Psicopatología: Origen y Criterios de la Conducta Normal y Anormal

Las Perturbaciones de la Mente: Normalidad y Anormalidad

Se dice que una persona es «equilibrada» cuando es capaz de adaptarse con relativa facilidad a las exigencias que debe enfrentar a diario. Son individuos que saben dirigir juiciosamente sus asuntos personales y, al mismo tiempo, armonizar sus impulsos opuestos, con lo cual logran formas adecuadas de reacción frente a las diversas situaciones conflictivas que les presenta la vida.

En el extremo opuesto, están las personas «raras», «extrañas», «neuróticas» o hasta «psicópatas». Se trata de individuos que no han logrado adaptarse debidamente a las exigencias que impone la vida en sociedad y cuyas acciones son consideradas por los demás como desviaciones de las formas comunes y racionales de actuar. A tales personas se les llama «anormales» (porque no manejan bien sus emociones).

Consideraciones sobre la Anormalidad

Sin embargo, es preciso tener en cuenta las siguientes consideraciones:

• Que ninguna persona es absolutamente consecuente o enteramente organizada en su conducta.
• Que la existencia de desviaciones psicológicas es un fenómeno muy frecuente en la especie humana, y a menudo, dichas desviaciones son más cuestión de grado que de clase.
• Que resulta difícil, por esto mismo, trazar una línea divisoria precisa entre un sujeto normal y uno anormal.

Ningún ser normal está exento de conflictos personales, ya que es la propia convivencia social la que los origina. Puede decirse que un individuo es normal, no porque carezca de conflictos, sino porque ha aprendido a enfrentarlos de un modo adecuado.

Criterios para Determinar la Normalidad

1. Criterio Sociocultural

Normal es el individuo medio y anormal es aquel que se desvía, en forma notoria, de la tendencia central o normal de su grupo. De acuerdo con esto, una persona es normal cuando se comporta de un modo semejante al de los demás miembros de la sociedad en que vive.

2. Criterio Estadístico

Los individuos se distribuyen en una curva: en el centro se ubican los normales, y en cuyos extremos, los anormales. En el extremo inferior se ubican los subnormales, y en el superior, los supernormales. Este criterio señala que es imposible determinar los verdaderos límites entre lo normal y lo anormal.

Causas de las Perturbaciones Mentales

1. La Herencia

   Si todos los males psicológicos fueran imputables a la herencia, no habría nada que hacer para remediarlos. En cambio, si se reconoce que las fuentes principales de las perturbaciones psicológicas residen en el medio ambiente en que se desarrolla el ser, se buscarán las maneras de evitarlas.

2. Causas Endocrinas

   Se ha averiguado de qué manera la conducta anormal se asocia al mal funcionamiento glandular. En los casos de hipofunción de la tiroides, por ejemplo, hay repercusión en lo psíquico: el sujeto se muestra inexpresivo, indiferente, lento de reacciones, apático, la capacidad intelectual decae, y en casos extremos, puede llegar a la estupidez (cretinismo tiroideo).

   En el hipertiroidismo sucede lo opuesto: la persona es inquieta, ágil de pensamiento y de palabras, de impulso y sensibilidad exagerados. En casos extremos, el hipertiroidismo puede llegar hasta la locura o el delito.

   No cabe duda que el mal funcionamiento glandular puede tener repercusiones en la conducta.

3. Lesiones Cerebrales

   Pueden ser causa directa de perturbaciones de la personalidad, así sucede, por ejemplo, con la demencia paralítica, las amnesias y en casos de retraso mental. De hecho, las perturbaciones de la personalidad pueden tener un origen orgánico, psíquico o social, o una mezcla de todos ellos a la vez.

4. Causas Psicosociales

   Los psicólogos estiman como fundamental el fenómeno del fracaso de los impulsos dinámicos del ser humano. Debido al ambiente, las personas se desequilibran.

Clasificación de las Necesidades Humanas

Las necesidades más imperiosas que el ser humano debe satisfacer pueden clasificarse en tres grupos:

1. Orgánicas
2. Sociales
3. Espirituales