El Reinado de Isabel II: Moderantismo, Progresismo y la Unión Liberal (1843-1868)

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El Reinado de Isabel II (1843-1868): Moderantismo, Progresismo y Crisis

La Década Moderada (1844-1854)

Los moderados, liderados por figuras como Narváez, dominaron la escena política durante este período. Su principal objetivo fue estabilizar el país tras las turbulencias del periodo anterior, consolidando un estado liberal centralizado y oligárquico. Se centraron en la creación de instituciones estatales, aunque con un marcado carácter:

  • Centralismo: Concentración del poder en el gobierno central.
  • Carácter censitario y oligárquico: Limitación del derecho al voto a una minoría propietaria.
  • Administración como vínculo del Estado: Fortalecimiento de la burocracia estatal.

Entre sus principales acciones destacan:

  • Configuración de la Administración Central.
  • Transformación de la Universidad, otorgándole un carácter burgués.
  • Firma del Concordato de 1851 con la Iglesia Católica, que buscaba restablecer las relaciones tras las desamortizaciones.
  • Promulgación de la Constitución de 1845, que establecía:
    • Monarquía liberal-doctrinaria.
    • Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey.
    • Iniciativa legislativa compartida.
    • Gobierno con doble confianza (Rey y Cortes).
    • Cortes bicamerales:
      • Senado de designación real.
      • Congreso elegido por sufragio censitario muy restringido, con un importante peso del electorado rural.

La exclusión del poder de los grupos liberales no moderados generó un creciente descontento. El apoyo de la Corona y el ejército a los moderados, junto con la intervención directa de la Reina en asuntos políticos, contribuyó al desprestigio de la institución monárquica. El ejército adquirió un gran protagonismo, convirtiéndose en un elemento clave para el mantenimiento del orden y la autoridad.

Los progresistas, marginados, se limitaron a defender la libertad de imprenta y la restauración de la Milicia Nacional. Tras la revolución de 1848, Narváez reprimió duramente a progresistas, radicales y carlistas, lo que llevó al estallido de la Segunda Guerra Carlista (1846-1849). La división interna de los progresistas tras 1848 propició el surgimiento del Partido Demócrata.

La Crisis del Moderantismo

El gobierno de Narváez, aunque unió a los moderados, no pudo evitar la creciente oposición. El proyecto de reforma constitucional de Bravo Murillo, que pretendía:

  • Fortalecer la burocracia estatal.
  • Someter al Parlamento.
  • Restringir aún más los derechos y libertades.

Este proyecto provocó una fuerte oposición, llevando a su dimisión y a un período de inestabilidad gubernamental, marcado por las injerencias de la Corona y la represión.

El Bienio Progresista y la Unión Liberal (1854-1868)

El Bienio Progresista (1854-1856)

La actitud de la Corona provocó la unión de progresistas, demócratas y moderados "puritanos", que protagonizaron el pronunciamiento de 1854, conocido como la Vicalvarada, liderado por O'Donnell. Poco después, Cánovas del Castillo redactó el Manifiesto de Manzanares, que recogía las demandas de los sublevados. La formación de Juntas revolucionarias marcó el inicio del Bienio Progresista.

El nuevo gobierno se propuso restaurar el orden y abordar reformas políticas y económicas. Se elaboró la Constitución *non nata* de 1856, que establecía:

  • Soberanía nacional.
  • Poder legislativo en manos de las Cortes.

En el ámbito económico, se buscó eliminar las trabas a la libre circulación de personas y capitales. Destacan:

  • La Desamortización de Madoz (1855), que afectó a bienes eclesiásticos y civiles, y cuyos pagos debían realizarse en metálico.
  • La Ley de Ferrocarriles de 1855, que impulsó la construcción de la red ferroviaria y el desarrollo de una banca moderna.

La conflictividad social, causada por el desempleo y la subida de precios, generó huelgas y los primeros signos de un movimiento obrero organizado. El ideario demócrata-republicano comenzó a desplazar al progresista, y surgieron las primeras formulaciones del socialismo.

El Bienio entró en crisis debido a la creciente conflictividad social y política. O'Donnell reprimió las revueltas y decretó el estado de sitio.

La Unión Liberal (1858-1863)

O'Donnell impulsó la Unión Liberal, un partido que buscaba:

  • Aislar a los elementos más reaccionarios del régimen anterior.
  • Evitar los pronunciamientos militares.
  • Estabilizar el régimen liberal con un sufragio censitario y una monarquía constitucional.

La Unión Liberal se convirtió en el partido dominante, manipulando los resultados electorales. Este período coincidió con una etapa de prosperidad económica en España. Se produjo una fusión de las élites burguesas con la aristocracia terrateniente.

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