Reinos Cristianos en la Edad Media: Etapas de la Reconquista y Repoblación

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Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Primeros Núcleos de Resistencia

Tras la conquista de la península por los musulmanes y la creación de Al-Ándalus, comienza el proceso denominado Reconquista, por el cual los musulmanes irán retrocediendo hasta ser conquistado el último reino musulmán en 1492. La historia de los primeros núcleos cristianos es poco conocida. La franja cantábrica y los Pirineos eran zonas más atrasadas, con escasos recursos, y su clima y las dificultades de acceso las convirtieron en poco atractivas para los musulmanes. Entre los siglos VIII y X surgieron cuatro núcleos: asturiano, pamplonés, aragonés y los condados catalanes. Al principio se dedicaron a la explotación ganadera, pero el crecimiento demográfico obligó a un descenso hacia los valles y fomentó la aparición de núcleos urbanos. La existencia de los territorios controlados por los musulmanes permitió un avance rápido hacia el sur.

Núcleo Astur-Leonés

En 718 los astures proclaman rey a Pelayo, que dirigió la lucha en el enfrentamiento de Covadonga (722). El primer rey importante fue Alfonso I (739-753) que repobló Asturias con mozárabes. Sus sucesores tuvieron que pagar tributos a los emires de Córdoba hasta que Alfonso II (781-842) acabó con esa servidumbre y transformó el reino de Asturias en un verdadero estado con capital en Oviedo. Alfonso III (866-910) extendió el reino hasta el Duero y trasladó la capital a León, pasando a llamarse Reino de León, que comprendía todo el noroeste peninsular: Asturias, Galicia, León y las marcas fronterizas de Portugal y Castilla. El siglo X fue un periodo de crisis.

Núcleo Pamplonés

El Reino de Pamplona se formó en el siglo IX con población vascona. La dinastía Jimena, instaurada en el siglo X, extendió las tierras por La Rioja y llevó a cabo una política matrimonial con todos los territorios vecinos que le permitió incorporar el condado de Aragón y ejercer su influencia sobre el Reino de León.

Núcleo Aragonés

A principios del siglo IX, el núcleo primitivo habitado por montañeses ganaderos tenía su centro en Jaca. Desde 970 estuvo vinculado a Pamplona.

Condados Catalanes

Los territorios pirenaicos mantenían formas sociales muy arcaicas. A finales del siglo VIII Carlomagno pretendió crear un territorio que sirviera de barrera entre el Islam y el reino franco, arrebatando a los musulmanes algunas plazas como Gerona (785) o Barcelona (801). Así surgieron una serie de condados integrados en la monarquía carolingia, pero con afán de independencia. El condado de Barcelona se convirtió en el hegemónico. Borrell II (947-992) aprovechó el fin de la dinastía carolingia para dejar de prestar homenaje al rey francés, dando comienzo a la independencia catalana.

Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Principales Etapas de la Reconquista

La Reconquista es el proceso de ocupación militar de los territorios musulmanes de la península por los cristianos entre los siglos VIII y XV. El término correcto sería conquista, ya que Reconquista expresa una visión parcial, apoyada en la idea de restauración de la monarquía visigoda y el espíritu de cruzada contra los infieles. Se distinguen cuatro etapas:

  • Siglos VIII a X: Los musulmanes no ocuparon los territorios al norte del Sistema Central y del valle del Ebro. Entre el Sistema Central y los núcleos de resistencia cristiana existía una tierra de nadie prácticamente despoblada. Aunque tradicionalmente la batalla de Covadonga (722) se ha considerado el inicio de la Reconquista, lo cierto es que durante estos dos siglos los avances cristianos se limitaron a la ocupación de territorios casi vacíos.
  • Siglos XI y primera mitad del XII: La crisis del califato y la desmembración de Al-Ándalus en taifas cambia el equilibrio de fuerzas y marca el verdadero comienzo de la Reconquista. Los hechos más destacados fueron la conquista en 1085 del reino de Toledo por Alfonso VI aunque, al final de su reinado, la intervención de los almorávides frenó el avance de Castilla. Los reyes de Aragón, a pesar del dominio almorávide, lograron avanzar hasta el valle medio del Ebro (conquistas de Huesca en 1096 y Zaragoza en 1118). A mediados del siglo XII, coincidiendo con la decadencia almorávide, se consiguió la conquista de los valles del Tajo (Lisboa en 1147) y del Ebro (Tortosa en 1148).
  • Segunda mitad del siglo XII: Este periodo es el de apogeo de los almohades lo que, unido a las disputas entre los reinos cristianos, frenó el avance que se limitó a los cursos altos de los ríos Turia (Teruel, 1171), Júcar (Cuenca, 1177) y Guadiana. En esta etapa hay que destacar la creación y protagonismo de las órdenes militares integradas por soldados permanentes (caballeros), que formaban cuerpos de ejército autónomos a los que los reyes encargaban la defensa de las zonas más vulnerables. También hay que destacar la firma de tratados entre los principales reinos cristianos, Castilla y León y la Corona de Aragón para delimitar los territorios que correspondían a cada uno en las conquistas futuras. Con el Tratado de Cazorla (1179) Aragón obtuvo los derechos sobre Valencia y Denia y Castilla sobre Murcia.
  • Siglo XIII: El creciente poder de los almohades (derrota cristiana de Alarcos en 1195) hizo reaccionar a los reinos cristianos y aunar esfuerzos, a lo que ayudó la concesión por el Papa Inocencio III de la cruzada. El ejército dirigido por Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra derrotó a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y supuso el inicio de su decadencia. En los años siguientes Jaime I de Aragón conquistó Mallorca, Ibiza y el reino de Valencia. Fernando III de Castilla incorporó Extremadura y el valle del Guadalquivir y su hijo, Alfonso X, culminó la conquista de Andalucía y Murcia. A finales del siglo XIII el territorio musulmán se había reducido al reino nazarí de Granada, que finalmente sería conquistado en 1492 por los Reyes Católicos.

Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Formas de Ocupación del Territorio, Modelos de Repoblación y Organización Social

La repoblación, ocupación y puesta en explotación de un territorio, era necesaria para afianzar las conquistas. Los sistemas de repoblación varían entre los siglos VIII y XIII debido, entre otras causas, a que no siempre hubo abundantes efectivos demográficos disponibles y a que en todas las zonas conquistadas no había igual densidad de población islámica. Se pueden distinguir cuatro tipos de repoblación:

  • Repoblación por presura (VIII-X): Presura o aprisio es la ocupación de una tierra ya que, según el derecho romano, quien cultiva un terreno despoblado se convierte en su propietario. Se hizo por iniciativa de grupos de campesinos o de nobles y monasterios en las tierras situadas al norte del Duero y a los pies de los Pirineos, territorios prácticamente despoblados y que no requerían conquista previa. El resultado fue un predominio de la pequeña y mediana propiedad.
  • Repoblación concejil (XI-XII): El crecimiento demográfico de los núcleos cristianos llevó a una fase de expansión. El territorio se dividía en concejos con grandes términos (alfoces), regidos por una ciudad o villa en la que se instalaba un representante real y un grupo de caballeros para su defensa. El rey otorgaba al concejo un fuero o carta puebla (normas municipales). A los nuevos pobladores se les concedía un solar para su casa y tierras de cultivo (con los años serían de su propiedad) y podían disfrutar de los bienes y tierras comunales. A la población musulmana, en general, se le respetaron sus propiedades. Se dio entre el Duero y los Montes de Toledo y en el valle del Ebro. Este sistema generó una propiedad mediana libre y abundantes tierras comunales.
  • Repoblación de órdenes militares (primera mitad del siglo XIII): Se aplicó en el valle del Guadiana (La Mancha y Extremadura), Teruel y norte de Castellón, zonas extensas y poco pobladas, en cuya conquista destacaron las órdenes militares (Alcántara y Santiago en Extremadura y Calatrava en La Mancha). Las tierras se dividieron en encomiendas y a su frente se situaba a un caballero de la orden (comendador). El resultado fue un predominio de latifundios dedicados a la explotación ganadera.
  • Repoblación por repartimientos (segunda mitad del siglo XIII): Se usó en el valle del Guadalquivir y litoral levantino (de Castellón a Murcia). Al ocupar una ciudad y su territorio circundante, los oficiales reales hacían inventario de bienes y se distribuían entre los que habían participado en la conquista de acuerdo a su rango social. El resultado fue la adquisición de grandes latifundios por la nobleza, la Iglesia y las órdenes militares.

Esta estructura de la propiedad se ha mantenido hasta hoy casi sin modificaciones, con el Tajo como divisoria entre la España latifundista del sur y la España de mediana y pequeña propiedad del norte.

Diversidad Cultural en los Reinos Cristianos en la Edad Media: Cristianos, Musulmanes y Judíos

La existencia de mudéjares en los territorios cristianos, de mozárabes en los musulmanes y de judíos en ambos, propició el contacto frecuente y el intercambio de conocimientos entre las tres culturas.

La cultura popular es la primera que prescinde del latín, ya que el pueblo empieza a no entenderlo y utiliza la lengua romance. Del latín vulgar derivan el mozárabe, gallego, leonés, castellano, aragonés y catalán. A fines del siglo XIII quedan bien delimitados tres idiomas en la península: el gallego-portugués, el castellano y el catalán.

La Iglesia (monasterios) asumió el papel de preservar y transmitir la cultura a través de la copia y conservación de libros, aunque la mayoría de ellos eran de carácter religioso. Hasta el siglo XI los únicos centros de enseñanza eran las escuelas monacales. A partir del siglo XII adquirieron importancia las catedrales y surgieron las escuelas catedralicias. En algunas catedrales se crearon también escuelas superiores que enseñaban teología y artes liberales. En el siglo XIII aparecen las universidades o estudios generales, con facultades de artes, derecho, filosofía y medicina.

En diferentes lugares fueron surgiendo centros de traducción del árabe al latín: Tudela, Tarazona, Zaragoza, Barcelona y Toledo. En el siglo XIII Alfonso X el Sabio impulsó el prestigio de Toledo alentando la utilización de lenguas vulgares (gallego y castellano) para la traducción de obras científicas, literarias y filosóficas.

El Camino de Santiago fue otro elemento de difusión cultural: en la primera mitad del siglo IX Alfonso II el Casto ordenó construir una iglesia sobre la supuesta tumba del apóstol Santiago, que se convirtió en símbolo de la cruzada contra el Islam. Venía desde Francia por cuatro rutas distintas que se reducían a dos al llegar a los Pirineos para terminar siendo una sola en Puente la Reina (Navarra). En el siglo XI se fijaron las etapas que formaban la ruta principal de peregrinación, el Camino de Santiago, a lo largo del cual fueron surgiendo nuevas ciudades, albergues, hospitales, iglesias y monasterios. En el siglo XI Santiago de Compostela era el centro de peregrinación más importante de la cristiandad.

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