La Reforma Agraria de 1932: Clave en la Segunda República Española

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Contexto del Documento sobre las Causas de la Guerra Civil Española

El texto a comentar, publicado en 1939 en Collonges-sous-Salève, aborda las causas de la Guerra Civil Española. Su naturaleza es principalmente política, al tratarse de un proyecto reformista impulsado durante la Segunda República. Se podría añadir que también es histórico-circunstancial, ya que narra los hechos que acontecían en la época en que España iniciaba sus reformas agrarias.

El autor es Manuel Azaña, quien fue jefe del gobierno de izquierdas entre 1931 y 1933 y, posteriormente, presidente de la República en 1936 con la llegada del Frente Popular al poder.

El contexto histórico principal que se desarrolla en el texto es el Bienio Reformista (1931-1933), periodo durante el cual se implementó la Reforma Agraria de 1932. Sin embargo, es importante destacar que el documento fue escrito en 1939, al final de la Guerra Civil, cuando Manuel Azaña se encontraba en el exilio. En el contexto internacional, este periodo se sitúa en la época de entreguerras.

La Reforma Agraria de 1932: Idea Principal

La idea central del texto es la Reforma Agraria de 1932. Con la llegada de la Segunda República y bajo el gobierno de izquierdas, se intentó abordar las precarias condiciones de vida de los campesinos y modificar la desigual estructura de la propiedad de la tierra, caracterizada por el predominio de latifundios y minifundios.

Objetivos y Medidas de la Reforma Agraria

La reforma de la agricultura fue el proyecto de mayor envergadura del Bienio Reformista. Sus principales objetivos eran:

  • Poner fin al predominio del latifundio, especialmente en el centro y sur de España.
  • Mejorar las condiciones de vida de los campesinos pobres (jornaleros, arrendatarios, pequeños parceleros).

Esta reforma era esencial, teniendo en cuenta el papel que desempeñaba la agricultura en la economía española. En 1931, de una población activa de 8,5 millones, aproximadamente la mitad trabajaba en la agricultura, incluyendo 2 millones de jornaleros y pequeños arrendatarios.

Se implementaron una serie de decretos iniciales para proteger a los campesinos:

  • Prohibición de rescindir los contratos de arrendamiento.
  • Establecimiento de la jornada laboral de 8 horas en el campo.
  • Fijación de salarios mínimos.
  • Obligación de los propietarios de poner en cultivo las tierras aptas.

La Ley de Reforma Agraria de 1932

La medida fundamental fue la Ley de Bases de la Reforma Agraria, aprobada por las Cortes en septiembre de 1932. Su objetivo era la modernización de la agricultura española. La ley permitía:

  • La expropiación sin indemnización de las tierras pertenecientes a una parte de la nobleza (los Grandes de España).
  • La expropiación con indemnización de otras tierras, como las cultivadas deficientemente, las arrendadas sistemáticamente o las situadas en zonas de regadío que no hubieran sido regadas por sus dueños.

La aplicación de esta ley se encomendó al Instituto de la Reforma Agraria (IRA). Este organismo contaba con un presupuesto anual para indemnizar a los propietarios expropiados (excepto a la nobleza) y se encargaba de facilitar los asentamientos de familias campesinas en las tierras expropiadas.

Resultados y Conclusiones

Los resultados iniciales de la reforma fueron escasos. Se expropiaron muchas menos hectáreas de las previstas y el ritmo de asentamiento de campesinos fue muy lento, generando frustración entre el campesinado.

Finalmente, cabe destacar que en España nunca se llegó a completar una reforma agraria profunda y efectiva debido a factores como:

  • Los constantes cambios de gobierno durante la Segunda República.
  • La fuerte oposición de los grandes propietarios y sectores conservadores.
  • Las tensiones y conflictos ideológicos de la época.
  • El estallido de la Guerra Civil en 1936, que truncó el proceso reformista.

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