Realismo Mágico, Generación del 98 y Generación del 27: Características y Autores

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El Realismo Mágico en la Literatura Hispanoamericana

En el nivel temático del realismo mágico, destaca que la razón no es suficiente para dar cuenta de la realidad, incorporando lo fantástico y lo maravilloso. Encontramos los grandes problemas del ser humano en la situación histórica, social y física de Hispanoamérica. La visión general es pesimista: fatalismo, derrota, soledad e infelicidad de los protagonistas. Los narradores muestran la preocupación por la obra literaria y exponen sus opiniones. Está presente el humor mediante la sátira o el humor metafísico. Por último, el erotismo está considerado como parte de la condición humana y aparece relacionado con circunstancias sociales y culturales.

Características Estilísticas del Realismo Mágico

En lo estilístico, el narrador omnisciente da paso al protagonista, personaje o a un secundario. El neologismo se convierte en la creación de un idioma nuevo, como el "glíglico" en Rayuela (Cortázar). Se rompe la linealidad temporal con la inversión temporal, historias paralelas, saltos o caos temporal. Esta se obtiene combinando estas técnicas y añadiendo sueños, recuerdos y alucinaciones. Entre los narradores existe una gran preocupación por la elaboración lingüística, ritmo de la prosa y empleo de imágenes.

Autores Destacados del Realismo Mágico

Juan Rulfo

Rulfo fue un mexicano (1918-1986). Su corta novela Pedro Páramo (1955) presenta una compleja estructura en dos planos temporales alternos que no siguen un orden lineal. La novela muestra una visión de la muerte como algo cotidiano, propia de la cultura mexicana, y la creencia popular de las almas, así como la imposibilidad de alcanzar las ilusiones. El lenguaje es sencillo, pero de una gran intensidad lírica.

Julio Cortázar

Cortázar fue un argentino (1914-1984), que introduce lo fantástico en un ámbito urbano. Entre sus novelas destaca Rayuela (1963), ambientada en París y Buenos Aires. Los temas son la soledad, la búsqueda de la autenticidad y la reflexión literaria. Presenta una estructura inspirada en el juego de la rayuela, de modo que permite dos lecturas: en orden lineal y en el orden propuesto por el tablero.

Gabriel García Márquez

García Márquez fue colombiano (1927- 2014). Tras iniciarse en el periodismo, el cuento y la novela corta, sorprendió con Cien años de soledad (1967), novela en la que desarrollaba el universo narrativo inspirado en obras anteriores en torno al pueblo imaginario de Macondo, situado de modo impreciso en el tiempo y en el espacio, aunque inspirado en la aldea colombiana de su infancia. Constituye el mejor exponente del realismo mágico. Se trata de la saga familiar de los Buendía, desde sus fundadores hasta el último descendiente. El lenguaje contribuye a la confusión entre lo mágico y lo real mediante la hipérbole, la enumeración y cierto humor. Entre sus novelas, destaca El coronel no tiene quien le escriba, Crónica de una muerte anunciada o El amor en los tiempos del cólera.

El Realismo Mágico en las Últimas Décadas

En las últimas décadas, la sombra de los autores del boom ha condicionado a las generaciones posteriores. Destacamos: Vargas Llosa, La ciudad y los perros; Onetti, El infierno tan temido; Carpentier, El siglo de las luces; Isabel Allende, La casa de los espíritus; Laura Esquivel, Como agua para chocolate.

En conclusión, el realismo mágico es un movimiento literario nacido en los años 40, que trasciende el espacio y el tiempo, alcanzando su influencia hasta la literatura actual.

La Generación del 98

En este sentido, hay que destacar que la literatura y el arte de finales del siglo XIX fueron una expresión del individualismo del artista, rebelde y enfrentado al conformismo de la vida burguesa y a sus valores materialistas. La literatura ya no debía reproducir fielmente la realidad, sino expresarla subjetivamente al mostrar los estados de ánimo y las percepciones sutiles que esta sugería al escritor.

Origen y Contexto de la Generación del 98

A partir de 1898, momento en que Rubén Darío visitó España, se fusionaron los cambios literarios propugnados por los escritores de esta tendencia crítica e intelectualista (la denominada Generación del 98) y los de orientación esteticista (los llamados modernistas).

