Razón y Fe en la Filosofía Cristiana: San Agustín vs. Santo Tomás de Aquino
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La relación entre la razón y la fe ha sido un tema central en la filosofía y la teología a lo largo de la historia. Este documento explora las perspectivas de dos de los pensadores más influyentes del cristianismo occidental: San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino.
La Armonía entre Razón y Fe en San Agustín
Para San Agustín, la razón y la fe no son caminos opuestos, sino dos vías complementarias que conducen a Dios. Dado que Dios es la Verdad misma, la filosofía y la religión convergen en su objetivo final: el conocimiento de esa Verdad.
San Agustín nunca trazó fronteras rígidas entre la razón y la fe. Ambas tienen, conjuntamente, la misión de esclarecer la verdad que, como creyente, él identifica con la verdad de la religión. Puesto que solo existe una verdad absoluta, la relación entre razón y fe debe ser de colaboración mutua.
Principios Clave de San Agustín:
- Intellige ut credas (entiende para que creas) y Crede ut intelligas (cree para que entiendas): Estas frases resumen su postura de interdependencia.
- La filosofía por sí sola no basta para alcanzar la fe, pero es un instrumento y una ayuda valiosa para poder creer.
- Esta colaboración se evidencia en la propia trayectoria intelectual de San Agustín: primero, la filosofía platónica le ayudó a percibir la fe, y después, trató de comprender la fe cristiana mediante la filosofía.
La Búsqueda de la Verdad y el Papel de Dios:
Para San Agustín, la mente humana posee ideas o verdades eternas. La verdad no reside en lo sensible, pues es cambiante; el ámbito de la verdad es el de las cosas inmortales. La duda misma es una prueba de que la verdad existe, y la vía para encontrarla es la interiorización.
Además, para él:
- Dios es el fundamento de las ideas eternas.
- Dios es la causa del orden del mundo exterior.
- El ser humano conoce las ideas eternas gracias a la iluminación divina.
- La felicidad consiste en la contemplación de Dios.
- Dios no es responsable de la existencia del mal, pues el mal es una privación y no una realidad objetiva en sí misma.
La Distinción y Complementariedad en Santo Tomás de Aquino
Para Santo Tomás de Aquino, existe una distinción clara y explícita entre razón y fe.
Son dos fuentes de conocimiento distintas, y cada una posee su propio campo de acción. A la razón le corresponde el ámbito de la verdad natural, mientras que a la fe le corresponde el ámbito de la verdad sobrenatural.
Tipos de Verdades según Santo Tomás:
Santo Tomás distingue tres tipos de verdades:
- Los Artículos de Fe: Son verdades reveladas e incomprensibles para la razón humana por sí misma (ej. la Trinidad).
- Las Verdades de Razón: Se refieren al mundo natural y no han sido reveladas (ej. principios matemáticos o científicos).
- Los Preámbulos de la Fe: Fueron revelados por Dios, pero la razón humana puede comprenderlos y demostrarlos. Son verdades comunes a la fe y a la razón (ej. la existencia de Dios, la creación del mundo, la espiritualidad del alma).
Relación entre Razón y Fe en Santo Tomás:
La relación entre razón y fe se plantea principalmente en el ámbito de los preámbulos de la fe. Sus puntos clave incluyen:
- No puede haber conflicto entre razón y fe, porque la verdad es una y no existe una "doble verdad" como sostenían los averroístas. En caso de aparente contradicción, el error residiría en la razón, ya que la fe es infalible.
- A diferencia de San Agustín, Santo Tomás afirma que la razón es por sí misma suficiente para alcanzar ciertas verdades; la fe no es estrictamente necesaria para el conocimiento racional en su propio campo. La suficiencia de la razón sería una característica destacada del humanismo renacentista.
- La razón ayuda a la fe a construir la teología como una ciencia.
- La fe, a su vez, ayuda a la razón como un criterio externo: si se llega a una conclusión contraria a la fe, es necesario revisar los razonamientos. Por lo tanto, la autonomía de la razón es limitada por la verdad revelada.
- Las verdades de la fe se encuentran en un plano que supera a la razón (suprarracionalidad), lo cual no implica que sean irracionales.