Reflexiones Ético-Políticas de Hobbes, Locke y Rousseau: Estado, Naturaleza y Sociedad

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Reflexiones Ético-Políticas en la Edad Moderna

La Crisis de los Siglos XVII y XVIII: Hobbes, Locke y Rousseau

La crisis general de los siglos XVII y XVIII favoreció un cambio de mentalidad que condujo a importantes reflexiones en los ámbitos de la ética y de la política. A continuación, se presentan las ideas principales de tres autores clave de este periodo:

  • Thomas Hobbes (1588-1679): Para Hobbes, la naturaleza humana se caracteriza por el deseo de poder y fama, el egoísmo, la competencia constante y la desconfianza entre los seres humanos. El hombre en estado natural carece de moralidad, lo que genera violencia y una guerra de todos contra todos. En el estado de naturaleza, el hombre es un lobo para el hombre (homo homini lupus), puesto que no hay leyes, no hay ética, no hay moralidad. De ahí que Hobbes defienda la necesidad del Estado y la sociedad para garantizar la seguridad del individuo.
  • John Locke (1632-1704): Para este filósofo inglés, los hombres en estado de naturaleza son libres e iguales, aunque no necesariamente buenos. Los hombres, por naturaleza, poseen ciertos derechos, como la vida, la libertad y el derecho a la propiedad, y todo Estado debe garantizar esos derechos naturales.
  • Jean-Jacques Rousseau (1712-1778): Su pensamiento se enmarca dentro de la Ilustración. Para él, el hombre en estado natural es feliz; denomina a este hombre “el buen salvaje”, puesto que es humilde, honesto, sencillo y no es agresivo. Rousseau dirige una dura crítica a la sociedad en la que vive. Para él, el progreso no lleva aparejado necesariamente el desarrollo del ser humano en cuanto tal; no conlleva el progreso moral ni tiene por qué conducir a la felicidad. De hecho, el progreso ha contribuido a corromper al individuo, a su pérdida de libertad e inocencia y a establecer la desigualdad entre los hombres. Según Rousseau, en la evolución humana se pueden apreciar dos etapas o estados:
    • Estado de naturaleza: Es un estado pre-social en el que los individuos serían felices, libres, autosuficientes, viviendo aislados en familia y reinando la igualdad entre ellos. La naturaleza humana se caracterizaría por sentimientos positivos, como el amor, la simpatía y la compasión, y por instintos, como el de autoconservación.
    • Estado de civilización o social: Es el estado en que se encuentra el hombre en la sociedad moderna, en la que reinan la injusticia, la desigualdad, la opresión, la falta de libertad y las pasiones depravadas, como, por ejemplo, la ambición.

Immanuel Kant y la Ilustración

Immanuel Kant nace en Königsberg, Prusia, en 1724, en el contexto de la Ilustración, movimiento que se extendió principalmente por Francia, Inglaterra y Alemania, y cuya característica más importante es su optimismo en el poder de la razón humana.

Kant, que representa una de las cumbres del pensamiento moderno, cree que en el individuo existen dos dimensiones opuestas: el ser natural y el ser racional.

  • El ser natural: En cuanto ser natural, el hombre está sometido a las leyes físicas, biológicas y matemáticas de la naturaleza. Por otra parte, es egoísta, individualista e insociable.
  • El ser racional: En cuanto ser racional, es un ser libre, capaz de superar sus limitaciones naturales y elegir su propio destino. En su obra “¿Qué es la Ilustración?” proclama ¡Sapere aude!, con la que anima al lector a atreverse a pensar y salir de lo que él llama minoría de edad.

Las Tres Preguntas Fundamentales de Kant

Kant se planteó la pregunta: ¿qué es el hombre? Y, para responder a esta pregunta, creía conveniente responder, a su vez, a estas tres cuestiones:

  1. ¿Qué puedo conocer? Si quiero comprender qué es el ser humano, necesito averiguar cuáles son las posibilidades y los límites del conocimiento humano.
  2. ¿Qué debo hacer? Cómo debo comportarme en tanto que ser moral y libre. La respuesta de Kant será que debo comportarme de modo racional, esto es, actuar por deber y no por intereses egoístas, respetando la dignidad de las personas.
  3. ¿Qué puedo esperar? Qué es lo que puedo esperar, habiendo actuado correctamente. La respuesta de Kant a esta pregunta será que, si hemos actuado racionalmente y hemos cumplido con nuestro deber, podemos aspirar a ser felices y a una vida digna.

El Hombre como Fin en Sí Mismo

En tanto que los seres humanos somos seres racionales, debemos ser considerados como fines y no meros medios. La libertad en Kant viene determinada por la razón, que me dice que no debo hacer aquello que sea irracional. La razón nos dice que hemos de tratar al prójimo como un fin en sí mismo, por lo cual, no debemos quitarles la libertad, sus bienes o su derecho a una vida digna. No debemos aprovecharnos de los demás y tratarlos como medios para conseguir nuestros fines particulares. Cuando se actúa moralmente, se actúa, pues, por deber, no por meros intereses egoístas (Imperativo categórico).

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