Recursos Económicos y Logística en la Guerra Civil Española: Impacto y Desenlace (1936-1939)
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Entre 1936 y 1939, los dos bandos contendientes en la Guerra Civil Española necesitaron una financiación crucial para sostener el conflicto. El Bando Nacional inició su sublevación ganando rápidamente las ciudades de Ceuta y Melilla. Más tarde, cayeron algunas capitales de provincia andaluzas como Sevilla y Córdoba. En el otro extremo del país, consiguió el control de Galicia y se extendió por la Meseta Norte, alcanzando La Rioja, Álava, Navarra e incluso la provincia de Zaragoza. En cambio, la República controlaba Madrid, Castilla-La Mancha, Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andalucía Oriental.
La Financiación de la República: El Oro de Moscú
En principio, los republicanos contaban con una economía aparentemente mejor, ya que disponían de las reservas de oro del Banco de España, la cuarta mayor del mundo en ese momento, después de las de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Sin embargo, en la práctica, la República tuvo serias dificultades para conseguir armas, por lo que estas reservas le sirvieron de poco en un inicio.
En Londres, las potencias mundiales acordaron un Pacto de No Intervención. No obstante, la Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini y el Portugal de Salazar lo incumplieron para favorecer al bando sublevado. La URSS también lo incumplió, pero en este caso para ayudar a la República. Esta utilizó las reservas del Banco de España, unos 700 millones de dólares, para pagar a los rusos. Las reservas fueron trasladadas a Cartagena, desde donde partieron con destino a Moscú. Una vez allí, los soviéticos les facilitaron armas y técnicos, hasta cubrir el 85% de las reservas; el restante se cobró como intereses por la prestación de servicios.
La Financiación del Bando Nacional: Apoyo Exterior y Privado
La financiación del Bando Nacional fue más "sana" y constante, proveniente principalmente de la Alemania nazi y la Italia fascista. Además, contaron con la contribución de financiadores privados, como las petroleras, o personajes importantes de la época como Francesc Cambó y Alfonso XIII. La deuda con Alemania ascendió a 150 millones de dólares.
Diferencias en Abastecimiento y Economía Interna
En las zonas sublevadas, no hubo una falta significativa de abastecimiento, debido a que solían ser zonas rurales que se administraban bien y tenían una producción agrícola estable. En cambio, en las zonas republicanas el campo estaba en una situación más precaria; se optó por colectivizarlo, convirtiéndose en la segunda potencia colectivizada del mundo después de la URSS, y se repartió entre los campesinos.
Las ciudades leales al gobierno tuvieron graves problemas para abastecer a las tropas, disponiendo de diez veces menos alimentos que el bando rival, sin hablar de la mala higiene. En algunos frentes, por cada muerto por disparo, había seis por motivos nutricionales y de salud, lo que subraya la crítica situación logística y sanitaria.
El Ámbito Industrial
En el ámbito industrial, la República controlaba las principales industrias, por lo que el Bando Nacional tuvo que crear sus propias. En el País Vasco y también en Cataluña, la producción industrial cayó mucho. Cuando los nacionales se hicieron con el País Vasco, consiguieron reanimar la economía industrial, en parte gracias a la colaboración de los empresarios vascos con el bando sublevado.
El Desenlace de la Guerra y el Inicio del Franquismo
El 26 de enero de 1939, cayó Barcelona, y comenzaron los exilios masivos. El 18 de febrero cayó Madrid y Franco dio un último parte de guerra desde Burgos. Con este hecho, acabó la guerra y comenzó el franquismo. El nuevo régimen optó por la represión y no hubo conciliación entre las "dos Españas".
Factores de la Derrota Republicana
Dejando de lado los aciertos del Bando Nacional, se pueden considerar los fallos del bando republicano que contribuyeron a su derrota. Uno de estos fue el enfrentamiento interno, ya que no sabían si hacer primero la guerra o la revolución; el gobierno de Negrín, en 1937, dio prioridad a la victoria en la guerra. Además, la República contaba con muy pocos técnicos de economía, estaban casi todos en el otro bando; de poco les sirvió tener escritores, poetas y hombres de letras en un conflicto que requería una gestión económica y militar eficiente.