El Reinado de Alfonso XIII: Crisis, Regeneracionismo y el Desastre de Annual en la España de la Restauración
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El Reinado de Alfonso XIII: Regeneracionismo, Crisis y el Desastre de Annual
El reinado de Alfonso XIII (1902-1931) coincidió con la profunda crisis del sistema de la Restauración. Durante este periodo, triunfó una corriente de pensamiento, el Regeneracionismo, que proponía un profundo examen de los problemas de España y sus posibles soluciones. Los partidos Conservador y Liberal trataron de modernizar la ideología de sus propias formaciones políticas.
El 17 de mayo de 1902, Alfonso XIII fue declarado mayor de edad y comenzó su reinado personal. Fue un rey que, en ocasiones, sobrepasó los límites que marcaba la Constitución, lo que le hizo responsable de algunas de las crisis internas del sistema. Una serie de problemas estructurales que la Restauración no supo solucionar fueron:
- La separación entre la España oficial y la real.
- El problema de Marruecos.
- El militarismo.
Periodos del Reinado de Alfonso XIII
A) 1902-1913: La etapa de los gobiernos regeneracionistas
En esta primera fase, la inestabilidad política fue notable. En el Partido Conservador destacaron figuras como Silvela y Maura; en el Partido Liberal, Montero Ríos, Moret y Canalejas. En 1902, Silvela fue nombrado presidente; en 1904, Moret; y en 1907, Maura. El gobierno de Maura cayó en 1909 a raíz de la Semana Trágica de Barcelona. Durante este periodo, se aprobaron leyes importantes, como la Ley de Administración Local. En 1910, Canalejas se hizo cargo del gobierno tras la victoria liberal en las elecciones. Canalejas presentó un proyecto de servicio militar obligatorio y suprimió el impuesto de consumos.
B) 1913-1917: La Gran Guerra y la fragmentación política
En 1913, Eduardo Dato fue nombrado presidente, lo que provocó una división en el Partido Conservador. En el Partido Liberal también se produjeron divisiones internas. El hecho más destacado de este periodo fue la aprobación de la Mancomunidad de Cataluña.
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) supuso un impacto significativo en la vida política y económica española. A partir de 1915, la economía española se vio favorecida gracias a la neutralidad del país, aunque también generó tensiones sociales.
En 1917 se produjo una profunda crisis, manifestada en tres vertientes principales:
- Crisis Militar: El gobierno se vio obligado a legalizar las Juntas de Defensa ante la amenaza de un golpe de Estado.
- Crisis Política: Provocada por la incapacidad del sistema para integrar a la España real en la España oficial. Eduardo Dato, con mayoría, gobernaba por decreto.
- Crisis Social: Una huelga ferroviaria a nivel nacional fracasó. Este y otros movimientos de protesta demostraron que cada grupo defendía sus propios intereses, evidenciando la polarización social.
C) 1917-1923: El fin de la Restauración y el desastre de Annual
En esta última etapa, se formaron gobiernos de salvación nacional y se estableció un programa para reformar la Constitución. En Barcelona se produjo la conocida como Guerra Social, un conflicto entre las organizaciones obreras y la patronal.
Un problema central de la crisis de la Restauración fue el de Marruecos. Tras la pérdida de las últimas colonias en América y Filipinas, España centró sus esfuerzos coloniales en África. Tras la Primera Guerra Mundial, España finalizó la ocupación de la parte del territorio que le había correspondido en la Conferencia de Algeciras (1906), ocupando las zonas oriental y occidental.
Otro hecho trascendental fue el Desastre de Annual. En junio de 1921, las tropas rifeñas atacaron el puesto español de Annual, lo que provocó la huida desorganizada del ejército español hacia Melilla y una derrota humillante. Este suceso supuso la derrota del ejército español ante las tropas, numéricamente inferiores, de Abd el-Krim.
Se creó una comisión investigadora que elaboró el Informe Picasso, en el que se señalaba la responsabilidad de los políticos y militares. Sin embargo, esta comisión vio interrumpida su labor por el golpe de Estado del general Primo de Rivera en septiembre de 1923.
Las consecuencias de esta inestabilidad fueron irreversibles: los líderes de los partidos políticos mantenían opiniones contrarias entre sí, y la incapacidad del sistema para encontrar soluciones allanó el camino para la dictadura como una supuesta solución a la crisis.