Realismo y Naturalismo en la Literatura del Siglo XIX: Contexto Histórico y Obras de Benito Pérez Galdós

El Realismo y Naturalismo en la Literatura del Siglo XIX: Contexto Histórico y Obras de Benito Pérez Galdós

1. La Segunda Mitad del Siglo XIX: Marco Histórico y Cultural. Características de la Novela Realista y Naturalista

La época del realismo tiene su origen en el movimiento revolucionario de 1848 en Francia. En la segunda parte del siglo, la burguesía abandona el espíritu revolucionario en busca de estabilidad y moderación. Se produce un crecimiento de la industria y de la población; cobra gran importancia el proletariado. Se dan grandes progresos también en el campo de la ciencia y de la técnica. En España, la revolución de 1868 pretendió impulsar un proceso democrático, pero fracasó y se instauró la Restauración con la monarquía borbónica. La burguesía acaba fundiéndose con la vieja aristocracia mediante el turno pacífico de los partidos.

La filosofía propia de la sociedad burguesa decimonónica es el positivismo. El desarrollo de las ciencias experimentales servirá de modelo a los escritores:

1. El evolucionismo: según Darwin, los seres vivos resultan de la evolución y selección natural, con lo que adquieren relevancia la herencia y la lucha por la supervivencia.
2. El marxismo: para Marx, el motor de los cambios históricos es la lucha de las clases sociales; se propone transformar el mundo, por lo que se convierte en la ideología predominante en los movimientos obreros.
3. En España, el krausismo pretendía conciliar razón y religión, y propugnaba la tolerancia y la convivencia pacífica.

Se produjo un extraordinario desarrollo de la prensa.

La Novela Realista

Movimiento cultural, propio de una sociedad burguesa: abandona el ideario romántico, demasiado exaltado, y lo sustituye por una mentalidad realista. Refleja los conflictos de la nueva clase que se ha hecho con el poder. Surgió en la Francia de la primera mitad del XIX, con autores como Balzac, Stendhal o Flaubert.

La novela experimentó un auge en el siglo XIX en toda Europa:

• Francia: Gustave Flaubert: en “Madame Bovary” narra las aventuras amorosas de una mujer casada. Honoré de Balzac escribió una extensa obra, “La comedia humana”, que pretende ser un fresco de la sociedad francesa. Émile Zola crea una nueva corriente literaria: el naturalismo.
• Inglaterra: Charles Dickens retrató las sórdidas condiciones de vida de la clase obrera durante la revolución industrial.
• Rusia: Fiodor M. Dostoievski: “Crimen y castigo”, centra la novela en la psicología y las pasiones de los personajes. León Tolstoi: “Guerra y paz”.
• En España, el inicio del movimiento se sitúa hacia 1870, tras la Gloriosa, y tiene su apogeo en la década de 1880.

Las características principales del realismo son:

• Observación y descripción precisa de la realidad; los escritores llegan a documentarse tomando apuntes. Abundan las descripciones minuciosas de espacios exteriores e interiores, así como de los personajes.
• Ubicación próxima de los hechos. La mirada se desplaza ahora a lo cotidiano.
• Didactismo, propósito de crítica social y política. En general, los autores conservadores describen la realidad para mostrar su degradación y postular un retorno a los valores tradicionales. Los progresistas muestran las lacras sociales, que lastran el avance hacia un mundo nuevo. Temas frecuentes son: el sentido de la vida como aprendizaje; el adulterio; conflicto entre el deseo y la razón; el dinero.
• Protagonistas individuales o colectivos: en el primer caso, se hace hincapié en el análisis psicológico del individuo, un inadaptado que se enfrenta a la colectividad y es derrotado por el mundo que le rodea. En el segundo, aparecen medios sociales ignorados hasta entonces.
• Estilo sencillo y sobrio. El ideal de estilo es la claridad y la exactitud. La estructura es lineal.
• Narrador omnisciente: aunque finge la actitud de simple cronista, sabe lo que va a suceder y hasta sus más profundos pensamientos. Llega a intervenir con juicios y observaciones dirigidas al lector.

El Naturalismo

En el último tercio del XIX se desarrolla en Francia el naturalismo creado por Émile Zola. Utiliza descripciones muy detalladas, y explica el comportamiento de los personajes apoyándose en la psicología y la medicina. Considera que el hombre no es realmente libre, sino que se encuentra determinado por la herencia y por el ambiente social. Se interesa especialmente por la descripción de los aspectos desagradables de la vida humana. Los escritores naturalistas, influidos por las ideas socialistas, aspiraban a mejorar las condiciones sociales en que vivían los hombres por medio de la denuncia en sus novelas.

2. La Producción Narrativa de Benito Pérez Galdós

Benito Pérez Galdós (1843-1920) posee unos rasgos propios, constituye un conjunto que refleja el compromiso que el escritor adquirió con la sociedad de su tiempo. Sus temas son variados: crítica social de la burguesía y de sectores anquilosados en el pasado, pesimismo político y escepticismo respecto a la religión y el clero. Presta especial atención a los retratos psicológicos. Estilísticamente, es magistral la descripción de ambientes y su exhaustiva documentación. Su lenguaje es ágil y expresivo; el humor, la ironía y la espontaneidad son importantes en su obra.

Dos grandes bloques:

1. Los Episodios Nacionales

Constituidos por 46 novelas dispuestas en 5 series de 10 episodios cada una, excepto la última que tiene 6. Pretenden reconstruir en forma novelada la historia del siglo XIX español: con personajes ficticios, se narran historias que se incluyen en los auténticos hechos históricos.

2. En sus novelas

Se distinguen varias épocas atendiendo a su temática:

• Las novelas de tesis: gran carga política y el narrador omnisciente emite juicios de moral frente a la actitud de los personajes, reflejada en diálogos irónicos y simbólicos. Defiende los postulados patrióticos de la Restauración, así como a la clase media. Destacan Doña Perfecta. En estas obras, Galdós denuncia las ideas conservadoras y la intolerancia. Marianela, habla del problema religioso.
• Con las novelas españolas contemporáneas: un genial retrato de la sociedad madrileña, reflejada de forma crítica e imparcial. Introduce el monólogo interior, el estilo indirecto libre y el modo teatral con anotaciones en el diálogo de los personajes, da un giro hacia el naturalismo y perfecciona el perfil de los personajes. Destacamos Tormento y Fortunata y Jacinta: desde la base de diversos triángulos amorosos Galdós ofrece un fresco de la época (1873-1876) con una minuciosa captación de ambientes en la convulsa sociedad madrileña de la época.
• Las novelas espiritualistas, editadas a partir de los noventa y muy influidas por novelistas rusos como Tolstoi o Dostoievski. Incluyen valores cristianos y evangélicos como el amor y la caridad. Ambientadas en las zonas más pobres y marginales de Madrid. Nazarín, Misericordia. También publica las últimas series de los Episodios Nacionales.