Reflexiones sobre la Imagen: Exposición, Percepción y Significado en la Fotografía
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La Dualidad de la Exposición en la Imagen según Didi-Huberman
Didi-Huberman, en su obra, plantea una reflexión crucial sobre la exposición de los pueblos y, por extensión, de las imágenes. Los pueblos, argumenta, están en constante riesgo de desaparecer debido a dos fenómenos opuestos:
- Subexposición: Ocultamiento, censura, falta de visibilidad. Permanecer en la sombra impide el reconocimiento y la comprensión.
- Sobreexposición: Exhibición excesiva, reiteración de estereotipos, saturación visual. La demasiada luz, paradójicamente, ciega.
Ambas condiciones, aunque contrarias, conducen al mismo resultado: la desaparición simbólica. La sobreexposición a través de imágenes estereotipadas es tan perjudicial como la falta de representación.
La Fotografía como Alucinación Temporal: La Perspectiva de Roland Barthes
Roland Barthes, en La cámara lúcida, define la fotografía como una forma particular de "alucinación". Es falsa en términos de percepción sensorial inmediata, pero verdadera en cuanto a su anclaje en el tiempo. La fotografía captura un instante que existió, una realidad pasada que se hace presente.
Barthes introduce conceptos clave para entender la experiencia fotográfica:
- Spectator: El observador de la imagen fotográfica.
- Studium: El contexto general de la fotografía, el escenario, la información cultural e histórica que la rodea. Es un campo de interés general, a menudo desapasionado.
- Punctum: El detalle que "punza", que hiere o conmueve al espectador. Es un elemento fortuito, un azar que resuena de manera personal y subjetiva.
Barthes destaca la "distorsión inconcebible" de la mirada fotográfica: la capacidad de mirar sin necesariamente ver. La fotografía separa la atención (el acto de mirar) de la percepción (la comprensión profunda). Advierte sobre el peligro de la fotografía cuando se la dota de funciones superficiales: informar, representar, sorprender, sin una verdadera conexión con el espectador.
La Imagen Ardiente y la Mirada Crítica: Didi-Huberman
Didi-Huberman, en La imagen arde, explora la capacidad hipnótica del fuego y, metafóricamente, de la imagen. La imagen "arde" no solo por lo que muestra, sino por cómo afecta al espectador. La reflexión se centra en la recepción de las imágenes, en su impacto emocional y cognitivo.
"Saber mirar una imagen", según Didi-Huberman, implica ser capaz de discernir dónde "arde" la imagen, dónde reside su "signo secreto", su crisis latente, su síntoma. Es buscar más allá de la belleza superficial, en las "cenizas no enfriadas" de la experiencia.
La imagen "quema" en un doble sentido:
- A) Puede causar un impacto emocional en el espectador.
- B) Puede revelar algo oculto, algo que "quema" porque confronta o incomoda.
La imagen, dotada de autonomía, atraviesa al sujeto. Sin embargo, a menudo evitamos esa confrontación, ese "algo" que la imagen propone. En ese evitar, la imagen "se quema", se pierde su potencial transformador.
La Imagen Fotográfica según Santos Zunzunegui
Santos Zunzunegui define la imagen como un "soporte de la comunicación visual" que materializa un fragmento del universo perceptivo y lo prolonga en el tiempo. Distingue entre:
- La imagen fija: Implica una pérdida de cualidades sensoriales (textura, degradaciones cromáticas). En fotografía, es la "cristalización de un instante", la captura de un momento para hacerlo eterno. Se caracteriza por eliminar la información no visual y reducir la tridimensionalidad a dos dimensiones.
- La imagen en movimiento: Se concibe como un "bloque espacio-temporal", donde el tiempo y el movimiento son inherentes a la imagen misma.