El Reinado de Isabel II: La Década Moderada y sus Consecuencias Históricas
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El Reinado de Isabel II: La Década Moderada
En noviembre de 1843, la reina Isabel II fue proclamada mayor de edad. Meses más tarde, el general Ramón María Narváez, jefe del Partido Moderado, fue designado presidente e inició el llamado «Gobierno de los Capaces».
La Consolidación del Estado Liberal
Se aprobó la nueva Constitución de 1845, que introdujo significativas restricciones de derechos respecto de la de 1837 al no explicitar principios como la libertad de imprenta, instituciones como la milicia nacional y el jurado, y delimitar el carácter compartido de la soberanía entre el rey y las Cortes. Este texto constitucional fue la estrategia que posibilitó la consolidación del Estado liberal, que se caracterizó por el centralismo, la primacía de los intereses de la oligarquía terrateniente y financiera, y el restablecimiento de las relaciones con la Iglesia.
La monarca, Isabel II, se reservó el poder ejecutivo con capacidad para nombrar o destituir ministros. Se le reconoció iniciativa legislativa y potestad para disolver las Cortes. Estas quedaron integradas por dos Cámaras, sin predominio de ninguna de ellas: el Senado, con miembros elegidos por designación regia y otros por ostentar un cargo público relevante, y el Congreso de los Diputados, con miembros elegidos mediante sufragio censitario. Asimismo, se reconoció el catolicismo como religión de la nación española, con la obligación por parte del Estado de mantener su culto y a sus ministros.
Reformas Administrativas y Legales
La política centralista se plasmó en la reforma de leyes fundamentales y en la estructuración administrativa del Estado. La Ley Municipal dispuso la designación gubernamental de las alcaldías de las ciudades, mientras que la promulgación del Código Penal de 1848 significó el establecimiento de un sistema legal uniforme en todo el territorio.
Se organizó una Administración central para que sirviese de correa de transmisión de las decisiones gubernamentales, con la creación de las siguientes instituciones:
- - Los gobernadores civiles, como representantes del Gobierno en la provincia y con funciones electorales, fiscales y económicas.
- - La Guardia Civil, fundada en 1844, cuerpo estatal dedicado a mantener el orden público, con fines civiles pero con una estructura militar.
- - El Banco de San Fernando, instituido en 1829 y conocido como Banco de España a partir de 1856. Contaba con un gobernador designado por el Gobierno y con sucursales en varias provincias. En 1851 obtuvo el derecho de emisión de moneda.
- - Un sistema unificado de pesos y medidas, con la aplicación del sistema métrico decimal.
Reforma de la Hacienda Real
La reforma de la Hacienda Real introdujo un nuevo sistema impositivo con la creación de dos impuestos fundamentales: la contribución territorial, aplicada de acuerdo con la propiedad individual, principalmente agraria, y el impuesto indirecto de consumos, que gravaba los productos de uso diario. Este tributo motivó numerosas protestas por parte de los sectores sociales humildes.
Para superar la brecha creada por la desamortización de Mendizábal, las relaciones con la Iglesia católica se restablecieron con el Concordato de 1851.
Modernismo y Oligarquía
La política estuvo dominada por una oligarquía unida en la defensa de la propiedad y constituida por terratenientes, grandes fabricantes y alta burguesía comercial y financiera, en la que se integró parte del ejército. La oposición progresista no encontró otra alternativa que los pronunciamientos y el retraimiento electoral.
La Segunda Guerra Carlista se inició en 1846. Su motivo inicial fue la negativa del Gobierno a que la reina Isabel se casara con el pretendiente carlista al trono, llamado Carlos VI por sus seguidores. Finalizó en 1849 con la amnistía a los rebeldes carlistas. Descartado el candidato carlista como esposo de la reina, se acordó su matrimonio endogámico entre los Borbones y, en el mes de octubre de 1846, Isabel II se casó con su primo hermano Francisco de Asís, duque de Cádiz.
El Bienio Progresista
El autoritarismo gubernamental y el descontento social incrementaron la oposición al régimen. En 1854, la acción conjunta de progresistas, sectores moderados avanzados y demócratas consiguió un cambio en la orientación política del Gobierno de España. Los factores que influyeron fueron estos:
- - El Manifiesto de Manzanares, elaborado por el joven Antonio Cánovas del Castillo. En él, el moderantismo puritano pidió el cese de la camarilla que rodeaba a la reina, la rebaja de impuestos y nuevas leyes electorales y de imprenta.
- - Las Jornadas de julio, en las que se constituyeron Juntas Revolucionarias en ciudades como Barcelona, Valencia y Zaragoza, e incluso se alzaron barricadas en Madrid.
- - La «vicalvarada», pronunciamiento del general Leopoldo O'Donnell en Vicálvaro (Madrid).
Las elecciones de noviembre de 1854 permitieron la llegada a las Cortes de una mayoría progresista. El general Espartero fue nombrado nuevamente presidente y su Gobierno amplió las libertades políticas y la participación electoral y promovió la actividad económica con la Ley General de Ferrocarriles de 1855, la desamortización de Madoz y la aprobación de la Ley de Sociedades Anónimas de Crédito, que posibilitó la ampliación de los negocios.
La desamortización emprendida por Pascual Madoz en 1855 afectó al patrimonio de las comunidades religiosas que no habían sido desamortizadas con Mendizábal y al clero secular, así como a las propiedades del Estado y de los ayuntamientos. Los municipios perdieron la totalidad o gran parte de sus bienes comunales y de propios. Los ingresos obtenidos por el Estado con este proceso desamortizador fueron muy superiores a los ingresos que se consiguieron con el puesto en marcha en 1836.