El escritor Azorín fue el primero en usar la denominación "Generación del 98" en su estudio Clásicos y Modernos. En este, se designa a un grupo de escritores, el “Grupo de los tres”, integrado por el propio Azorín, Pío Baroja y Ramiro de Maeztu. Autores que firmaron un manifiesto en 1901 denunciando la situación de España y a los que se sumaron Miguel de Unamuno, los hermanos Antonio y Manuel Machado y Ramón María del Valle-Inclán.

Temas y Preocupaciones de la Generación del 98

A pesar de las diferencias entre las obras de estos autores, todos tienen una serie de preocupaciones comunes que aparecen de una forma u otra desde diversas percepciones. El tema recurrente en las creaciones de la Generación del 98 es el tema de España. Estos autores proyectan sobre la realidad española una visión subjetiva que sea capaz de captar la esencia que hay en los paisajes, pueblos y gentes. Esta mirada es también crítica; verán en Castilla el centro y mostrarán por ella una devoción incondicional.

Características Estilísticas y Filosóficas

A consecuencia de la crisis del Positivismo de fin de siglo, otra característica común es la presencia de preocupaciones filosóficas, existenciales y religiosas que se solucionarán de forma distinta a medida que se aprecia la madurez en cada uno de estos autores. En cuestiones estilísticas, los noventayochistas buscan un lenguaje más preciso y sobrio que los modernistas. Prefieren la frase corta y el párrafo breve.

Los rasgos más destacables de la Generación del 98 se centran en la reducción de la acción del argumento para dar mayor protagonismo a la reflexión. Con esto entendemos el concepto de intrahistoria que forjó Unamuno, donde lo importante no son los grandes personajes y hechos, sino la vida de cada uno de los hombres que con sus insignificantes historias y vivencias crean la historia profunda y trascendente.

Innovaciones en la Novela

Para que el público pueda apreciar la importancia de los personajes, se dan en la novela una serie de cambios con respecto a épocas anteriores. Las descripciones tienden a ser impresionistas, los diálogos tienen mayor presencia y, en consecuencia, la estructura no tiene un plan previo; las novelas con frecuencia muestran un final abierto.

Esta nueva sensibilidad se manifiesta por primera vez en varias novelas publicadas en 1902: Amor y Pedagogía de Unamuno, La voluntad de Azorín, Camino de perfección de Baroja y Sonata de otoño de Valle-Inclán. Finalmente, como viene siendo habitual, las vivencias de cada uno de estos jóvenes autores harán que se produzca una evolución que nos llevará a una madurez muy divergente en algunos casos.

Las Vanguardias y la Generación del 27

El término vanguardias surge en Francia durante los años de la I Guerra Mundial [1914- 1918]. Su origen está precisamente en el vocablo francés avant-garde, término de origen militar y político, que venía a reflejar el espíritu de lucha, de combate y de confrontación que el nuevo arte del siglo oponía frente al llamado arte decimonónico.

Contexto Histórico de las Vanguardias

El surgimiento de los vanguardismos artísticos y literarios está relacionado íntimamente con el periodo de mayor intensidad social, ideológica, en definitiva histórica, del siglo XX: el periodo que va desde la Primera Guerra Mundial en 1914 al inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939. En esos 15 o 20 años cuajan las experiencias del nuevo arte; pero la revolución de las formas y de los contenidos se producirá, sin duda, a partir de los años 20.

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) supuso el fin de una época. Junto a los millones de muertos, muere el capitalismo industrial deshumanizado, el pensamiento positivista y racionalista del siglo XIX. Sin embargo, la recuperación económica tras la Primera Guerra Mundial da paso a los felices años 20, un periodo de prosperidad en el que se rechaza el pesimismo de fin de siglo y se entiende la vida desde una perspectiva más optimista. Se vive una múltiple y efímera efervescencia creativa, alegre, jovial, lúdica que genera un arte formal y experimental, llevado al extremo en las vanguardias. El crac bursátil de 1929 acaba con este espíritu. Durante esta época las vanguardias entran en crisis y decaen definitivamente al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

La Situación en España

España se mantiene neutral en la I Guerra Mundial. Aprovechó el momento para convertirse en proveedor de las potencias en guerra. Sin embargo, España era un país aquejado de numerosos problemas: falta de industrialización, caciquismo, pobreza, analfabetismo. Se vivía además una fuerte tensión social. En 1923, Primo de Rivera da un golpe militar y el rey Alfonso XIII lo acepta. Hasta 1929 se impone una dictadura, pero la mala gestión económica y la oposición de prestigiosos intelectuales hace que el dictador se retire del poder. Después de las elecciones de 1931, el rey se exilió y se proclamó la II República hasta 1936, año en que estalló la Guerra Civil en España.

