Relieve de España: Guía completa de la Península Ibérica y Canarias

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1. La Meseta Central

1.1. La Submeseta Norte

La Submeseta Norte ocupa la mitad septentrional de la Península Ibérica, rodeada del Macizo Galaico-Leonés al noroeste, la Cordillera Cantábrica por el norte, el Sistema Ibérico por el este y el Sistema Central al sur. Tiene una elevada altitud media y contiene una única cuenca hidrográfica: la del Duero. Se distinguen las penillanuras al oeste y la gran cuenca sedimentaria.

Su origen geológico está en el antiguo Macizo Hespérico, levantado durante la orogenia herciniana en el Paleozoico y transformado por la erosión en un zócalo. La orogenia alpina fracturó dicho zócalo, elevando algunos bloques y hundiendo otros. Desde ese momento, comenzó a recibir sedimentación post-alpina de los relieves que la rodean hasta recubrirla por completo, excepto en la parte occidental, donde aflora el antiguo zócalo en superficie.

Su litología es silícea en el oeste y arcillosa en la cuenca sedimentaria. Las formas del relieve más importantes son las penillanuras al oeste, las campiñas en el centro y los páramos calcáreos al este. En el contacto con la Cordillera Cantábrica encontramos páramos de raña.

1.2. El Sistema Central

El Sistema Central es una cordillera larga y estrecha que divide la Meseta Central en las dos submesetas. Su origen geológico está en el Paleozoico, concretamente en el Macizo Hespérico creado durante la orogenia Herciniana y arrasado por la erosión, formando así un zócalo. Durante el Cenozoico, la orogenia alpina lo fracturó y elevó. Además, el Sistema Central presenta un retoque glaciar en las zonas más elevadas.

Su litología es silícea. Está formado por rocas ígneas en el centro y por rocas metamórficas en zonas periféricas, como cuarcitas, pizarras y gneis. La forma del relieve predominante es el relieve germánico, propio del dominio silíceo, con horst y graben sobre roca granítica. Pero también se encuentra relieve apalachense, resultado de la erosión diferencial sobre dos materiales silíceos de diferente dureza. Es importante la presencia del relieve glaciar en las zonas más elevadas.

1.3. La Submeseta Sur

La Submeseta Sur se encuentra al sur del Sistema Central. Se extiende hasta Sierra Morena por el sur y hasta el Sistema Ibérico por el este. Tiene una menor altitud media que la norte y es menos uniforme, pues los Montes de Toledo la dividen en las cuencas del Tajo y del Guadiana.

Su origen geológico se encuentra en el antiguo Macizo Hespérico, surgido con el movimiento orogénico herciniano en el Paleozoico y arrasado por la erosión, quedando convertido en un gran zócalo. En el Terciario, la orogenia alpina elevó unos bloques del zócalo y hundió otros, entre ellos la Submeseta Sur, donde se formó un lago interior que se fue llenando de sedimentos, dando lugar a una cobertera sedimentaria horizontal. En el Campo de Calatrava se desarrolló actividad volcánica durante el Terciario.

La litología es silícea en la zona de penillanuras y en los Montes de Toledo, con predominio de rocas metamórficas como cuarcitas y pizarras. En las áreas más llanas de la cuenca sedimentaria es arcillosa, aunque con algunas calizas posteriores a la orogenia alpina.

Las formas del relieve incluyen penillanuras al oeste y sur. Se trata de zonas de erosión donde aflora en superficie el antiguo zócalo. En el curso medio del Tajo y el Guadiana encontramos campiñas y páramos en el este. En los Montes de Toledo, aunque formados por la fracturación del zócalo, se desarrolla un relieve apalachense fruto de la erosión diferencial de cuarcitas y pizarras, alternando crestas montañosas y valles.

2. Bordes de la Meseta

2.1. El Macizo Galaico-Leonés

El Macizo Galaico-Leonés se sitúa en Galicia y en el noroeste de Castilla y León. Constituye el borde noroccidental de la Meseta y se extiende desde la zona costera hasta sus límites orientales, que se confunden con la Cordillera Cantábrica.

Forma parte del antiguo zócalo paleozoico formado por la erosión del antiguo Macizo Hespérico. En el Terciario, se vio afectado por la orogenia alpina, que lo abombó y posteriormente fracturó. Las fallas N-S aislaron bloques, que fueron elevados o hundidos, siendo estos rellenados con sedimentos posteriores. En las zonas más elevadas de los Montes de León se instalaron glaciares.

Su litología es silícea, fundamentalmente granito, aunque al este alternan cuarcitas y pizarras. En las fosas tectónicas hay rocas sedimentarias posteriores a la orogenia alpina.

Las formas de relieve más importantes corresponden al relieve germánico o de fracturación en las zonas donde predomina el granito, con bloques escalonados desde el mar, horst y fosas tectónicas en la zona media; y las máximas alturas en los Montes de León al sureste, con cumbres muy erosionadas y relieves redondeados, con formas glaciares.

