El Quitasol de Goya: Un Icono del Siglo XVIII
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El Quitasol de Goya: Un Vistazo a la Sociedad del Siglo XVIII
El Quitasol, pintado por Francisco de Goya en 1777, es un óleo sobre lienzo de 104 x 152 cm que forma parte de una serie de cartones para tapices destinados a la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Esta obra, en particular, fue creada para decorar el comedor de los Príncipes de Asturias en el Palacio de El Pardo.
Contexto Histórico y Creación
Goya recibió un pago relativamente bajo por El Quitasol en comparación con otros cartones de la serie. Esto se atribuye a la menor cantidad de personajes y a la ausencia de un paisaje detallado en el fondo. La obra se pintó entre el 3 de marzo y el 12 de agosto de 1777.
En la descripción que Goya presentó a la Real Fábrica, fechada el mismo día de la entrega, solicitaba 1500 reales de vellón y describía la obra como:
"Representa una muchacha sentada en un ribazo, con un perrillo en el halda, a su lado un muchacho en pie haciéndole sombra con un quitasol".
Composición y Estilo
Goya utiliza una composición piramidal, acercando las figuras al primer plano y restando profundidad al fondo. La sombrilla, un elemento novedoso en la época, aporta un toque de modernidad. El tratamiento de la pintura muestra influencias francesas en la temática galante y picaresca, mientras que la vivacidad cromática, con rojos, amarillos, azules y verdes, refleja la alegría de vivir de la corte de Carlos III, una influencia de la tradición italiana.
Detalles y Simbolismo
La mirada directa de la mujer al espectador y su enigmática sonrisa invitan a la reflexión. La perspectiva forzada y la posición del quitasol, junto con la falta de precisión del espacio, son características notables. Existen diferencias significativas entre el cartón original y el tapiz final, probablemente debido a modificaciones realizadas por los tejedores, lo que resultó en un estilo más decorativo que espontáneo.
El uso de la luz y el color, así como la indumentaria, marcan las diferencias sociales: el hombre viste de majo, siguiendo la moda popular, mientras que la mujer luce un atuendo a la francesa, propio de la aristocracia. Más allá de la escena galante, la obra puede interpretarse como una representación de la coquetería y la vanidad femeninas, con el joven en un papel secundario.
La Sombrilla como Elemento Clave
La sombrilla, un accesorio de moda en la pintura de género del siglo XVIII, era un símbolo recurrente en escenas de galantería al aire libre, casi un identificador de este tipo de encuentros.