Redefiniendo la Modernidad: El Impacto del Brutalismo en la Arquitectura
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La Evolución de la Arquitectura Moderna: Del Funcionalismo al Brutalismo
El Brutalismo, que surgió entre los años 1950 y 1970, fue un movimiento reformador que, unido a los principios fundamentales del funcionalismo, condujo a la eliminación de muchos convencionalismos, produciendo una sana evolución dentro de la arquitectura moderna.
El Contexto Pre-Brutalista y la Estagnación Arquitectónica
Antes de esta época, la arquitectura en general se había estancado, en parte por los problemas que tenía el mercado de la construcción a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y por la apatía de los arquitectos más experimentados que tenían su clientela establecida y estaban bien asentados.
Principios Fundamentales del Brutalismo
Expresión Material y Funcionalidad
Este estilo arquitectónico se inspiró originalmente en los proyectos que fueron realizados por Le Corbusier y Saarinen, quienes perseguían el funcionalismo y la eliminación de los convencionalismos. Otro de los conceptos clave del Brutalismo era expresar los materiales en bruto.
Se enfatiza la gran importancia de los contextos, lo vernáculo, lo propio, y una expresividad más orgánica y natural. En cuanto a los materiales, se trabaja intensamente con las texturas que estos pueden crear, observándose muchas fachadas lisas y funcionales. También se busca la industrialización y la uniformidad. Comprobamos que hay un abandono de las formas más cerradas, evitando de este modo la monotonía. El tratamiento de fachadas y cubiertas es muy expresivo y más abierto.
De la Primera a la Segunda Modernidad: Un Cambio de Paradigma
Revalorización del Espacio y la Experiencia Humana
Anteriormente se valoraba el espacio; ahora, el concepto central es el lugar. La arquitectura se convierte en algo más concreto, más humano, lleno de cultura, de símbolos y con cualidades emocionales. Se trabaja la luz y los materiales en las obras arquitectónicas, y hay una revalorización del paisaje y la jardinería.
La Primera Modernidad estaba entusiasmada con la tecnología y una arquitectura de plano. Sin embargo, en la Segunda Modernidad, la arquitectura otorga más valor a otros sentidos, como lo cultural, y está más basada en la materia, en el tacto, en la contextualización.
La Ciudad como Concepto Central
La renovación de la arquitectura después de la Guerra nace de una reconsideración del movimiento moderno, pero no rompe con la Primera Modernidad; es solo una revisión de los problemas que se plantearon desde el punto de vista de la reflexión. Este periodo marca el principio de la reivindicación del concepto de la ciudad: un entorno con más coches, más problemas y una notable contaminación.
El concepto de la ciudad se centra en el valor fundamental de la preexistencia histórica; los centros históricos, por ejemplo, conservan la memoria de la ciudad. El resto de la ciudad busca la individualidad en sus elementos, evitando la uniformidad. El concepto clave en este urbanismo es el ambiente, lo que transmite el espacio con la gente, el espacio público. Es la suma de varios elementos interconectados.
Le Corbusier y la Transición al Brutalismo
Le Corbusier intuía los cambios y captó los primeros indicios de esta Segunda Modernidad. Cambia su época maquinista por una más madura y experimenta la arquitectura en paralelo con los arquitectos jóvenes. Después de 1950, comienza la época más brutalista de Le Corbusier, que se caracteriza, sobre todo, por la utilización del hormigón en bruto.