El Régimen Franquista: Orígenes, Características y Legado

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El Régimen Franquista: Características, Pilares y Soportes

La victoria del General Franco en la Guerra Civil Española conllevó la imposición de una dictadura que duró casi cuarenta años, desde abril de 1939 hasta la muerte del Caudillo en noviembre de 1975. Este régimen desmanteló la obra republicana y persiguió a sus opositores. La Dictadura de Franco presentó las siguientes características:

  • Concentración de poderes en la persona de Franco (Caudillo)

    La Dictadura tuvo un carácter personalista basada en el poder ilimitado de Franco, quien concentraba todos los poderes: Jefe del Estado, Jefe del Gobierno, Generalísimo de los Ejércitos y jefe del partido único. Se mitificó su figura y fue objeto, por parte de los españoles, de admiración y de culto.

  • Totalitarismo de inspiración fascista

    El Estado franquista tuvo un carácter totalitario (régimen político donde el Estado ejerce en la sociedad un poder «total» sin divisiones, donde no hay libertad ciudadana o está muy limitada: prohibición partidos políticos, supresión libertades democráticas, etc.), a la manera de los estados fascistas; pero a partir de finales de la Segunda Guerra Mundial, el régimen tuvo que adaptarse al nuevo contexto internacional y evolucionó hacia el autoritarismo, sin dejar nunca el carácter dictatorial.

  • Carácter unitario y centralista del Estado

    Durante la dictadura se abolieron los estatutos de autonomía del período republicano y se marginaron las lenguas y las culturas diferentes a la castellana.

  • Represión institucionalizada

    Una forma de mantener el poder fue ejerciendo una represión sistematizada e institucionalizada contra cualquier opositor al régimen.


En la instauración y consolidación del régimen contribuyeron tres instituciones fundamentales: el Ejército, el partido único y la Iglesia Católica.

  • El Ejército: fue fiel al Generalísimo y constituyó la verdadera columna vertebral del régimen. Además, se convirtió en el instrumento de represión política y sus miembros participaron activamente en el poder, algunos de ellos se convirtieron en ministros.
  • FET y de las JONS: se convirtió en el partido único y encuadró a los franquistas más activos, algunos de sus miembros también ocuparon cargos en el gobierno. Las ideas de Falange fueron clave en la formación del régimen, se incorporaron al régimen insignias clave de esta organización fascista: el Cara al Sol (himno de la Falange) que se cantaba en las escuelas, el Jou y las Flechas, que adornaba pueblos.
  • La Sección Femenina: encargada de formar a niñas y jóvenes en el espíritu cristiano y nacionalsindicalista y convertirlas en buenas madres y esposas. Esta organización, que se basaba en la preparación de las mujeres en el mundo del hogar, fue encabezada por Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera.
  • El Sindicato Universitario Español: organización que encuadraba a los estudiantes universitarios durante el régimen y que se encargaba de adoctrinar a los jóvenes según el programa del Movimiento Nacional.
  • La Organización Sindical Española: Sindicato único y vertical controlado por FET y de las JONNS al que de forma obligatoria debían afiliarse obreros y patrones.

Por último, otro pilar del régimen fue la Iglesia Católica, la cual justificó desde el primer momento la dictadura militar. Como contrapartida, el Estado franquista tuvo un carácter confesional y todas las instituciones se vieron repletas de simbología católica. Dentro de este apartado, es necesario hacer referencia a las diferentes tendencias ideológicas que existieron dentro del partido único, el Movimiento Nacional: falangistas, carlistas, monárquicos alfonsinos y conservadores (derecha católica). Estas tendencias ideológicas siempre rivalizaron entre sí por tener el máximo poder e influencia. Franco aprovechó estas desavenencias para convertirse en árbitro del poder y mantener un equilibrio entre ellas por no poner en peligro su liderazgo.


Exilio, Represión y Oposición al Franquismo

Tras la Guerra civil Española, los vencidos se vieron abocados al exilio o la represión. En cuanto al exilio, al final del conflicto, se produjo un gran éxodo de españoles para evitar las represalias franquistas. 500.000 españoles huyeron a Francia, muchos de ellos fueron conducidos a campos de refugiados o concentración en playas del sur del país. Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, Franco indultó a los exiliados sin delitos de sangre y casi la mitad regresaron a España. Otros, continuaron en el exilio, algunos de ellos se unieron a la resistencia francesa para luchar contra el fascismo, algunos de ellos terminaron encarcelados en los campos de exterminio donde murieron cerca de 10.000 españoles.

