El Realismo Devocional en la Escultura Barroca Española: Maestros y Técnicas

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Características Fundamentales de la Escultura Barroca Española

El Realismo al Servicio de la Fe

La escultura barroca en España se centró, sobre todo, en temas religiosos, dado que sus principales clientes fueron la Iglesia, las cofradías de Semana Santa y las órdenes religiosas. Por ello, el objetivo primordial de las obras era emocionar y conmover al espectador para reforzar su fe.

Para lograr este impacto devocional, los escultores recurrieron al realismo extremo, distanciándose del estilo idealizado que aún predominaba en gran parte de Europa. Los recursos expresivos más utilizados fueron:

  • Policromía: Aplicación de color sobre la madera.
  • Movimiento y Teatralidad: Figuras capturadas en el clímax de la acción o el sufrimiento.
  • Gestos Intensos: Expresiones faciales que transmiten dolor, éxtasis o devoción.

Géneros y Tipologías Escultóricas

La producción se centró en la imaginería, es decir, la creación de imágenes religiosas. Las obras más comunes eran:

1. Imágenes Exentas y Retablos

Se crearon imágenes exentas destinadas a altares, capillas y procesiones. El retablo barroco fue una manifestación artística crucial. Esta era una estructura arquitectónica monumental, profusamente decorada con columnas y elementos ornamentales, que cumplía una doble función: decorar el espacio sagrado y servir como herramienta didáctica para narrar las historias y valores del catolicismo.

2. Pasos Procesionales

Los pasos procesionales eran conjuntos escultóricos diseñados para ser vistos desde todos los ángulos, lo que exigía un trabajo de detalle exhaustivo. Las escenas más frecuentes representaban a la Virgen Dolorosa, a Cristo crucificado, azotado o cargando la cruz. Muchas de estas figuras se vestían con ropa real bordada.

A veces, para optimizar el material, solo se tallaban la cabeza, las manos y los pies, mientras que el resto del cuerpo era una estructura de madera cubierta por la vestimenta. Esta técnica se conoce como imagen de candelero, y las figuras podían incluso ser articuladas para facilitar su vestimenta y movimiento procesional.

3. Género Belenista

Otro género destacado fue el belenista (o de nacimientos), fuertemente influido por la tradición napolitana. Este género fue desarrollado en España por Francisco Salzillo, quien conocía esta tradición gracias a su padre, originario de Nápoles.

Técnicas de la Imaginería: Madera, Policromía y Estofado

Los escultores eran conocidos como imagineros, y su trabajo, la imaginería, debía ser claro en el mensaje, técnicamente perfecto y capaz de generar devoción. El material principal utilizado era la madera (pino, nogal, tejo, cedro y caoba), la cual se trataba con complejas técnicas de acabado:

  • Policromía: Aplicación de color sobre la superficie de la madera.
  • Estofado: Técnica decorativa que consiste en aplicar pan de oro sobre la madera, cubrirlo con pintura y, posteriormente, rascar la pintura para que el dorado subyacente aparezca en forma de dibujos decorativos.

Aunque durante el siglo XIX la escultura en madera policromada fue menospreciada por no asemejarse al mármol clásico, más adelante se revalorizó al descubrirse que también los griegos policromaban sus esculturas. Este hallazgo permitió que la imaginería española se considerara tan valiosa como el arte clásico.

Escuelas Regionales y Maestros Destacados

En España surgieron varias escuelas regionales con estilos distintivos:

  • Escuela Castellana: Destacó Gregorio Fernández, caracterizado por su dramatismo y realismo crudo.
  • Escuela Andaluza: Incluyó a maestros como Martínez Montañés (el "Dios de la Madera"), Juan de Mesa, Alonso Cano y Pedro de Mena.
  • Escuela Murciana: El gran representante fue Francisco Salzillo, conocido por su delicadeza y su trabajo en el género belenista.

La Excepción Profana: La Estatua Ecuestre de Felipe IV

Aunque la escultura profana tuvo una importancia menor en el contexto barroco español, una obra civil sobresaliente fue la Estatua ecuestre de Felipe IV (1640), situada en la Plaza de Oriente de Madrid.

Esta obra representa al rey sobre un caballo alzado solo sobre sus patas traseras, un desafío técnico monumental para una escultura de ese tamaño. Su creación fue un esfuerzo colaborativo de grandes mentes de la época:

  • Diego Velázquez: Realizó el diseño general.
  • Juan Martínez Montañés: Modeló la cabeza del rey.
  • Galileo Galilei: Calculó las fuerzas necesarias para asegurar el equilibrio estático de la figura.
  • Pietro Tacca: Fundió la estatua en bronce.

La obra es considerada una de las mejores del mundo en su género por su complejidad técnica y su maestría artística.

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