Relación entre Educación, Democracia y Ciudadanía
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Para plantearse la relación entre educación, democracia y ciudadanía es necesario comenzar a definir cada concepto, contextualizando a través del tiempo y de esta forma exponer la evaluación de los mismos.
La Democracia:
Para comprender la democracia y sus orígenes se comienza con una breve distinción entre el concepto de libertad propuesto por Hannah Arendt y la concepción ateniense.
La Grecia ateniense estaba constituida por una ciudad estado en donde encontramos la democracia directa, pero no todos eran considerados personas, de ahí el énfasis que hace Hannah Arendt en ser "alguien" y no "algo" en la sociedad.
Del siglo XIX a nuestros días contamos con el estado nación en donde encontramos la afirmación "igualdad entre todos los hombres" a través de una democracia representativa.
Un régimen democrático se caracteriza por la atribución de poder al pueblo.
Bobbio considera que no basta con la atribución de derecho a participar directa o indirectamente en la toma de decisiones colectivas. Es indispensable que aquellos que están llamados a decidir o a elegir a quienes va a decidirse, se planteen alternativas reales y estén en condiciones de seleccionar entre uno y otro.
Todo grupo social tiene la necesidad de tomar decisiones obligatorias para todos los miembros del grupo con el objeto de mirar por la propia supervivencia, las decisiones grupales son tomadas por individuos que pueden ser uno, pocos o muchos.
Desde otra perspectiva Habermas dice que la democracia "viene a significar auto organización política de la sociedad en conjunto".
Según Aranguren "la moral ha de servir de base a la democracia, como instancia crítica tras un régimen 'ideal' siendo asimismo utópica.
Es la práctica de la libertad lo que permite que no se generen contradicciones entre lo colectivo y lo individual porque estos se potencian mutuamente a través del ejercicio del poder.
La Educación:
Para lograr un estado democrático es importante tener en cuenta la educación como derecho humano fundamental y comprender que la educación para la ciudadanía en la escuela afecta a la institución en su conjunto.
Toda sociedad democrática o que aspire a serlo, es responsable de educar a todos para el ejercicio de la ciudadanía.
Ser ciudadano según Canclini no tiene solo que ver con derechos reconocidos, sino que también tiene que ver con prácticas sociales y culturales que dan sentido de pertenencia, logrando una identidad comunal alrededor de una misma lengua, costumbres y creencias.
Es a través de la educación que se socializa, apuntando el desarrollo en las distintas capacidades de la población.
El estado de promover la capacitación de la población brindando propuestas de formación acorde con los desarrollos productivos, sociales y culturales de cada realidad.
Para Varela la educación laica parte de reconocer el derecho de todo ser humano a pensar por sí mismo a partir de su cultura, exigiendo en consecuencia el desarrollo en los estudiantes de su capacidad de valorar y de su libertad de pensamiento.
La condición de los "nuevos ciudadanos" está bajo la responsabilidad de la escuela como institución educativa por brindarles herramientas a los jóvenes para el "buen" ejercicio de la ciudadanía.
El desarrollar las capacidades individuales favorece el desarrollo, la innovación y la contribución al entorno social.
La educación es una forma de homogeneizar la sociedad, pero a su vez es la forma de brindarles las mismas oportunidades a todos, de proveer las herramientas necesarias para que cada individuo pueda gozar de sus derechos, principalmente reconocer cuando uno de sus derechos se le está siendo negado.
Ciudadanía:
El referirse al término ciudadanía, no podemos limitarnos al hecho de votar en las elecciones, sino que es necesario tener en cuenta el conjunto de acciones ejercidas por un sujeto que inciden en la vida de toda la sociedad, porque la ciudadanía es una construcción social.
Es responsabilidad del estado promover a través de la educación espacios de diálogo entre todos, respetando la diversidad y como lo manifiesta Habermas el sistema educativo debe anclarse en el mundo de la vida cotidiana.
El poseer la ciudadanía permite tener derechos sociales y habilita al sujeto a intervenir políticamente, en las sociedades modernas el pertenecer a un estado es la garantía de inclusión en los sistemas de distribución de bienes y el reconocimiento de derechos.
Es imprescindible formar sujetos solidarios, críticos, respetuosos, autónomos, con sentido de pertenencia a la sociedad, capaces de solucionar conflictos para así construir una sociedad pacífica y democrática con la efectiva participación de todos.
Las sociedades democráticas necesitan sujetos que ejerciten la ciudadanía, a través del deseo de cambio, trabajando en el y para el, haciendo posible lo colectivo. La educación para la ciudadanía es la que puede conciliar el pluralismo con el multiculturalismo.
La educación es la herramienta fundamental en este proceso de construcción de identidades, de un sentido de pertenencia, en donde se valore la capacidad individual al mismo tiempo que se fomente la acción colectiva a través de la participación de todos, no solo como un derecho sino que también como una responsabilidad social.
Por lo tanto, educar para la ciudadanía implica una institución escuela permeable ante los cambios y evolución social. Una escuela que permita el conocimiento y la comprensión de la historia de los derechos humanos, permitiendo la participación activa y el desarrollo del compromiso con la transformación social.