Relieve Peninsular: Evolución, Características y Transformaciones

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El Relieve Peninsular

Evolución geológica del relieve

El relieve actual de la Península Ibérica es el resultado de movimientos y compresión de la pequeña placa Ibérica con las grandes placas de Europa y África, cuyo choque dio lugar a las cadenas alpinas.

Hace 800-1000 millones de años, existía un ramal de cordilleras hercinianas, que fue erosionado hasta finales de la Era Primaria. El zócalo (base erosionada de una cadena de montañas) peninsular y el catalano-sardo-balear quedó sobre el nivel del mar con materiales cristalinos.

A comienzos de la Era Secundaria, el zócalo peninsular comenzó a hundirse por su parte oriental, quedando cubierta por el mar y sobre la que se depositan sedimentos calcáreos. Al norte y sur había dos geosinclinales (cuencas de sedimentación marina) en los que había sedimentos secundarios.

En la Era Terciaria se produjo la Orogénesis Alpina (formación de relieve):

  • África se aproxima a Europa y presiona sobre la placa peninsular, se levantan los Pirineos y las Cordilleras Béticas.
  • El zócalo catalano-sardo-balear se hunde y quedan sobre el mar las Montañas Costero-Catalanas, Cerdeña y Menorca.
  • El zócalo peninsular es presionado, fracturado y levantado, convirtiéndose en un macizo ondulado por depresiones y cadenas de montañas en el centro y bordes. El este, cubierto por sedimentos secundarios, da lugar al Sistema Ibérico, fracturándose y replegándose.
  • En las depresiones se forman lagos endorreicos (sin salida al mar).
  • Las depresiones antealpinas se rellenan de sedimentos, pero el valle del Ebro se cerró al mar muy pronto por las montañas costero-catalanas y el Maestrazgo. El valle del Guadalquivir fue un brazo de mar que separaba las cadenas Béticas y Baleares de la península.

Durante el Mioceno (periodo de la era terciaria), las cuencas interiores reciben los materiales arrancados a las montañas por la erosión, cuya composición varía según su procedencia: calizas y margas de la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico, arenas del Sistema Central, arcillas de montañas pizarrosas, etc. Al final, las cuencas sedimentarias se hunden y las montañas se levantan. El Valle del Guadalquivir se cierra por el este y las Cordilleras Béticas se rompen por Gibraltar, hundiéndose en parte bajo el mar.

A fines del Mioceno, el macizo Ibérico se levantó por el este y se inclinó hacia el oeste, por lo que los ríos desembocan en el Atlántico, labrando valles, páramos y campiñas.

En la Era Cuaternaria comenzaron las glaciaciones. Hubo casquetes de hielo en los Pirineos, Picos de Europa, Sanabria y algunos también en Picos de Urbión. Por el deshielo o acumulación de hielo en los polos, hubo subidas y bajadas del nivel del mar, y los ríos acumularon terrazas fluviales en sus valles.

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