Propiedades textuales para una comunicación efectiva
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El Texto y sus Propiedades
El texto es una unidad de comunicación completa, oral o escrita, de extensión variable. Se produce en una situación concreta y con una determinada intención comunicativa. Puede estar formado por una palabra, frase, oración o ser mucho más extenso (SMS, anuncio, noticia, etc.).
Actualmente, la gramática del texto considera que la unidad básica de estudio es el texto o discurso. La gramática tradicional diría que un enunciado como ¿Por qué no vienes al cine conmigo? es una oración interrogativa. Sin embargo, la gramática del texto explica que este enunciado puede tener diferentes significados, que dependen de la intención del hablante y de la situación en que se enuncie. Según estos factores, este enunciado puede ser un consejo, una petición o una pregunta que significa literalmente ¿Qué razones tienes para no venir al cine conmigo?
Propiedades del Texto
Las propiedades o características del texto son la adecuación, la coherencia y la cohesión.
Adecuación
El texto se adecua a la intención comunicativa del emisor (informar, disculparse, pedir algo, saludar, convencer, entretener...) y a la situación de comunicación (lugar, tiempo, relación entre los interlocutores, tema del que se trata y conocimiento que se tiene de él).
Coherencia
Un texto es coherente si los distintos enunciados que lo forman:
- Están relacionados entre sí, es decir, se refieren a un mismo tema. Por ejemplo: no sería coherente, aunque los enunciados sean correctos, la respuesta "Me llamo Teresa" a la pregunta "¿Puede decirme la hora?".
- Mantienen una relación lógica. Si al llegar a casa, encontramos a un vecino que nos dice "No funciona el ascensor", rompería con las normas de coherencia contestar "Entonces, cogemos el...".
- No son contradictorios. Por ejemplo, no puede enunciarse sin alterar la coherencia del texto "Mi hermano se llama Pedro. No tengo hermanos".
- Hacen progresar la información, esto es, aportan nueva información a lo ya dicho.
La coherencia se manifiesta lingüísticamente a través de la cohesión, que puede ser léxica, semántica y gramatical.
Cohesión
Cohesión Léxica
La cohesión léxica se consigue por medio de:
- La repetición de palabras: Tengo que comprarme un coche nuevo, ¿tú entiendes de coches? ¿Cuál me aconsejas que me compre?
- El empleo de palabras derivadas: Demócratas y republicanos consideraban las elecciones generales de EEUU como un triunfo de la democracia.
Cohesión Semántica
La cohesión semántica de un texto se consigue por medio de la repetición de significados. Puede hacerse mediante:
- Sinónimos: A mi abuela le gustan los calendarios; este año le he comprado un almanaque precioso.
- Sinónimos contextuales (palabras que en el texto funcionan como sinónimos): Don Jaime llegó a su casa en la que nadie le esperaba; el viejo maestro vivía solo.
- Hiperónimos (palabras cuyo significado incluye el significado de otras) e hipónimos (palabras cuyo significado está implícito en el de otras): Compra tú la fruta: necesitamos naranjas y peras.
- Palabras baúl (palabras de un significado impreciso que en el contexto equivalen a otra): Tiene la casa llena de chismes: le gustan los adornitos.
- Antónimos (palabras de significado opuesto): Ayer estaba el frigorífico lleno y hoy está vacío, ¿quién ha venido?
- Palabras del mismo campo semántico: De merienda solían tomar chocolate, queso con nuez moscada y naranja.
- Referencia a realidades que, por lo común, asociamos, aunque no necesariamente las palabras formen parte del mismo campo semántico: Para sus excursiones preparaba la mochila y untaba las botas con grasa de caballo.
Cohesión Gramatical
La cohesión del texto se consigue también mediante procedimientos gramaticales como el artículo, los deícticos, la elipsis, etc.
- El artículo tiene valor anafórico, porque acompaña a un nombre que ha aparecido antes. Por ejemplo: "Hoy he conocido a Lola y a su novio. La chica parece muy simpática, pero el novio es un pescado". A veces, sin embargo, el nombre al que acompaña el artículo no ha aparecido explícitamente en el discurso, pero es conocido por los interlocutores: Mañana llevas tú a la niña a la guardería.
