El Reino Visigodo de Toledo: Transformaciones Administrativas y Monárquicas
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La Iglesia Arriana y la Vigorización del Poder en el Reino Visigodo
La política de Leovigildo se centró en la vigorización de las instituciones, y fundamentalmente de la institución monárquica. Esta política se desarrolló en dos frentes principales:
1. Organización Administrativa
- Se reorganizó la administración territorial, introduciendo la figura del Rector Provinciae.
- Junto a esta institución, se colocó al dux y a los condes, quienes asumieron el control del resto del territorio.
- Este proceso implicó una parcialización del poder, que con el paso del tiempo derivó en una patrimonialización del poder.
- A pesar de ello, la reforma administrativa fue un éxito, ya que permitió un mejor control por parte del rey sobre el Reino Visigodo.
2. Institución Monárquica
Leovigildo también intervino en la propia institución de la monarquía. Su principal objetivo fue intentar que la herencia de la monarquía fuera hereditaria, un objetivo que no lograría consolidar plenamente, como se evidenciaría tras el reinado de Recaredo, donde la monarquía continuaría siendo electiva.
A partir de Leovigildo, se comenzaron a utilizar nuevas manifestaciones simbólicas del poder, como determinada indumentaria que mostrara la autoridad del rey, y se consolidó la capitalidad del reino en Toledo. La unción real también comenzó a ser un elemento distintivo.
El Reinado de Recaredo: Consolidación y Conversión Religiosa
Recaredo heredó de su padre en el 586 un reino con un poder consolidado y centralizado. Su principal empeño fue profundizar en el concepto de integración social. Para ello, tomó la trascendental decisión de convertirse al catolicismo en el 587.
Esta decisión se formalizó y solventó convocando el III Concilio de Toledo en el 589, donde se proclamó el catolicismo como religión oficial del reino. Este proceso de conversión de las élites al catolicismo no estuvo exento de resistencia, y se llevó a cabo mediante compensaciones, privilegios y, sobre todo, donaciones de tierras.
A partir de este momento, comienza una escalada de carácter nobiliario, tanto de laicos como de eclesiásticos, y se observa un proceso más duro de patrimonialización del poder. Vemos así cómo el proceso de pérdida de poder por parte de los reyes se ha ido profundizando.
La Descomposición de la Monarquía Visigoda (Finales del Siglo VI – Inicios del VII)
1. Suintila y Seisenando
El reinado de Suintila se caracterizó por un intento de consolidación del poder central. Sin embargo, su política de confiscación de tierras a la aristocracia agitó a esta última, lo que acabó provocando la deposición de Suintila. Seisenando, por su parte, vio reconocido tácitamente el poder de la aristocracia en el IV Concilio de Toledo.
2. El Paso de Poder de Chindasvinto a Recesvinto
Chindasvinto fue un rey que intentó consolidar el poder de los reyes visigodos, aunque su acceso al trono fue en parte ilegítimo. Este rey confundió el patrimonio propio del rey con el patrimonio común real, terminando por fusionarlos. Chindasvinto intentó crear una confusión entre ambos patrimonios, fusionando el patrimonio privativo de su familia con el patrimonio común real.
Esta situación no fue permitida por sus colegas aristócratas, y la Iglesia también alertó sobre ello. En el 642, Chindasvinto se vio obligado a renunciar al trono, asumiendo el poder su hijo Recesvinto.