Los Reinados de Carlos V y Felipe II: Forjando el Imperio Español

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Carlos V: Legado y Desafíos de un Imperio Global

Carlos I de España y V de Alemania, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, recibió una vasta herencia territorial que sentaría las bases del Imperio Español:

  • De Maximiliano de Austria: Los territorios de Austria.
  • De María de Borgoña: Los Países Bajos y el Franco Condado.
  • De Fernando el Católico: La Corona de Aragón.
  • De Isabel la Católica: La Corona de Castilla.

Política Interior de Carlos V

En el ámbito interno, Carlos V tuvo que hacer frente a importantes rebeliones que desafiaron su autoridad:

La Rebelión de las Comunidades (1520-1521)

A pesar de que Castilla era el principal soporte económico y militar del Imperio Carolino, la presencia de consejeros extranjeros y una mayor preocupación del monarca por sus posesiones en Europa provocaron un movimiento de hostilidad. Las principales ciudades castellanas se sublevaron y establecieron gobiernos comunales. Sin embargo, en 1521, la derrota de los comuneros por parte del rey y la nobleza, que se unió a él en Villalar, puso fin a este levantamiento.

La Rebelión de las Germanías (1519-1523)

En 1519, los gremios de artesanos de Valencia solicitaron al rey permiso para reclutar una milicia (conocida como germanía) con el fin de defenderse de los piratas berberiscos. Desde el principio, este movimiento derivó en un claro conflicto de clases entre burgueses y artesanos contra la nobleza, extendiéndose por el Reino de Valencia y Mallorca.

Política Exterior de Carlos V

En política exterior, los conflictos fueron constantes y numerosos, marcando la hegemonía de los Habsburgo en Europa:

  • Lucha por la Hegemonía en Europa (1519-1544): Enfrentamiento continuo contra Francisco I de Francia por el control de Italia y la supremacía continental.
  • Defensa de la Ortodoxia Católica (1545-1555): La expansión del protestantismo en el Imperio Germánico empujó a Carlos V a luchar contra los príncipes protestantes. En una primera fase, Carlos los sometió (notablemente en la Batalla de Mühlberg), pero después obtuvieron el apoyo francés. Carlos I reconoció, entonces, la coexistencia de ambas religiones mediante la firma de la Paz de Augsburgo en 1555.
  • Defensa de la Cristiandad frente a la Amenaza Turca: La expansión del Imperio Otomano convirtió el Mediterráneo en un escenario de conflicto constante, con Carlos V liderando expediciones para asegurar las costas y rutas comerciales.

Felipe II: El Rey Prudente y la Consolidación del Imperio Español

Carlos I decidió abdicar, legando las posesiones de Austria a su hermano Fernando para liberar a su hijo de esos conflictos. Felipe II no heredó esos territorios, pero tras la muerte del rey de Portugal, recibió esta corona, uniendo así la Península Ibérica bajo una misma corona.

Política Interior de Felipe II

La política interior de Felipe II se apoyó en dos pilares fundamentales: el absolutismo de la monarquía y la intolerancia religiosa.

Intolerancia Religiosa y la Inquisición

Respecto a la intolerancia religiosa, el principal instrumento de control fue la Inquisición. En conclusión, Felipe II siguió la tendencia de los Reyes Católicos de uniformidad religiosa y persecución de la disidencia.

La Rebelión de las Alpujarras (1568-1571)

Un acontecimiento importante fue la Rebelión de las Alpujarras, donde los moriscos representaban más de la mitad de la población de Granada. En 1567, un decreto les prohibió el uso de su lengua vernácula y sus costumbres, lo que provocó un profundo malestar y el estallido de la rebelión en 1568, inicialmente en la ciudad de Granada, pero extendiéndose rápidamente hasta la Sierra de las Alpujarras. Para sofocarla y evitar futuras insurrecciones, se decretó la dispersión de los moriscos por toda Castilla.

Conflicto con Antonio Pérez y Aragón

Durante su reinado, Felipe II trató de fortalecer su autoridad en el Reino de Aragón. Sin embargo, Antonio Pérez, su secretario, desencadenó un enfrentamiento entre el rey y la Justicia de Aragón. Tras descubrir las manipulaciones de Antonio Pérez, el rey lo mandó encarcelar, pero este huyó a Aragón. Tras recurrir a la Inquisición para que lo detuvieran, Felipe II envió un ejército para imponer la justicia, pero Antonio Pérez huyó finalmente a Francia.

Política Exterior de Felipe II

En política exterior, Felipe II hizo frente a numerosos desafíos que consolidaron y, a la vez, desgastaron el Imperio:

  • La Sublevación de los Países Bajos: Este conflicto tuvo lugar debido a que Felipe II consideraba una herejía el protestantismo calvinista que se extendía en la región. La guerra, que se prolongaría por décadas, tuvo sus inicios bajo su reinado y culminaría en 1648 con la independencia de las Provincias Unidas.
  • La Ofensiva contra el Imperio Otomano: Los dominios españoles en Italia obligaban a la Monarquía Hispánica a estar vigilante ante la amenaza turca en el Mediterráneo. Por ello, la Monarquía Hispánica, Venecia y la Santa Sede formaron, en 1570, la Liga Santa, que conformó una flota que se enfrentó a los turcos en las costas griegas de Lepanto, logrando una victoria decisiva que frenó el avance otomano en el Mediterráneo occidental.
  • La Guerra contra Inglaterra: Al ascender al trono Isabel I, la tradicional amistad entre ambos reinos dejó paso a una intensa rivalidad, marcada por el apoyo inglés a los rebeldes flamencos y los ataques de corsarios. En 1588, la Gran Armada, enviada por Felipe II para invadir Inglaterra, fracasó estrepitosamente.

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