- Los deícticos son palabras que hacen referencia a las personas gramaticales. Son deícticos: los pronombres personales; los adjetivos y pronombres posesivos y demostrativos; algunos adverbios como aquí, ahí, allí; ahora, luego; ayer, hoy, mañana... Los deícticos tienen valor anafórico cuando señalan palabras u oraciones que ya han aparecido en el discurso (Nació en el año 1962. Aquel año nevó muchísimo); y valor catafórico, cuando se refieren a algo que aparecerá posteriormente (Oye bien esto: no llames más). Los deícticos no tienen valor anafórico si señalan una realidad extralingüística. Por ejemplo, el profesor se dirige a un alumno y le dice, señalando con un gesto: Siéntate en esta silla. En este caso, esta no señala un elemento del discurso, sino un objeto presente en la realidad del emisor y del receptor del mensaje.
- El relativo que tiene valor anafórico porque señala un elemento del discurso que ha aparecido antes. Por ejemplo: El coche que compró iba mal. El relativo que sustituye a coche y se refiere a él.
- Las formas verbales de un texto mantienen entre sí relaciones de tipo lógico y temporal, que contribuyen a cohesionarlo. Los diferentes tipos de textos se caracterizan por el uso de determinadas formas verbales.
- La elipsis consiste en la supresión de elementos del texto que la situación o el contexto hacen innecesarios. En la conversación es muy frecuente la eliminación de palabras o grupos de palabras, porque se sobreentiende. En un texto escrito se eliminan con frecuencia algunas palabras, o porque ya han aparecido o porque se sobreentienden, con la finalidad de hacer menos repetitiva y, por tanto, más ágil la lectura.
Tipos de Textos
Los textos se clasifican de distintos modos según el criterio elegido.
- Por el canal empleado: oral o escrito.
- Por la situación de comunicación: formales o coloquiales.
- Por la intención comunicativa del emisor:
- Función expresiva del lenguaje (expresar los sentimientos)
- Función representativa (informar sobre la realidad)
- Función apelativa (mover al receptor a actuar, a pensar como el emisor)
- Función fática (mantener el contacto con el receptor)
- Función metalingüística (explicar un elemento del código)
- Función poética (llamar la atención sobre el mensaje como forma)
- Por la forma de discurso empleada:
- Narrativos (el narrador relata unos hechos que le suceden a unos personajes)
- Descriptivos (dicen cómo son los seres reales o imaginarios)
- Expositivos (transmiten información de forma ordenada)
- Dialogados (dos o más interlocutores hablan)
- Instructivos (incitan a la acción y dan instrucciones para hacer algo)
- Argumentativos (dan argumentos para justificar opiniones)
Conectores Textuales
Los conectores textuales son palabras o grupos de palabras que se emplean en el texto para marcar las relaciones de significado que hay entre los enunciados o los párrafos de un texto; guiar la interpretación que el receptor debe hacer del texto; estructurarlo y señalar el progreso de la información. Suelen ser iniciales o entre pausas. Pueden ser adverbios, conjunciones, locuciones, sintagmas nominales precedidos de preposición, etc.
- Lógicos (marcan las relaciones de significado):
- De adición o suma: y, además, incluso, más, aún, es más...
- De oposición/contraste: pero, sin embargo, con todo, antes bien...
- De causa-efecto: porque, por ello, por lo cual, a causa de, como...
- De consecuencia: así que, por consiguiente, en consecuencia, de modo que...
- De condición: si, si es que, en caso de...
- De finalidad: para que, a fin de que, con el objeto de que...
- Orientadores (guían la interpretación que el receptor debe hacer del texto):
- Modificadores oracionales que comentan el enunciado: desgraciadamente, sinceramente, fundamentalmente...
- Otros conectores de significado diverso: de asentimiento (por supuesto, en efecto...), de atenuación (en cierto modo, hasta cierto punto...), de advertencia (mira que, ¡ojo con...!), de duda (quizá, tal vez...), de énfasis (claro que, pues sí...).
- Ordenadores del discurso (estructuran el texto y señalan el progreso de la información):
- Introducen el texto: para empezar, en primer lugar, ante todo...
- Introducen un tema o un aspecto del texto: en cuanto a, por lo que se refiere a, por lo que respecta a, a este respecto...
- Ordenan o enumeran: en primer lugar, en segundo lugar, por una parte...
- Ejemplifican: por ejemplo, tal como, como, del mismo modo que...
- Explican: es decir, o sea, esto es, a saber, en otras palabras...
- Resumen: resumiendo, en resumen, en pocas palabras, en síntesis...
- Indican conclusión: para concluir, finalmente, esto es todo, por último...
- Estructuran el espacio: arriba, abajo, al lado de, detrás de...
- Estructuran el tiempo: ahora, ayer, más tarde, años antes...