas y lenguas de muchos grupos étnicos de las islas británicas, Francia en la región de Bretaña, España, en Ávila, Galicia y Asturias, y Portugal en la región de Minho. Sin embargo, tribus o naciones, como los atrébates, Menapii y Parisii, desde regiones celtas de tierra firme, incluyendo la Galia y Bélgica, se sabe que se movieron hacia Gran Bretaña e Irlanda y contribuyendo al crecimiento de aquellas poblaciones. El uso del término celta para referirse a gente de Irlanda y Gran Bretaña surge en el siglo XVIII. Vivían en pueblos amurallados llamados castros.

Los griegos los llamaron primeramente "hiperbóreos"; después fueron llamados keltoi o gente oculta, que proviene del griego Hecateo del 517 a. C.

No se puede hablar de un Estado propiamente celta, ya que cada zona tenía su líder, y siendo los celtas un pueblo guerrero como eran, siempre había rivalidades entre ellos.

Hinduismo

El hinduismo es la tradición religiosa predominante del subcontinente indio, principalmente en países como India y Nepal. Con más de mil millones de fieles, es la tercera religión más extendida en el mundo, tras el cristianismo y el islamismo.

Etimología

Originariamente, la palabra proviene del idioma persa hindú, que era la manera en que los persas pronunciaban el nombre del río Sindhu (en español, el río Indo, que antiguamente era la frontera de Indostán). Según la Real Academia Española, la palabra en español proviene del francés hindou (/indú/).

Se denomina «hinduista» a la persona que practica alguna de las religiones del hinduismo, pero también designa a quien forma parte de esa misma cultura.

El hecho de que la mayoría de la población de la India profese el hinduismo, junto con el deseo de evitar la ambigüedad del gentilicio indio (usado también para designar a los indígenas del continente americano) explica que prácticamente desde su introducción al idioma español ―en el último tercio del siglo XIX― se haya usado también la palabra hindú para designar a los naturales de la India.

Este uso extensivo de «hindú» se admite en contextos en que no exista riesgo de confusión con su sentido estrictamente religioso. Generalmente se tiende a utilizar el término «hindú» e «hinduista» en su sentido de creyente en la religión hinduista, e «indio» como ciudadano de la República de la India (aunque esto genera confusión con los pueblos originarios de América, también llamados indios).

Localización y Cronología

Actualmente, el hinduismo solo es mayoritario en tres estados del mundo: India (cuna del hinduismo y su tierra santa, donde son el 80,5 % de la población); Nepal, con el 80 %; y la isla africana de Mauricio, con el 48 %. Nepal era hasta hace poco el único Estado del mundo que reconocía al hinduismo como religión oficial. También son mayoría en la isla indonesia de Bali. Tras la independencia de India y la división del Subcontinente Indostaní en territorios de mayoría hinduista y musulmana, se formó el Estado de Pakistán para la población islámica, pero permanecieron importantes minorías hinduistas. Tras la secesión de Pakistán Oriental (actual Bangladés), la antigua colonia británica quedó dividida en tres Estados. En Bangladés la minoría hinduista es mucho mayor que en Pakistán y prácticamente desde la independencia del país se han suscitado actos violentos en su contra ―como contra budistas, cristianos y animistas―, hasta el extremo de haber desaparecido virtualmente de las estadísticas 3 millones de bengalíes, en su inmensa mayoría hinduistas desde 1971 (informe del entonces senador Edward Kennedy para el Departamento de Estado de Estados Unidos) en lo que debe considerarse el mayor genocidio en décadas.

También hay un número importante de adeptos hinduistas en Afganistán (donde durante el régimen talibán fueron forzados a usar un distintivo, como los judíos en la Alemania nazi), Bután, Birmania, Camboya, Indonesia, Malasia, Sri Lanka y Tailandia. En Occidente, hay hinduistas en casi toda Europa Occidental, la mayoría en Gran Bretaña, y también en Estados Unidos. Existen minorías hinduistas en muchos países latinoamericanos, muy notablemente en Panamá y Trinidad y Tobago.

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