La Generación del 27: Tradición y Modernidad

Bajo este nombre se agrupan un conjunto de escritores que, a principios del siglo XX, aunaron dos aspectos: tradición y modernidad. La etiqueta Generación del 27 se debe a un acontecimiento que tuvo lugar ese año: la reunión, en el Ateneo de Sevilla, para conmemorar los trescientos años de la muerte de Góngora. En esa ocasión se reunieron por primera vez y tomaron como modelo a este. Además, redactaron un manifiesto contra el Modernismo y la tradición del siglo XIX.

La nómina de autores del 27 es muy amplia: Luis Cernuda, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Dámaso Alonso y Pedro Salinas... Todos procedían de la alta burguesía y la mayoría se encontraron en la conocida Residencia de Estudiantes de Madrid. Una institución cultural en la que los jóvenes artistas se encontraban bajo la supervisión de los intelectuales más importantes del momento, como Ramón Menéndez Pidal o José Ortega y Gasset. En la Residencia coincidieron artistas como Salvador Dalí o Luis Buñuel. La colaboración de los autores en las mismas revistas literarias es otro hecho que debe ser tenido en cuenta.

Etapas de la Generación del 27

Primera Etapa (Hasta 1927)

En cuanto a las etapas de la generación, en los últimos años se ha impuesto la siguiente separación: en la primera etapa, hasta 1927, destacan dos caminos diferentes: la tradición y la poesía pura, como es el caso de la obra de Gerardo Diego, Versos humanos, Versos divinos y Alondra de verdad o Romancero gitano de Federico García Lorca. También forman parte de esta etapa Manual de espumas de Gerardo Diego, Marinero en tierra de Alberti y Cántico de Jorge Guillén.

Segunda Etapa (1927-1936)

En la segunda etapa, que va desde el 27 al 36, encontramos una poesía apasionada influenciada por el surrealismo. Destaca la obra poética de Pedro Salinas con La voz a ti debida, Poeta en Nueva York de Lorca, Sobre los ángeles de Alberti o Donde habite el olvido de Luis Cernuda.

Tercera Etapa (Posguerra)

En la tercera etapa, situada en la posguerra, el grupo se dispersa y considerando que la Guerra Civil Española marcó el fin de la Generación. Cada autor siguió un camino personal y estético. Lorca es asesinado y el resto, salvo Aleixandre, Alonso y Diego, se exilia y cada uno sigue un rumbo poético, pero ninguno abandona el camino de la poesía humana. En España, la poesía deriva hacia un humanismo angustiado, Hijos de la ira de Dámaso Alonso.

Influencias y Características de la Generación del 27

Las influencias son muy variadas, las más importantes: aunque el futurismo no influye demasiado, podemos encontrar rasgos en Alberti y Salinas; el Creacionismo, tiene como representante a Gerardo Diego; el Surrealismo influye sobre todos los miembros de la generación; la poesía popular española aparece en autores como Lorca y Alberti, que se inspiraron en romances o en cancioncillas breves. Por último, los autores tomados como modelo son: Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado, dos poetas ya consagrados; Valéry y Mallarmé, poetas franceses; Ramón Gómez de la Serna, introductor de las vanguardias en España; Miguel de Unamuno, líder de la Generación del 98; José Ortega y Gasset. Las características más destacadas: hay emoción; combinan lo culto, lo popular, lo universal y lo español. Buscan la renovación estética, por lo que toman las innovaciones que aportan las vanguardias, sin olvidar la tradición literaria española. En cuanto a la métrica, utilizaron estrofas clásicas como el soneto, el romance o el villancico. La libertad métrica es uno de los rasgos característicos del grupo. La preocupación principal era la forma del poema, el arte por el arte. Poco a poco desarrollan una poesía más humanizada, más preocupada por el dolor, la alegría o los recuerdos. La Guerra Civil acentúa esta visión humanizada de la poesía, hasta el punto de que muchos autores se decantan por temas comprometidos. Como hemos podido ver, la Generación del 27 está compuesta por un grupo de poetas que, a principios del siglo XX, tuvieron la necesidad de renovar la poesía española, conjugando tradición con las innovaciones de las vanguardias.

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