Relaciones Internacionales: Conceptos Clave y Evolución Histórica
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Diferencia entre Realismo Clásico y Neorrealismo
La diferencia entre el realismo clásico y el neorrealismo radica en su enfoque y sus supuestos teóricos respecto a las relaciones internacionales. El realismo clásico, desarrollado por pensadores como Tucídides y Hans Morgenthau, se centra en la naturaleza humana como la fuente de conflictos y poder. Los realistas clásicos creen que la política internacional es una lucha constante por el poder debido a la naturaleza egoísta y competitiva del ser humano. En este enfoque, la moral y la ética son secundarias frente a la búsqueda del poder y la supervivencia del Estado en un sistema anárquico.
Por otro lado, el neorrealismo, también conocido como realismo estructural, propuesto por Kenneth Waltz, desplaza el foco desde la naturaleza humana hacia la estructura del sistema internacional. Según el neorrealismo, la anarquía del sistema internacional y la distribución del poder entre los Estados son los principales factores que determinan el comportamiento estatal. Los neorrealistas argumentan que es la estructura del sistema, no la naturaleza humana, lo que lleva a la competencia y a la búsqueda de seguridad. Este enfoque se centra más en las dinámicas del poder y la seguridad en un sistema internacional sin una autoridad central, haciendo hincapié en la importancia de la distribución del poder y las capacidades de los Estados.
Panarabismo y Panislamismo: Objetivos Opuestos
Aunque el panarabismo y el panislamismo comparten un ámbito geográfico similar, sus objetivos son ideológicamente opuestos. El panarabismo, promovido por líderes como Gamal Abdel Nasser, busca la unificación de los países árabes basada en una identidad cultural y lingüística común, abogando por la creación de un único estado árabe. Por otro lado, el panislamismo, impulsado por figuras como Jamal al-Din al-Afghani, aspira a la unidad de todos los musulmanes, independientemente de su origen étnico o nacional, bajo el principio de solidaridad islámica. Mientras el panarabismo prioriza la identidad árabe sobre cualquier otra, el panislamismo coloca la fe islámica por encima de las identidades nacionales y étnicas.
Lenin y el Objetivo de la Colonización por Potencias Imperialistas
Según Lenin, el objetivo de la colonización por parte de las potencias imperialistas es la expansión del capitalismo en busca de nuevos mercados, materias primas y oportunidades de inversión para el excedente de capital.
Lenin argumenta que el imperialismo es una fase inevitable del capitalismo avanzado, donde las potencias buscan extender su influencia económica y política para mantener sus economías en crecimiento y asegurar su dominación global. La colonización, entonces, se convierte en una herramienta para la redistribución global del poder y la riqueza en beneficio de las naciones más desarrolladas.
Distribución del Poder según el Neorrealismo Ofensivo y Defensivo
Según el neorrealismo ofensivo, como lo plantea John Mearsheimer, la distribución de poder más estable es aquella donde un solo Estado tiene la hegemonía. Mearsheimer argumenta que un hegemón reduce las posibilidades de conflicto al eliminar competidores significativos y establecer un orden unipolar. Por el contrario, el neorrealismo defensivo, defendido por Kenneth Waltz, sostiene que una distribución de poder bipolar es la más estable. Waltz cree que en un sistema bipolar, la competencia entre dos grandes potencias puede ser gestionada de manera más predecible y equilibrada, reduciendo el riesgo de guerra comparado con sistemas multipolares.
Cambio de la Política de Defensa Hemisférica a la Guerra Sucia en EUA
El cambio de los Estados Unidos de la política de “defensa hemisférica” a la de “guerra sucia” se debe principalmente al contexto de la Guerra Fría y la creciente amenaza del comunismo en América Latina. Inicialmente, la política de defensa hemisférica se centraba en proteger al continente americano de amenazas externas, principalmente durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, con la Revolución Cubana en 1959 y el temor a la expansión comunista, Estados Unidos adoptó estrategias más agresivas y encubiertas. Esta "guerra sucia" incluía intervenciones directas y apoyo a golpes de estado y dictaduras militares en países como Chile, Argentina y Nicaragua, con el objetivo de contener el comunismo y mantener la influencia estadounidense en la región.
Relación entre el Liberalismo como Paradigma del Sistema Político Mundial y los 14 Puntos de Wilson
El liberalismo como paradigma del Sistema Político Mundial (SPM) se basa en la creencia de que la cooperación internacional, el libre comercio, la democracia y la autodeterminación de los pueblos son esenciales para lograr la paz y la estabilidad global. Los 14 puntos de Woodrow Wilson, presentados en 1918, reflejan estos principios liberales. Wilson abogó por la creación de una Liga de Naciones para resolver conflictos de manera pacífica, el libre comercio y la autodeterminación de los pueblos, con el objetivo de prevenir futuras guerras y promover un orden mundial basado en la justicia y la cooperación internacional.
La relación entre el liberalismo y los 14 puntos de Wilson radica en su enfoque en la interdependencia y la gobernanza global. Wilson creía que la implementación de estos puntos ayudaría a construir un sistema internacional en el que las naciones pudieran coexistir pacíficamente y resolver sus diferencias a través del diálogo y la cooperación, en lugar de la guerra. El liberalismo enfatiza la importancia de las instituciones internacionales, como la Liga de Naciones, y más tarde las Naciones Unidas, para mediar en los conflictos y promover la estabilidad global.
Además, los 14 puntos de Wilson promovieron la idea de la transparencia en la diplomacia, en contraposición a las alianzas secretas y los acuerdos clandestinos que habían caracterizado las relaciones internacionales antes de la Primera Guerra Mundial. Este enfoque liberal busca construir un sistema internacional más abierto y predecible, donde las naciones puedan confiar en la buena fe y el cumplimiento de los acuerdos por parte de sus socios.
Sin embargo, la implementación de los 14 puntos de Wilson enfrentó desafíos significativos. La resistencia de las potencias europeas y el rechazo del Senado estadounidense a unirse a la Liga de Naciones limitaron el impacto inmediato de sus propuestas. A pesar de estos obstáculos, las ideas de Wilson han dejado una marca duradera en el desarrollo del liberalismo en las relaciones internacionales, inspirando la creación de instituciones como la ONU y fomentando la búsqueda de un orden mundial basado en la cooperación y la paz.
Relación entre Maquiavelo, el Realismo y el Aforismo de Hobbes
El aforismo de Maquiavelo "si se tiene que elegir, es mejor ser temido que ser amado" se relaciona estrechamente con el realismo en su énfasis en la naturaleza conflictiva y pragmática de la política. Maquiavelo argumenta que los líderes deben priorizar la seguridad y el poder sobre la moralidad, ya que la política es una arena donde la competencia y la lucha por el poder son inevitables. Esta perspectiva se refleja en el realismo clásico, que sostiene que los Estados actúan en función de sus intereses de poder y supervivencia, a menudo utilizando la fuerza y la coerción para asegurar sus objetivos.
El aforismo de Hobbes "Homo homini lupus est" (el hombre es un lobo para el hombre) refuerza esta visión realista de la naturaleza humana como inherentemente egoísta y agresiva. En su obra "Leviatán", Hobbes describe el estado de naturaleza como una guerra de todos contra todos, donde la vida es "solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta". Para Hobbes, la creación de un poder soberano fuerte es necesaria para evitar el caos y asegurar el orden y la seguridad. Esta idea de un poder central fuerte es un componente central del realismo, que ve la acumulación de poder y la capacidad de coerción como esenciales para la estabilidad y la seguridad en el sistema internacional.
Ambos aforismos subrayan la visión realista de que la política y las relaciones internacionales están dominadas por la competencia y la lucha por el poder. Maquiavelo y Hobbes comparten la convicción de que la naturaleza humana y la anarquía del sistema internacional conducen a un comportamiento agresivo y conflictivo. Por lo tanto, los Estados deben estar preparados para utilizar la fuerza y actuar de manera pragmática y a veces inmoral para asegurar su supervivencia y prosperidad.
En resumen, tanto Maquiavelo como Hobbes proporcionan fundamentos filosóficos para el realismo en las relaciones internacionales, enfatizando la necesidad de poder y seguridad en un mundo caracterizado por la competencia y el conflicto. Sus ideas continúan influyendo en la teoría y la práctica de la política internacional, donde la búsqueda del poder y la preparación para la confrontación siguen siendo elementos centrales de la estrategia estatal.
La ONU: De Alianza a Institución
La transformación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de una alianza a una institución se debe a su origen y evolución. La ONU surgió tras la Segunda Guerra Mundial, en 1945, como una respuesta a la devastación global y con el propósito de evitar futuros conflictos de tal magnitud. Los países aliados, que se unieron para derrotar a las potencias del Eje, buscaban establecer un nuevo orden internacional basado en la cooperación y la paz. Así, la ONU se fundó con la misión de promover la paz y la seguridad internacional, inicialmente como una alianza de naciones comprometidas a trabajar juntas para prevenir guerras y resolver disputas a través del diálogo y la diplomacia.
A lo largo de los años, esta alianza inicial se institucionalizó, desarrollando una estructura compleja y multifacética que abarca diversos órganos y agencias especializadas. La Asamblea General, el Consejo de Seguridad, la Corte Internacional de Justicia y otras entidades de la ONU no solo facilitan la cooperación entre los Estados miembros, sino que también operan como cuerpos permanentes con procedimientos establecidos para la toma de decisiones y la implementación de políticas. Esta transformación de una alianza flexible en una institución formal se refleja en su capacidad para crear y mantener normas internacionales, como los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
La ONU también ha ampliado su alcance más allá de la seguridad y la paz, abarcando áreas como el desarrollo económico y social, la protección del medio ambiente, y la promoción de la igualdad de género y los derechos humanos. Esta expansión de funciones muestra cómo una alianza inicial, centrada principalmente en la seguridad, se ha institucionalizado para abordar una amplia gama de problemas globales. Las agencias como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) son ejemplos de cómo la ONU ha institucionalizado su papel en diversos ámbitos para proporcionar soluciones globales a problemas complejos.
En conclusión, la ONU ejemplifica cómo una alianza puede evolucionar y convertirse en una institución con estructura y funciones permanentes. Su origen como una coalición de países aliados se ha transformado en una entidad global con la capacidad de influir en casi todos los aspectos de las relaciones internacionales. Este proceso de institucionalización ha permitido a la ONU desempeñar un papel central en la gobernanza global, proporcionando un foro para la cooperación internacional y una plataforma para abordar los desafíos globales de manera coordinada y efectiva.