Propiedad y Explotación de la Tierra en España: De la Desamortización a la Actualidad

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Geografía

Escrito el en español con un tamaño de 5,11 KB

La Propiedad Histórica de la Tierra en España

La propiedad de la tierra correspondía tradicionalmente a las villas y a los municipios. Estaba integrada por las tierras pertenecientes a la colectividad, que se dividían en lotes o suertes para el aprovechamiento individual (bienes comunales), o se arrendaban a particulares a cambio de una cantidad de dinero para atender las necesidades de la villa (bienes de propios).

Por otro lado, la superficie perteneciente a la Iglesia y a la nobleza constituía la propiedad estamental. La mayor parte de las tierras de la nobleza integraban los señoríos, cuya integridad territorial estuvo protegida durante siglos por la institución del mayorazgo. Los bienes de la Iglesia, por su parte, procedían de compras y de donaciones de los fieles.

Los titulares de ambos tipos de propiedad no tenían capacidad de enajenar o vender, razón por la cual se decía que estos bienes estaban en manos muertas. En consecuencia, unos y otros se encontraban apartados del mercado de la tierra y de la partición hereditaria, lo que redundaba en la escasez de tierra para los particulares y en su encarecimiento. Ilustrados y reformistas clamaron contra esta situación y, finalmente, en el siglo XIX se le puso fin mediante los procesos desamortizadores.

Los Procesos Desamortizadores

La desamortización afectó a los bienes propiedad del clero y de los municipios. La primera, conocida como la desamortización de Mendizábal, fue llevada a cabo en 1836 y consistió en la incautación de fincas clericales. La desamortización civil se realizó más tarde.

El Régimen de Explotación de la Tierra en la Actualidad

Los datos extraídos del último censo agrario nos indican que más de la mitad de las explotaciones agrarias de España son minifundios de extensión inferior a cinco hectáreas. En contraste, las explotaciones de extensión superior a 300 hectáreas, los latifundios, representan tan solo un 1%, aunque concentran una cantidad considerable de tierra.

En 1962, año del Primer Censo Agrario, había casi tres millones de explotaciones. Desde entonces hasta la fecha, su número ha decrecido en un proceso paralelo al éxodo rural. Este fenómeno ha consistido en la desaparición de parte de las explotaciones más pequeñas y su incorporación a otras más grandes, razón por la que ha aumentado levemente el tamaño medio de las mismas.

Tradicionalmente, las explotaciones se han clasificado en minifundios, latifundios o explotaciones de tamaño medio. Sin embargo, esta clasificación no está del todo justificada, pues las características e importancia de la explotación no dependen tanto de su superficie como de su rentabilidad económica. De hecho, explotaciones dimensionalmente muy grandes pueden ser improductivas o muy poco rentables y, en cambio, explotaciones de tamaño medio o reducido (como las de regadío, frutales o enarenados) pueden generar grandes ingresos. En general, las explotaciones españolas presentan un tamaño económico inferior a la media europea.

Régimen de Tenencia de la Tierra

En cuanto a la tenencia, distinguimos entre dos modalidades principales:

  • Explotación directa: El titular de la explotación agraria es también el propietario de la tierra.
  • Explotación indirecta: El titular de la explotación y el propietario de la tierra no son la misma persona. En estos casos, el propietario cede la tierra para su explotación bajo diferentes fórmulas.

Modalidades de Explotación Indirecta

  • Arrendamiento: Es un alquiler que se establece mediante el pago de una renta fija, con independencia del resultado de la cosecha.
  • Aparcería: Se trata de una sociedad en la que el dueño aporta la tierra y el aparcero el trabajo. Los gastos se satisfacen a medias y los beneficios o productos de la cosecha se reparten en la proporción establecida. En este caso, la renta es variable y propietario y aparcero comparten por igual tanto las ganancias como las pérdidas.

Evolución y Modernización de la Actividad Agraria

La sociedad española fue predominantemente rural y agrícola hasta casi mediados del siglo XX, periodo en el que la agricultura tuvo una importancia capital en la producción de la economía nacional y el autoabastecimiento. Esto hizo posible la autarquía, un modelo que terminó con la llegada del ferrocarril y que culminó con la instauración de una sociedad urbana.

En los últimos años, la actividad agraria ha evolucionado significativamente: se ha orientado al mercado, se ha especializado en producciones concretas y opera a gran escala en una economía integrada en mercados internacionales. Las innovaciones técnicas han sido clave en esta transformación, incluyendo:

  • La mecanización del campo.
  • El uso generalizado de abonos y fertilizantes.
  • El empleo de semillas seleccionadas y razas ganaderas mejoradas.

Entradas relacionadas: