El Quinto Piso: Conflicto Generacional y Aspiraciones en la Posguerra

Enviado por Chuletator online y clasificado en Lengua y literatura

Escrito el en español con un tamaño de 4,35 KB

Tercer Acto: Conflicto Generacional y Aspiraciones en el Quinto Piso

El Escenario y los Supervivientes

Han pasado veinte años más. Es la época actual, es decir, los años cuarenta. Sigue siendo una casa humilde, pero con algunas mejoras: la ventana del descansillo tiene una vidriera de colores, las paredes están blanqueadas, hay timbres en las viviendas y una placa metálica donde se lee “Quinto piso”. Los vecinos echan de menos un ascensor.

Paca, anciana de una obesidad enfermiza, fatigada por la vida y la soledad, es la única superviviente de la primera generación. Por su charla se sabe que han muerto su marido Juan y Generosa; solo le queda el consuelo de su nieta.

Nuevos Habitantes y Mentalidades

Las puertas cuarta y primera son ahora la vivienda de dos nuevos convecinos, uno más joven que otro, bien vestidos y pluriempleados. Salen a trabajar a sus oficinas y tienen además otros negocios con los que prosperan. Se quejan de los antiguos vecinos, de rentas bajas, que ocupan los mejores pisos, ideales para montar despachos. Hablan de los nuevos modelos de coches. Representan otra mentalidad y otro modo de vida.

Las Familias del Quinto Piso

La Familia de Paca: Urbano, Carmina (madre e hija), Rosa y Trini

En la tercera puerta, la casa de la señora Paca, viven Urbano y Carmina. Están casados, aunque su matrimonio ha sido un fracaso: ella, enferma del corazón y cargada de amargura y desilusión; él, paciente, deseando haber encontrado en su mujer el amor de su vida. Tienen una hija de dieciocho años, también llamada Carmina, quien es alegre, cariñosa con la abuela y desenvuelta. Con ellos, viven las hermanas de Urbano, Rosa (que fue abandonada por Pepe y siente la tristeza de no haber sido madre) y Trini. Ambas están muy unidas, pero son fracasadas, dominadas por la pena y la desilusión.

La Familia de Elvira y Fernando: Fernando (padre e hijo) y Manolín

La puerta segunda es la casa de Elvira y Fernando y sus dos hijos: Fernando, de veintiún años, y Manolín. Este último cumple doce años; es zalamero, cariñoso, caprichoso, fuma sus primeros cigarrillos y es pícaro. Está enamorado de Trini, quien lo mima como a un hijo.

Tensiones y Amores Prohibidos

Las relaciones entre los dos matrimonios son muy tensas.

Carmina (hija) y Fernando (hijo) están enamorados, pero sus padres se oponen a esta relación. A ella la amenazan y le pegan para que no salga con él. Carmina, intimidada, respetuosa y sumisa, no acude a las citas. Fernando, más impetuoso, no teme la autoridad ni el escándalo. Se rebela contra la prohibición, cansado de los rencores y prejuicios de los mayores, y defiende su amor ante su padre tras haber sido calumniado por su vengativo hermano Manolín, quien lo acusa de besarse en el descansillo con Carmina.

Urbano y Fernando se pelean en la escalera por este hecho. Se cruzan los insultos entre las familias: Carmina es comparada con la pasada liviandad de Rosa, y a Fernando lo tratan como a un vividor, cazador de dotes. Elvira desprecia públicamente a su marido, quien baja las escaleras derrotado.

Un Futuro de Esperanza y Melancolía

Tras esta situación violenta y penosa, Carmina y Fernando (hijos) corren a abrazarse en el descansillo. La obra termina con la declaración de los jóvenes, quienes quieren luchar por su amor: “Tenemos que ser más fuertes que nuestros padres. Ellos se han dejado vencer por la vida.” Y añaden: “Abandonaremos este nido de rencores y de brutalidad.” Fernando repite las mismas palabras que su padre al final del acto segundo: sueña con trabajar para los dos, ser aparejador, ingeniero, ganar dinero…

Contemplan la escena Carmina (madre) y Fernando (padre), quienes cruzan sus miradas “cargadas de una infinita melancolía”.

Entradas relacionadas: