Uso Público y Privado de la Razón en Kant: Ejemplos y Reflexiones
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Ejemplos de Kant sobre el Uso Público y Privado de la Razón
Kant utiliza una serie de ejemplos para ilustrar mejor sus ideas sobre el uso público y privado de la razón. A continuación, se presentan algunos de ellos:
Ejemplo del Oficial Militar
- Según Kant, no tendría sentido que un oficial recibiera una orden de sus superiores y, al mismo tiempo, quisiera argumentar en voz alta durante el servicio y ante los reclutas sobre la pertinencia o utilidad de tal orden.
- En este caso, el oficial tiene que obedecer, es decir, hacer un uso privado de su razón y de su libertad.
- Sin embargo, no se le puede prohibir que, en cuanto docto y entendido en la materia, haga uso público de su razón, es decir, realice cuantas observaciones pueda y quiera acerca de los defectos del servicio militar.
Ejemplo del Ciudadano y los Impuestos
- Un ciudadano no se puede negar a pagar los impuestos que le son asignados. Una crítica a tal carga, en el momento de tener que pagarlos, podría ser castigada.
- En este contexto, el ciudadano debe hacer un uso privado de su razón y libertad.
- No obstante, tal ciudadano no actúa en contra del deber si, como docto, manifiesta públicamente su pensamiento contra la inconveniencia o injusticia de tales impuestos.
Ejemplo del Sacerdote
- Un sacerdote está obligado a catequizar a sus feligreses según la doctrina oficial de la Iglesia.
- Sin embargo, como docto, tiene plena libertad e, incluso, el deber de comunicar al público sus pensamientos acerca de los defectos de tal doctrina, así como hacer propuestas para el mejoramiento de la institución eclesiástica.
- Por ello, el uso que un sacerdote hace de su razón ante sus feligreses puede ser meramente privado. En este contexto, no es libre puesto que expone algo ajeno, como es la doctrina oficial de la Iglesia.
- Ahora bien, como docto, el sacerdote en el uso público de su razón gozaría de una libertad ilimitada para servirse de ella y hablar en nombre propio.
- Kant afirma: "Pretender que los tutores del pueblo (en asuntos espirituales) sean otra vez menores de edad constituye un despropósito que desemboca en la eternización de las insensateces."
Reflexiones sobre la Libertad y el Progreso
Según Kant, la Iglesia como institución no tiene derecho a limitar la libertad en el uso público de la razón, es decir, a realizar una interminable tutela sobre cada uno de sus miembros. Una actitud de este tipo excluiría, según Kant, toda posibilidad de Ilustración para el género humano.
Tampoco la sociedad de una época puede limitar la libertad del uso público de la razón. Ello significaría colocar a tal sociedad en una situación tal que sería imposible ampliar el conocimiento y avanzar en el progreso de los distintos saberes. Limitar tal libertad sería un crimen contra la naturaleza humana, cuyo destino primordial consiste justamente en progresar.
La Ley y el Uso Público de la Razón
En este contexto, Kant se pregunta si una sociedad podría imponerse a sí misma una ley que limitara el uso de la libertad en el uso público de la razón. La respuesta de Kant es clara: únicamente sería aceptable (y de modo provisional) si implicara la existencia de una ley mejor encaminada a introducir un nuevo orden que dejara libre a todo ciudadano, especialmente a los sacerdotes, para que, en cuanto doctos, pudieran hacer las observaciones pertinentes, es decir, informar a la población acerca de las deficiencias de lo que se quiere derribar y de las bondades de lo que se quiere construir.
Ahora bien, tal ley es provisional y nunca debería ser inconmovible. Intentar que ello fuera así significaría violar y pisotear los sagrados derechos de la humanidad.