En cuanto a la represión, los vencedores planificaron una política de represalias muy severa que no sólo pretendía castigar a los vencidos sino que el castigo fuera ejemplar para prevenir y evitar cualquier oposición al régimen. Así, se institucionalizó la represión a partir de dos leyes: la Ley de Responsabilidades Políticas (1939). Con la que se llevó a cabo una depuración total de aquellas personas que habían colaborado de una u otra forma con la República y, por ello, la ley se aplicó de forma retroactiva desde 1934. La otra, va ser la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería (1940) que implicó el encarcelamiento de aquellos que eran acusados de defender ideas contrarias a la religión, la patria o las instituciones franquistas. El brazo de la represión fue el Ejército el que se encargó de practicar torturas y poner en práctica la justicia militar a partir de consejos de guerra aquellas personas acusadas de ser enemigas del régimen. Las consecuencias de la represión franquista de posguerra fueron múltiples: hubo 50.000 ejecutados durante la posguerra, muchos de los represaliados terminaron en campos de concentración para los prisioneros políticos, se crearon los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores (1940), integrados por reclutas potencialmente peligrosos para el régimen que fue sometido a trabajos forzosos, etc.


Cuando terminó la guerra, algunos ex combatientes republicanos, principalmente anarquistas y comunistas, no se resignaron a perder, se escondieron con el armamento e iniciaron actividades de guerrilla. Los miembros de esta resistencia armada fueron conocidos con el nombre de maquis, los cuales entraban en España desde Francia y actuaban principalmente en zonas rurales y de montaña.

En el contexto del fin de la Segunda Guerra Mundial y frente a la inminente caída del nazismo, algunas organizaciones opositoras al franquismo promovieron un intento de alzamiento armado. La acción más importante fue la invasión del Valle de Arán, dirigida por Partido Comunista de España (PCE), en octubre de 1944, la cual ocupó todo el Valle menos Vieja durante 10 días. La actividad guerrillera más intensa tuvo lugar entre 1945 y 1947, pero algunos grupos perduraron hasta principios de 1960. Las fuerzas del orden público, amparadas por la Ley de Represión del Bandidaje y el Terrorismo (1947), reprimieron esta actividad guerrillera.

También se desarrolló un importante movimiento estudiantil que se oponía al Sindicato Español Universitario (SEO) y que exigía libertades políticas y una reforma universitaria. Las manifestaciones más significativas tuvieron lugar en las universidades de Madrid (1956) y Barcelona (1957). Cabe decir que después de la Segunda Guerra Mundial, también se publicó el Manifiesto de Lausana (1945) de Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII, criticaba al franquismo y pedía la restauración de la monarquía.


Liberalización Económica y Planes de Desarrollo

En 1957 la economía española estuvo cerca de quebrar (colapso económico). Ésta crisis económica junto con las presiones internacionales obligaron a Franco a remodelar el gobierno ese mismo año con la incorporación de destacados miembros del OPUS DEI como ministros. A partir de estos momentos, el nuevo gobierno de Franco tuvo que adoptar medidas para modernizar la economía española, que facilitaron el ingreso de España en las organizaciones internacionales como el Organización de Cooperación Económica Europea (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La nueva orientación económica quedó plasmada en el Plan de Estabilización (1959), que implicaba poner fin a la economía autárquica e iniciar la liberalización económica en España, introduciendo así la economía de mercado y poniendo fin al dirigismo político de la economía. Los objetivos prioritarios del Plan eran la consecución de la estabilización económica y del equilibrio en la balanza comercial y la integración de la economía española en el capitalismo europeo.

Las principales medidas tuvieron un carácter fiscal y comercial. A nivel fiscal, se limitaron los créditos, se redujo el gasto público, aumentaron los impuestos, se congelaron los salarios y se rebajó la tasa de inflación. En cuanto a las medidas comerciales, se favorecieron las inversiones extranjeras y las importaciones de mercancías. A continuación, el gobierno franquista introdujo los Planes de desarrollo económico y social de 1962 de manos del ministro López Rodó (OPUS DEI) quien pasó a encabezar la Comisaría del Plan de Desarrollo. Se trataba de una planificación que tenía como objetivo impulsar la actividad del sector público y orientar a la del privado, con el fin de superar las deficiencias estructurales de la economía española y favorecer las zonas menos industrializadas a partir de los pulso de desarrollo.

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