Protocolos de Bioseguridad y Prevención de Riesgos en Laboratorios Industriales

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Protocolos de Bioseguridad en el Laboratorio

Conceptos Fundamentales

Bioseguridad: Es el conjunto de principios, normas y protocolos destinados a la seguridad y protección de todo ser viviente frente a riesgos biológicos, químicos y físicos.

Accidente: Se define como todo suceso inesperado que, de forma veloz y repentina, ocasiona una interrupción o interferencia en la tarea que se está realizando, pudiendo resultar en daños a personas, equipos o el medio ambiente.

Factores de Riesgo de Accidentes

Los accidentes en el laboratorio pueden ser causados por una combinación de factores:

  • Técnicos: Relacionados con la infraestructura y los insumos necesarios, como equipos defectuosos o instalaciones inadecuadas.
  • Sociales: Derivados del entorno laboral, como la inestabilidad, la sobrecarga de horas de trabajo o los bajos salarios.
  • Personales: Pueden ser de carácter individual (como el desequilibrio emocional o la falta de atención) o colectivos (fallas en las relaciones interpersonales y la comunicación del equipo).

La comprensión y el cumplimiento de las normas de bioseguridad es RESPONSABILIDAD DE TODO EL PERSONAL DEL LABORATORIO.

Equipos de Protección y Bioseguridad

El material de protección está diseñado con el fin de proteger al:

  • Trabajador
  • Medio ambiente
  • Material de la experiencia

Material de Protección Personal (EPP)

  • Protectores faciales y oculares: Ante el riesgo de salpicaduras, son elementos que protegen el rostro (barbijos o mascarillas) y los ojos (antiparras o gafas de seguridad).
  • Ropa de protección: Es obligatorio el uso de guardapolvo largo y de mangas largas.
  • Guantes: Su uso es indispensable para la manipulación de material biológico, químico o cortopunzante. El tipo de guante dependerá del riesgo específico.
  • Zapatos: Se aconsejan zapatos cerrados y de suela de goma antideslizante.

Material de Bioseguridad

  • Accesorios para pipetas: Dispositivos como propipetas o micropipetas que evitan el contacto directo con la boca.
  • Recipientes: Se deben utilizar bidones o botellas adecuados para almacenar reactivos (plástico o metálico) y recipientes de plástico rígido con cierre hermético para descartar material biológico.
  • Cámaras de seguridad biológica (CSB): Cabinas diseñadas para evitar el paso de aerosoles a la atmósfera y proteger el trabajo experimental de la contaminación aérea.
  • Esterilizadores y Autoclaves: Equipos que sirven para eliminar la contaminación biológica de los materiales de laboratorio mediante calor húmedo a presión.
  • Botiquín de primeros auxilios: Debe estar accesible y debidamente equipado.
  • Duchas de seguridad y lavaojos: Elementos de emergencia para casos de salpicaduras o derrames de sustancias peligrosas sobre el cuerpo o los ojos.
  • Extintores de Incendio o Matafuegos: Deben estar ubicados en lugares estratégicos, señalizados y ser del tipo adecuado para los riesgos presentes.

Gestión de Riesgos en el Laboratorio

Es fundamental identificar y gestionar los diferentes tipos de riesgos:

  • Riesgos Físicos: Como incendios o riesgos eléctricos.
  • Riesgo Químico: Asociado a la manipulación y almacenamiento de sustancias químicas.
  • Riesgo Biológico: Relacionado con la exposición a agentes infecciosos.

Riesgo de Incendio

Fuentes comunes de riesgo de incendio:
  • Instalaciones y aparatos eléctricos defectuosos.
  • Almacenamiento inadecuado de líquidos inflamables.
  • Fugas en conducciones de gases inflamables comprimidos.
  • Acumulación de material plástico, que es fácilmente combustible y productor de grandes cantidades de humo y gases tóxicos.
Clasificación de los fuegos:
  • Clase A: Fuegos sobre combustibles sólidos como madera, papel, tela, goma o plástico.
  • Clase B: Fuegos sobre líquidos y gases inflamables como gasolina, solventes, grasas, pinturas, aceites o cera.
  • Clase C: Fuegos sobre materiales, equipos o instalaciones sometidas a corriente eléctrica.
  • Clase D: Fuegos sobre metales combustibles como sodio, potasio o magnesio.
Pautas básicas para prevenir el riesgo de incendio:
  • Los líquidos inflamables deben almacenarse en pequeñas cantidades, en recipientes seguros y dentro de armarios especiales con ventilación.
  • Trabajar en zonas bien ventiladas y lejos de cualquier llama o fuente de ignición.
  • Nunca se debe fumar en el laboratorio.
  • Revisar periódicamente las instalaciones de gases comprimidos para detectar fugas.
  • Todo el personal debe conocer la ubicación de los extintores y las salidas de emergencia.

Riesgo Eléctrico

Pautas para prevenir el riesgo eléctrico:
  • Todos los equipos deben tener una correcta puesta a tierra.
  • No tocar elementos eléctricos con las manos húmedas o en superficies mojadas.
  • Antes del uso de un equipo eléctrico, asegurarse de que funcione correctamente y que su cableado esté en buen estado.
  • Evitar la sobrecarga de líneas eléctricas mediante el uso de múltiples adaptadores.
  • Evitar el uso de conexiones improvisadas o caseras.

Riesgo Químico

  • Almacenamiento: Los reactivos deben guardarse en lugares secos, frescos, ventilados y protegidos del polvo y la luz solar directa.
  • Transporte: El personal debe estar capacitado acerca de los peligros de los reactivos que manipula y sobre cómo proceder en caso de derrames o fugas.
  • Descarte: Los residuos químicos deben ser inactivados o neutralizados antes de su descarte, siguiendo los protocolos establecidos para no ser peligrosos para la comunidad o el medio ambiente.
Normas básicas de manipulación:
  • En el lugar de trabajo, disponer únicamente de las cantidades fraccionadas de reactivos puros necesarias para la tarea, en recipientes adecuados y etiquetados.
  • Al almacenar sustancias químicas, verificar sus incompatibilidades para evitar reacciones peligrosas.
  • No dejar tapones o tapas de recipientes sobre la mesada para evitar contaminaciones.
  • Disponer de material absorbente específico (kits antiderrame) para actuar rápidamente en caso de vertido accidental.
  • Nunca oler directamente de la boca del frasco. Para percibir el olor de una sustancia, se debe abanicar con la mano para dirigir una pequeña cantidad de vapor hacia la nariz.

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