2.2. La Cordillera Cantábrica

La Cordillera Cantábrica es el borde septentrional de la Meseta y se extiende de forma paralela a la costa a lo largo de unos 450 km, desde Asturias al País Vasco. Su mayor altitud se encuentra en el Macizo Asturiano y va disminuyendo hacia el este. El borde meridional limita con los relieves llanos y elevados de la meseta castellano-leonesa.

La historia geológica del Macizo Asturiano comienza con el zócalo paleozoico formado a partir del Macizo Hespérico, fracturado y elevado en el Cenozoico por la orogenia alpina. En las zonas más elevadas se instalaron glaciares. En el sector oriental de la cordillera se produjo una importante sedimentación marina durante el Mesozoico sobre el borde del zócalo basculado hacia el este. La orogenia alpina plegó posteriormente esos materiales.

Su litología es variada: al oeste de Asturias los materiales son silíceos (pizarras y cuarcitas). Al este de Asturias dominan calizas carboníferas. En el sector oriental los materiales son calizas mesozoicas.

Las formas de relieve se corresponden con la diversa litología. En el occidente asturiano el relieve es apalachense. En el resto del Macizo Asturiano se combina el relieve germánico con el cárstico. En las zonas más altas hay relieve glaciar. El sector oriental es un relieve jurásico, combinado con formas cársticas.

2.3. El Sistema Ibérico

El Sistema Ibérico se extiende en dirección NO-SE desde la Cordillera Cantábrica hacia los Sistemas Béticos, formando el borde oriental de la Meseta. Se diferencian dos sectores separados por el río Jalón. La parte sur se subdivide en los sectores castellano y aragonés, divididos por la depresión de Teruel.

Su litología es muy variada: algunas zonas silíceas procedentes del antiguo zócalo, aunque predomina la calcárea y, en menor medida, arcillosa en las depresiones. Hacia el norte hay mayor presencia de rocas silíceas, pero en general predominan las calizas.

Predomina el relieve jurásico. Están constituidas por sierras, macizos y depresiones. Son resultado del plegamiento de las calizas mesozoicas durante la orogenia alpina, por lo que también se desarrolla un relieve cárstico.

2.4. Sierra Morena

Sierra Morena constituye el borde meridional de la Meseta y separa la España herciniana de la alpina. Cumple la función de divisoria de aguas entre las cuencas del Guadiana y el Guadalquivir.

Tiene su origen en el Macizo Hespérico, formado por la orogenia Herciniana en el Paleozoico y transformado en un zócalo por la erosión. El empuje de la orogenia alpina produjo una flexión del zócalo y su hundimiento bajo la depresión del Guadalquivir, dando lugar a un escalón tectónico.

Su litología es silícea, con rocas como granito, cuarcitas y pizarras. Las formas de relieve más comunes son el relieve apalachense y el germánico. Desde la Submeseta sur apenas se perciben las sierras, pero desde el valle del Guadalquivir el desnivel es muy acusado.

El origen geológico del Sistema Ibérico está en el Mesozoico, en el que se produjo una importante sedimentación marina sobre el borde del zócalo paleozoico. En el Terciario, la orogenia alpina fractura en bloques el zócalo que estaba debajo de la cobertera sedimentaria y pliega los materiales de ésta. Hacia el norte, algunas sierras son horst procedentes de la fracturación del zócalo y en las partes más altas se encuentran algunas formas glaciares.

3. Cordilleras Exteriores o Alpinas

3.1. Los Pirineos

Los Pirineos forman el istmo que une la península Ibérica con el continente europeo. Limita al sur con la Depresión del Ebro. En su extremo oriental enlaza con la Cordillera Costera Catalana y al oeste con la Cordillera Cantábrica. Se distinguen dos zonas: el Pirineo Axial y el Prepirineo.

Su origen geológico está en un macizo montañoso formado por la orogenia herciniana en el Paleozoico, arrasado por la erosión. Durante el Mesozoico, la fosa marina contigua recibió una potente sedimentación. Con la orogenia alpina se fracturan y elevan fragmentos del zócalo en la zona central o Pirineo Axial, al tiempo que plegó las calizas mesozoicas a ambos lados, en el Prepirineo. En las zonas más elevadas se instalaron glaciares durante el Cuaternario.

La litología consiste en rocas sedimentarias en el Prepirineo, mientras que en el Pirineo Axial destacan las rocas ígneas. Tras la orogenia alpina se rellenaron las fosas y depresiones internas con materiales arcillosos, como margas.

Sus formas de relieve combinan un relieve germánico con bloques elevados en el Pirineo Axial y un relieve jurásico de plegamiento en el Prepirineo, con formas cársticas. La Depresión Media Intrapirenaica es un conjunto de fosas y depresiones rellenadas con sedimentos postalpinos. En las zonas más elevadas se encuentran formas glaciares.

3.2. La Cordillera Costero Catalana

La Cordillera Costero Catalana es un conjunto de alineaciones montañosas paralelas a la costa: la Cordillera Prelitoral y la Cordillera Litoral, separadas por la Depresión Litoral. Aísla la depresión del Ebro y enlaza con los Pirineos por el norte y con el Sistema Ibérico por el sur.

Su historia geológica parte de un macizo antiguo transformado en un zócalo y recubierto por una cobertera sedimentaria mesozoica. La orogenia alpina fracturó los restos del zócalo y plegó la cobertera sedimentaria. En su interior se halla una depresión rellena con sedimentos posteriores a la orogenia alpina.

En su litología existen rocas silíceas procedentes del zócalo, más presentes en la zona norte. Hacia el sur predominan las calizas mesozoicas y los materiales arcillosos, que se encuentran sobre todo en la depresión intermedia.

Las formas de relieve son de fracturación hacia el norte (relieve germánico), con algunas sierras formadas por horst y depresiones en las fosas tectónicas, mientras que hacia el sur domina el relieve jurásico de calizas mesozoicas plegadas, con formas cársticas.

3.3. Los Sistemas Béticos

Los Sistemas Béticos están situados en el sureste de la Península Ibérica, entre la Depresión del Guadalquivir y el mar Mediterráneo, enlazando con la Submeseta Sur y las estribaciones del Sistema Ibérico. Se extiende desde Gibraltar hasta el Cabo de Nao, continuando bajo el mar Mediterráneo hasta las Islas Baleares. Se distinguen la cordillera Subbética al norte y la Penibética al sur, separadas por la depresión Intrabética.

Su origen geológico está en los materiales sedimentados durante el Mesozoico en las fosas marinas y sobre los restos de un macizo paleozoico arrasado por la erosión. Durante el Cenozoico, la orogenia alpina pliega los materiales mesozoicos sedimentarios y fractura el zócalo, elevando algunos bloques. Entre las sierras, las zonas deprimidas reciben nuevos sedimentos post-alpinos.

Su litología es calcárea, principalmente calizas y margocalizas. Pero en las zonas más elevadas de la Penibética los materiales son silíceos, procedentes del zócalo paleozoico. En las hoyas y depresiones medias se encuentran materiales arcillosos.

Las formas de relieve son diferentes dependiendo de la zona. En la Penibética se encuentran restos del antiguo zócalo paleozoico, con montañas altas de culminación suave, mientras que en la Subbética se alternan calizas y margas, con un relieve jurásico de plegamiento, combinado con paisajes cársticos. La depresión Intrabética se rellenó, tras la orogenia alpina, por materiales arcillosos blandos que dieron lugar a un paisaje de cárcavas y badlands.

4. Depresiones Exteriores o Prealpinas

4.1. La Depresión del Ebro

La Depresión del Ebro se ubica en el noreste de la Península, rodeada por los Pirineos al norte, el Sistema Ibérico al sur y la Cordillera Costero-catalana al este. El río nace en la Cordillera Cantábrica y desemboca en el mar Mediterráneo.

Su origen guarda relación con el Cenozoico, cuando la orogenia alpina levantó las cordilleras que la rodean, dejando un entrante del mar, luego convertido en un lago interior, que comenzó a recibir sedimentos hasta formar una cobertera horizontal.

Su litología es arcillosa, formada por sedimentos marinos y continentales posteriores a la orogenia alpina. Los materiales más gruesos están en los bordes y hacia el centro son más finos.

Las formas del relieve más características son los relieves tabulares de rocas calizas. Al pie de las montañas pirenaicas e ibéricas se formaron piedemontes o somontanos. En las zonas más áridas encontramos badlands. Por último, destaca el delta en la desembocadura del río.

4.2. La Depresión del Guadalquivir

La Depresión del Guadalquivir se localiza en el suroeste de la península Ibérica, limitando con Sierra Morena por el norte y con la Cordillera Subbética por el este y sureste, abierta hacia el océano Atlántico por el oeste. El curso del río va más próximo a Sierra Morena.

Su origen guarda relación con el Cenozoico, cuando la orogenia alpina dejó un espacio ocupado por el mar, flanqueado por Sierra Morena y las cordilleras Béticas. A partir de ese momento comenzó un proceso de colmatación con sedimentos marinos postalpinos.

Su litología es arcillosa, principalmente arcillas, margas, arenas y calizas.

Las formas del relieve más características son las campiñas suavemente onduladas sobre las rocas arcillosas, en las que los ríos forman terrazas escalonadas. En el curso bajo del río encontramos las marismas.

5. Canarias

Canarias es un archipiélago en el Océano Atlántico, formado por siete islas principales: Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro. Las primeras son las más próximas a las costas africanas.

Su origen geológico es volcánico. Debido al choque de las placas africana y euroasiática, se fracturó la corteza oceánica, dando lugar al levantamiento de bloques que conformarían la base de cada isla. Posteriormente, al cesar el movimiento de las placas, se produjo el ascenso de magma a través de las fracturas, causando el fenómeno volcánico que creó las islas.

Su litología es de rocas ígneas extrusivas o volcánicas. Las más abundantes son basaltos, traquitas y fonolitas. Las formas del relieve principales son conos volcánicos, calderas, malpaíses y diques. También se forman barrancos y acantilados. Las islas orientales tienen poca altitud y las restantes son más elevadas, alcanzándose el punto más alto de España en el Teide.

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