Reflexiones sobre una Relación Pasada

Enviado por esmersy gutierrez y clasificado en Lengua y literatura

Escrito el en español con un tamaño de 4,54 KB

Hola, Andrés:

Sinceramente, no sé cómo empezar a contarte cómo me siento ahora, en realidad.

Te puse "mi Amorsote" porque en realidad eres mi gran amor, no sé si yo lo fui para ti... pero con lo que me has demostrado, creo que no.

Tu gran defecto: no hablar, no expresarte y hablar de frente con la realidad, con la verdad. Pero yo hoy prefiero la verdad, como te dije algún día, prefiero caer y no seguir guiando.

Mis grandes preguntas, a las cuales nunca tuve respuesta:

  • ¿Tan mala mujer fui para ti?
  • ¿Tan poca cosa soy, para que no me valoraras, para que no me dieras mi puesto? ¿Tan mala fui?, porque hasta de minimizarme ante ti fui capaz por ese gran amor que te tengo.

"Lo que mal empieza mal acaba". Y desde el primer día que estuvimos juntos, yo pensaba que te ibas a quedar en casa a pasar la noche juntos y me dijiste que no... Desde ahí me dije: "No, esto no era como yo pensaba". Y así pasaron los días y las semanas, y ya no te insistí más en que te quedaras conmigo, pues me di cuenta de que nunca fue tu intención, porque tu intención conmigo era pasar el momento, tener el momento de intimidad. O sea, tú de vez en cuando... Ese fue el valor que tú me diste a mí.

El tiempo me dio la razón, poco a poco me fuiste sacando el cuerpo, ya no era una semana, después cada 15 días, y hasta un mes. Ya no contestabas el teléfono (me decías "lo tenía tu hija"), que si tu hermana. Siempre una excusa, siempre había algo más importante que hacer para ti, y cuando comencé a preguntarte y a exigirte más tiempo para mí, tu respuesta fue que querías estar libre para hacer lo que te gustaba sin presiones. ¿Cuándo lo único que te exigí fue más tiempo para nosotros? Todavía recuerdo la última conversación por teléfono, me gritaste y hasta me faltaste el respeto diciendo que "callada me veía mejor", que después hablaríamos en persona.

Desapareciste, no supe más de ti, nunca me diste la cara; explicarme qué te había pasado. Fuiste tan cobarde, que dejaste que la vida me dijera lo que tú nunca me dijiste.

Dos meses después, en enero, cuando me escribiste que estabas en Colombia, porque ni un adiós.

Pregunto: ¿yo me merecía tu abandono, tu silencio?

¿Te has preguntado qué fue de mí todo ese tiempo que no supiste de mi vida?, ¿te preguntaste si estaba bien o mal? Pues te cuento: mal, entre el riñón, la glucemia, se sumó un cuadro depresivo, encerrada en mi casa, llorando como una estúpida, porque no podía creer que mi Toyo me hubiese hecho eso, no podía creer que la persona en la que yo volví a confiar (porque confiaba en ti ciegamente) me hubiese abandonado de esta manera... Me costó mucho superar esto.

Gracias a la ayuda profesional de la psicóloga de Juan y dos terapias con la psicoterapeuta (la misma que me dijo que te disfrutara, ¿te recuerda?), logré superar todo lo que estaba pasando; ahora, me doy cuenta de muchas cosas, lo equivocada que estaba, que nunca te importé.

Porque cuando te dije que me equivoqué, era porque lo que pasó, yo también tuve gran culpa, porque yo, Esmersy Gutiérrez, permití que me usaras como el trapo viejo que tomabas y botabas cuando te daba la gana, yo permití esta mala relación, yo permití esta situación contigo y la respuesta tú mismo me la diste... Yo debí poner las cartas sobre la mesa, de lo que yo quería que fuera esta relación y claro, como nunca hablamos de eso, porque no quería que me malinterpretaras, para ti era más fácil pasar el momento conmigo, cuando yo buscaba una pareja, un amigo, un compañero, alguien en quien confiar mis ideas, vida, mis proyectos, y hasta ahora me doy cuenta, que tú estabas en otra cosa y no precisamente "yo".

Cómo me duele todo esto, amor... Te quiero tanto, te extraño, nunca me voy a arrepentir de decírtelo y de sentir esto por ti... Nunca me voy a arrepentir de esos momentos que pasé contigo, porque los disfruté y viví intensamente, pero todo tiene un límite.

No sé si en verdad me tomaste cariño, porque en verdad no lo sé, es tanta tu indiferencia hacia mí.

Entradas relacionadas: