Reformas Borbónicas en España: Centralización y Decretos de Nueva Planta
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La Llegada de los Borbones y la Transformación de España
Con la llegada de los Borbones, a manos de Felipe V, se van a producir una serie de cambios en el sistema político, en la forma de gobierno y en la política exterior.
La Instauración de la Monarquía Absoluta
La nueva filosofía de gobierno se basa en la idea de construir una monarquía absoluta. Esta forma de gobierno se centraliza en personas como los principales colaboradores, los Secretarios de Despacho, y el rey. Además, se extiende de forma uniforme en todo el territorio, es decir, mismas leyes e instituciones para todos. La monarquía absoluta otorga su poder al rey; de él emanarán leyes que estarán respaldadas por la Iglesia (debido al origen divino de su poder). Un ejemplo de modelo absolutista lo traslada Felipe V a España, cambiando de esta forma el antiguo modelo de los Austrias.
La Guerra de Sucesión y los Decretos de Nueva Planta
Esta nueva estructura de Estado se produce en un contexto de guerra: la Guerra de Sucesión Española. Como consecuencia de esta, se establecen los llamados Decretos de Nueva Planta, promulgados por el rey vencedor, Felipe V. Estos dictámenes fueron de vital importancia a la hora de configurar el nuevo gobierno; suprimieron las leyes e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Mallorca y el Principado de Cataluña) que se habían decantado por el archiduque Carlos. De esta forma, unifican la Nueva Planta bajo la mencionada monarquía absoluta.
Características de los Decretos de Nueva Planta
Los Decretos de Nueva Planta son un conjunto de decretos promulgados entre 1707 y 1716 por el rey Borbón Felipe V, vencedor de la Guerra de Sucesión Española. Estos dictámenes suprimen las leyes e instituciones de los reinos de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Mallorca y el Principado de Cataluña) debido a su inclinación hacia el archiduque Carlos.
Centralización del Poder y el Papel de Castilla
Los decretos ponen fin a la estructura monárquica de los Austrias (polisidonial). A continuación, se unifica y centraliza la organización política, administrativa y jurídica de Castilla para todo el territorio (con la excepción de Navarra y las provincias vascas). Castilla se convierte en el portavoz principal debido a que, cuando Felipe V abolió todas las instituciones de la Corona de Aragón, supo mantener el Consejo de Castilla. Este quedó como órgano esencial de gobierno, ya que, además de contar con funciones legislativas, consultivas y judiciales, actuaba como Tribunal Supremo de Justicia.
Cambios Sociales y Administrativos
Una vez en marcha, se potencia la figura del rey como fuente suprema de poder y la idea de monarquía absoluta como forma de gobierno. Es a partir de aquí cuando se empiezan a manifestar los diferentes cambios:
- Desaparecen los reinos y aparecen las provincias.
- Se aplica una única lengua, el castellano.
- Los cargos públicos están abiertos a todo el mundo; ya no solo los desempeñarán individuos privilegiados.
Reformas en la Administración Territorial
Unido a los Decretos de Nueva Planta promulgados por Felipe V, se van a producir una serie de cambios en la administración territorial.
Organización Provincial
A nivel provincial, los Borbones intentaron racionalizar el territorio (eliminaron virreinatos y crearon demarcaciones provinciales). A finales del siglo XVIII, España cuenta con cuatro territorios forales, 21 provincias y 3 reinos. Algunos Secretarios, como Floridablanca, intentaron modificar esa división, pero siempre había impedimentos de por medio.
Capitanes Generales e Intendentes
Cada provincia era liderada por un Capitán General con funciones militares y administrativas, que presidía las Reales Audiencias (unificaban la legislación para todos). Esto forma parte del proceso de militarización y del control resultante de la Guerra de Sucesión (más acentuado en Aragón que en el resto de España). Se creó la figura del intendente; dependían del rey y su misión era recaudar impuestos y dinamizar la economía, controlar las autoridades locales, confeccionar mapas, etc.