Consecuencias del Proceso Desamortizador
El proceso desamortizador tuvo importantes consecuencias:
- - El Estado convirtió el patrimonio amortizado de la Iglesia y los ayuntamientos en bienes nacionales, lo que afectó a una gran cantidad de propiedades rústicas y urbanas.
- - Permitió el incremento de las superficies cultivables, lo que se tradujo en una mayor producción agrícola. Por el contrario, se redujeron las áreas de pastos y bosques de los Ayuntamientos al ser roturados, perjudicando a la ganadería y favoreciendo la deforestación.
- - No creó una clase propietaria de pequeñas tierras y consolidó la estructura de la propiedad de la tierra preexistente, excepto en zonas del norte y este de España. Aumentaron el número y la extensión de los latifundios (grandes propiedades agrícolas, generalmente superiores en extensión a 250 Ha; las de menor tamaño se denominan minifundios) y, en general, muchas familias campesinas perdieron el acceso a los pastos y bosques que integraban el patrimonio de comunales y propios de sus municipios, por lo que vieron mermados sus medios de subsistencia.
- - Transformó la fisonomía de las ciudades, ya que la privatización de los bienes conventuales y municipales posibilitó cambios urbanísticos, ensanches y la aparición de nuevos edificios públicos. La demolición de estos monumentos significó una pérdida de patrimonio artístico de gran magnitud.
- - Modificó las relaciones laborales en el medio rural, ya que aumentó el número de familias campesinas que se convirtieron en mano de obra jornalera, caracterizada por sus precarias condiciones de trabajo. Estas personas protagonizaron los principales conflictos sociales en el campo en los años siguientes.
Los progresistas elaboraron la Constitución de 1856, conocida como non nata, ya que nunca llegó a estar en vigor.
La permanencia de los progresistas en el poder fue efímera. En 1856, Espartero fue sustituido por Leopoldo O'Donnell, quien restableció la Constitución de 1845. Con el regreso de Narváez al Gobierno, la legislación se modificó en un sentido más conservador.
La Última Fase del Reinado de Isabel II
Unionismo y Moderatismo: Estabilidad y Descontento
La última etapa del reinado de Isabel II (1856-1868) conoció la alternancia en el Gobierno de la Unión Liberal, partido creado por el general O'Donnell, y el Partido Moderado, dirigido por Narváez.
La Unión Liberal fue un partido liberal de centro en el que, siguiendo la tónica del moderantismo y el progresismo, el sector militar tuvo una especial relevancia. Sus iniciativas de gobierno se centraron en los aspectos económicos y administrativos y en la política exterior.
Esta etapa política coincidió con el ciclo económico expansivo que se desarrolló en Europa hasta 1866. Hubo un fuerte crecimiento económico protagonizado por el auge de los bancos, la inauguración de vías férreas, la inversión de capital extranjero y la especulación inmobiliaria. En 1857 se aprobó la Ley Moyano de Instrucción Pública, que constituyó la primera norma reguladora de los estudios no universitarios en España.
Con el paso de los años, la oposición se fortaleció debido a la falta de participación política fuera del Partido Moderado y la Unión Liberal. Como respuesta, el Gobierno intensificó su represión.
En junio de 1866 se produjo el motín de los sargentos del cuartel madrileño de San Gil, en demanda de un cambio de régimen. El general Serrano acabó con la rebelión y sus responsables fueron fusilados. De forma paralela, las sublevaciones agrarias como la de Loja ponían de manifiesto que el grave problema social y político estaba lejos de resolverse, a pesar del crecimiento económico y la estabilidad política impuesta.
La Política Exterior
En este periodo se desarrolló una activa política exterior, a la búsqueda de prestigio en el contexto internacional. La política exterior entre 1856 y 1860 incluyó:
- - Intervención en la guerra de África. Marruecos pidió la paz y la contienda concluyó sin más pretensiones que consolidar la presencia española en Ceuta y Melilla.
- - Participación en la expedición a México en apoyo de las pretensiones de Napoleón II de instalar allí un imperio presidido por Maximiliano de Habsburgo. La expedición española desembarcó en Veracruz, pero al contar con poco apoyo popular, el general Prim se retiró al poco tiempo.
- - Intervención en la Conchinchina.
La Crisis Final
El sistema isabelino entró en una crisis generalizada a mediados de la década de los años sesenta provocada por diferentes causas:
- Factores económicos: la crisis europea de 1866 afectó a España con la quiebra de bancos, empresas de ferrocarriles e industrias siderúrgicas y textiles por la carencia de algodón debida a la guerra de Secesión estadounidense. Así se puso fin al período de crecimiento económico y se incrementó el malestar social, que tuvo su reflejo en la política.
- Factores políticos: a la escasa representatividad del régimen político se unió la acción represiva de los Gobiernos, que apartaron a los progresistas del régimen y provocaron la retirada de la Unión Liberal de la alternancia. El súbito enriquecimiento de las clases dirigentes con la Bolsa o el ferrocarril y la presencia de camarillas de influencia en torno a la reina generaron críticas entre el pueblo y la oposición política.
Por todo ello, la oposición constituyó en agosto de 1866 el Pacto de Ostende, suscrito por progresistas, demócratas y unionistas, en el que se comprometían a derribar al régimen isabelino y a convocar una Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal masculino. Solo el Partido Moderado se mantuvo fiel a la reina.