La Prosa Castellana del Siglo XVI: Didáctica, Narrativa y Picaresca
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La Prosa Castellana del Siglo XVI: Un Panorama General
Durante el siglo XVI, la prosa castellana adquiere una importancia y diversidad de temas cada vez mayores. De forma general, los tipos más importantes fueron la prosa de carácter didáctico y la prosa narrativa.
Prosa Didáctica: Persuasión y Enseñanza
La prosa didáctica, como su nombre indica, tiene la intención de persuadir y transmitir determinadas enseñanzas con un tono coloquial y una lectura agradable. La forma de texto más utilizada fue el diálogo, característico por presentar dos o más interlocutores que abordan un asunto, presentando diversos puntos de vista. Respecto a su forma, no existen normas precisas sobre su composición, por lo que son muy variados. En general, esta forma prosística trata temas relacionados con las cuestiones sociales del momento que expresan una concepción conflictiva. Otros temas frecuentes tienen un carácter puramente dogmático y catequístico. En España, los diálogos son deudores de modelos previos, siendo notoria la influencia de aspectos de Cicerón, Luciano y Erasmo. Los diálogos más apreciados pertenecen a los erasmistas Juan y Alfonso de Valdés, con obras como “Diálogo de la lengua”, “Diálogo de las cosas ocurridas” y “Diálogo de Mercurio y Carón”. Otras formas utilizadas fueron las epístolas, historias, relatos, facecias, apotemas, etc. Destacan Antonio de Guevara y sus libros de carácter moral o religioso, y Fray Luis de Granada, autor de libros ascéticos y místicos como “Libro de oración y meditación” y “Guía de pescadores”, entre otros.
Prosa Narrativa: Nuevos Géneros y Temáticas
La forma prosística que convive con la prosa didáctica fue la narrativa. Gran parte de estos escritos son breves relatos que recogen dentro otros modelos literarios. Durante este siglo aparecen nuevos géneros como la narrativa pastoril, que representa la vida primitiva rústica en una naturaleza idealizada, donde se desarrollan historias de amor entre pastores. Las obras pastoriles más destacadas son “Los siete libros de la Diana” de Montemayor y “La Galatea” de Cervantes. Otro destacado tipo de narración fue la novela morisca, donde se relata idealmente la vida de los moriscos. Entre los autores más representativos se distingue a Ginés Pérez de Hita y su obra “Guerras civiles de Granada”, y Mateo Alemán con sus obras “Ozmin y Daraja” y “Guzmán de Alfarache”. Además, cabe destacar que las novelas sentimentales contaron con gran aceptación hasta mediados de siglo, y las novelas de caballerías tuvieron un gran auge en España hasta la aparición de “Don Quijote de la Mancha” de Cervantes, suponiendo una de las primeras novelas modernas de gran importancia. Otros importantes autores de esta época son Francisco Delicado con “La Lozana Andaluza”, y Juan Timoneda con “El Patrañuelo”.
La Novela Picaresca: Un Nuevo Realismo
Por último, la novela picaresca, con “Lazarillo de Tormes” de carácter realista que criticaba a la sociedad, fue la principal obra de este siglo, ya que marcó la transición hacia la novela moderna.